La ruptura PRI-Panal: la historia verdadera
La separación no fue tersa, como hicieron creer a la opinión pública los dirigentes del PRI y el Panal. Fue un pleito en forma, donde hubo gritos, insultos y amenazas y luego del cual la profesora Elba Esther Gordillo, acorralada, comenzó a maniobrar desesperadamente para sobrevivir llamándose víctima de un quinazo. La ruptura de la alianza entre el Revolucionario Institucional y el partido de la maestra aún puede tener consecuencias muy graves, no sólo para ella sino para un candidato tricolor que en breve podría necesitar el apoyo del sindicato más poderoso del país…
Públicamente lo manejan como una “separación amistosa”, pero en el encuentro que tuvieron el viernes 13 hubo insultos, gritos y amenazas entre la dirigencia nacional del PRI y la del Partido Nueva Alianza (Panal), que rompieron el acuerdo de ir juntos en los comicios de este año.
Al enterarse de la ruptura, Elba Esther Gordillo –líder y fundadora del Panal– dijo que se trata de un intento de “quinazo” en su contra ideado por Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari.
Públicamente, las dirigencias de ambos partidos dijeron que la decisión de no continuar con la alianza Compromiso con México –donde también está el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)– fue para mantener los equilibrios internos y porque no se alcanzaron las condiciones políticas necesarias para seguir juntos.
Pero detrás de las declaraciones oficiales la historia es otra, más compleja, llena de intereses de Elba Esther Gordillo y de venganzas en su contra. Según versiones de testigos, el resquebrajamiento tendrá consecuencias graves para el PRI y para la maestra, que podría concluir su reinado sindical de dos décadas. (Extracto del reportaje que se publica esta semana en la revistaProceso 1839, ya en circulación)
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