sábado, mayo 26, 2012

Los que desinforman : Julián Andrade


Los que desinforman

Julián Andrade

Uno de los reclamos de los jóvenes que han salido a manifestarse en las calles tiene que ver con la información y con el tratamiento de cobertura de algunos temas de relevancia que creen que imperan en nuestros medios de comunicación.


Si bien es necesaria una trasformación, estamos muy lejos de las épocas de sujeción y de control que imperaron en el pasado.


Hoy la prensa es libre, aunque bajo acechanzas graves como la que implica el crimen organizado.


Es más, el triunfo de Vicente Fox sobre Francisco Labastida en 2000 no se explica sin la irrupción de medios de comunicación que de plano apostaron por la alternancia.


El diagnóstico que se hizo sobre la prensa desde el poder fue equivocado e injusto, ya que nunca entendieron que en el proceso de cambio mexicano habían jugado un papel más que importante los periodistas mexicanos. Quien lo dude debe observar las crónicas del momento y la rudeza con la que se trataba al candidato oficial.



La crítica sobre el funcionamiento de los medios de comunicación inició hace décadas y esto permitió contar con mejores espacios y con una pluralidad que ya es un asunto cotidiano.


Sin duda hay apuestas por la desinformación, pero muchas de ellas provienen justamente de sectores que en teoría reclaman apertura y transparencia.


Casos hay varios: la muerte de la anciana de Zongolica, el homicidio de Luis Donaldo Colosio, el caso Posadas Ocampo, las protestas de la APPO y las elecciones de 2006, por dar sólo algunos ejemplos en los que ha existido una labor permanente de desinformación en aras de establecer historias que convengan a las agendas políticas del momento.


En el caso de la señora Ernestina Ascencio, se insiste en una supuesta violación cuando pericialmente la CNDH concluyó otra cosa; el asesino de Colosio se llama Mario Aburto y actuó en solitario, como quedó establecido luego de minuciosas investigaciones, pero la teoría del complot está por estrenarse en cine y financiada con recursos públicos; Posadas Ocampo murió debido a una confusión entre bandas de delincuentes, aunque cada año surge una nueva hipótesis para tratar de mostrar lo contrario; la APPO logró una de las violaciones más inquietantes a las garantías individuales, entre ellas el derecho a la educación, al trabajo y a la libre circulación y ahora han establecido una agenda de gobierno.


Sobre el supuesto fraude de la elección presidencial no hay dato relevante alguno y el cuento sigue.


En asuntos como éstos es donde hay que estudiar, y de modo detenido, un sistemático modelo de desinformación y de tergiversación.


No nos engañemos, la construcción informativa es más compleja de lo que parece.


La transformación de la prensa es bastante desigual y en algunos casos las cargas ideológicas son más fuertes que la necesidad y la obligación de conocer la verdad.


En esa franja se tendrá que trabajar también para lograr lo que los jóvenes exigen y que es, a fin de cuentas, un mejor periodismo.

julian.andrade@razon.com.mx


Twitter: @jandradej

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