El Titanic de Gordillo
Julián Andrade
Los próximos días van a ser más que intensos para la maestra Elba Esther Gordillo y para su partido, Nueva Alianza. Tienen que elegir una buena o un buen candidato presidencial que los ayude a librar la franja del dos por ciento.En el pasado lo lograron por la vía de los diputados, pero hoy las cosas lucen más complicadas.Sin duda debe haber muchos prospectos, ya que las campañas pueden ser un buen negocio, pero las posibilidades se reducen porque no cualquiera, que cuente con prestigio, va a arriesgarlo en una aventura que puede terminar muy mal.Después de todo, al margen de cuál sea la elección de Gordillo, va a generar una candidatura tan sólo testimonial y ahí está el problema.Lo que está en riesgo es el registro como partido y una buena cantidad de dinero en prerrogativas.La jugada de Gordillo, por donde se le vea, es arriesgada, pero la ley electoral ya no le permite otra cosa.Se metió en lo que puede ser un callejón sin salida porque no estaba en sus planes que la situación con los priístas tuviera un cambio tan brusco.Más allá de las explicaciones oficiales, es evidente que el escenario que Nueva Alianza tiene enfrente luce sombrío y es ahí donde veremos la fuerza de los resortes de control de una de las líderes sindicales más poderosas del continente.También puede ser que la maestra haya perdido “el toque” y que inicie un proceso que la conduzca a la jubilación política.
El SNTE está lejos de ser una organización monolítica y ya en el pasado han procesado la sustitución de las dirigencias.Como en toda organización gremial, los liderazgos se mantienen mientras no arriesgan el patrimonio y el futuro de sus integrantes.La magia consistió, hasta ahora, en la enorme cercanía con el poder presidencial, el de Vicente Fox y el de Felipe Calderón, lo que permitió la posposición de reformas de gran calado en el sector educativo.Ahora, en cambio, quien va arriba en las encuestas, Enrique Peña Nieto, decidió expulsarla de su entorno y ello cambia de modo radical las perspectivas para el futuro.La aventura de la candidatura presidencial de Nueva Alianza, por ello, luce como un Titanic con el casco ya dañado y en proceso de hundirse.Los procesos en política suelen ser largos, y la líder del SNTE cuenta todavía con aliados de peso, pero serán cada vez menos los que estén dispuestos a arriesgar futuro y posiciones.En más de un partido estarían dispuestos a solicitar su ayuda si las circunstancias así lo imponen y ella estaría dispuesta a proporcionárselas, pero con un saldo que no necesariamente va a favorecer a Gordillo y a los suyos.Pero una cosa es segura; lo que viene va a ser todo menos terso, porque más allá de lo que quiera aparentarse hay un enfrentamiento con los priístas y que además irá escalando en las próximas semanas.julian.andrade@razon.com.mx Twitter: @jandradej
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