Jorge Lara Rivera
Bandidos al desnudo
Desde la jefatura del Poder Ejecutivo federal hacer senadoras a una hermana y a una sobrina política apesta. Se llama nepotismo y es corrupción. Desde luego, para la sociedad mexicana es inaceptable, incluso como “premio de consolación” filial por oneroso, abusivo y transexenal. La derrotada Luisa Ma. “Cocoaína” Calderón Hinojosa, repudiada en las urnas por la mayoría de los michoacanos (pese a que Los Pinos la impuso primero como candidata del PANAL –por si las dudas– y del panismo, luego, además de todos los actos anticipados, las triquiñuelas, trampas y guerra sucia utilizadas en la campaña y la compra de votos y otra bajezas cometidas por Acción Nacional el día de la elección); y la incompetente Marianita Gómez del Campo Gurza (¿pariente de Laura Gurza Jaydar, Coordinadora Nacional de Protección Civil?) otrora cómplice de su otrora delfín César Nava Vázquez (¿algo de Chepina?) evidencian simulación y doble moral consustanciales a regímenes panistas.
Favorecer a parientes sólo por serlo es práctica viciada en el ejercicio del poder y reprobable en repúblicas donde la ley impone el interés público como prioridad y se instauran la eficiencia e idoneidad de perfiles como requisitos para los cargos de gobierno. El PAN que suele darse baños de pureza y de “demócrata”, y sus convenencieros medios (des)informativos que suelen execrarla al consuno cuando la perciben en agrupaciones políticas rivales, guardan silencio ante evidencias tan abrumadoras de podredumbre ¿Por qué? ¡Cinismo, hipocresía, doble moral!, son las respuestas.
Lo mismo sucede, aunque en ese partido vivan pontificando acerca de democracia, ante obvios “dedazos”, “palomeo” de las listas en Los Pinos e innegables “decisiones copulares” que tanto critican en otros. Qué se puede esperar de la PANdilla de oportunistas voraces cuyo capo al ocupar la silla de director de Banobras en el foxiato lo primero que hizo fue autorizarse un préstamo para la compra de su casa familiar, algo del todo ajeno a los fines de esa institución ¡Y se jactaba “tengo las manos limpias”! Por eso no debe extrañar que lo mismo que en la hora oscura de septiembre 19 del ‘85, el aparato del estado federal luzca totalmente rebasado por la sociedad civil, la cual se ha volcado con generosidad y arrojo al rescate de nuestros hermanos rarámuri, quienes peligran ante hambruna causada en la Sierra Tarahumara por los estragos de la peor sequía que ha padecido el país en 70 años y el rigor de heladas, contingencia agravada por regateos mezquinos del Ejecutivo federal quien, sediento de poder, no ha dudado en aprovecharse de la crisis humanitaria para chantajear al Congreso rehusando entregar los apoyos por 10 mil millones de pesos que éste le otorgó a los estados del Norte (que padecen tan nefastos efectos) a fin de que le dé manos libres para manejar discrecionalmente el FONDEN; y por su vileza que pretende lucro político con esta tragedia, sin que le importen ingentes sufrimientos de los pobres más pobres y marginados de México.
Cierto, el régimen anunció medidas que, fundadamente, se teme sólo sean simulación que le caracteriza, y es la hora que aún no cumple. El sospechoso e interesado silencio que por semanas mantuvo el duopolio televisivo cuando ya la magnitud de la amenaza era conocida en el mundo –pero no en nuestro país, tras el descubrimiento del espionaje atribuible a SEGOB, al CISEN y agencias federales del Ejecutivo (si no estaban enterados, peor pues son la “inteligencia” del Ejecutivo) en oficinas de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión contra legisladores de oposición –que el coordinador de la bancada del PT en el Senado, Ricardo Monreal Ávila denuncia tiene, también, lugar en ése contra tribunos desafectos al régimen– hace maliciar que tal mutismo fue producto de la connivencia de los propietarios con sus socios en el PAN-Gobierno para ocultar hasta qué punto ha fracasado la “modernidad” neoliberal y su cacareada como exitosa “administración gerencial con valores empresariales” instaurada en el 2000, producto de uso corrupto a recursos públicos (PROCAMPO, Oportunidades) y el antipatriótico manejo en Economía, SEDESOL, SAGARPA, SEMARNAT y CONAGUA dada la improvisación e ineptitud del gabinete de cuates; ni Banxico se salva: ¡sacar el frijol de la Canasta Básica! Encima aguantar a Alejandro Poiré Romero engolar la voz y pedir “no lucrar con la crisis de los rarámuri”. Inevitable pensar en Cecilia Romero Torres, ex directora del INM de SEGOB (impune por la red de corrupción que propició la matanza de migrantes centroamericanos) premiada con la Secretaría General de su partido. Tal es la PANdilla.
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