viernes, enero 27, 2012

Es el dinero : María Teresa Jardí



Es el dinero
María Teresa Jardí


Lo que prohíbe la ley es COBRAR por los escasos minutos que pudieron otorgar algunos legisladores no tan del todo abyectos al IFE para la promoción política.
La renuncia del Estado a los medios, como la crónica anunciara, convertida en promotora de la dictadura del monopolio televisivo representado por golpeadores de la calaña de los Marín y los López Doriga avanza sobre el país de manera siniestra.
No es que quieran tener todo el poder político, como dice Acosta Naranjo, quien se reivindica, ante la posibilidad de que se deje llegar a AMLO, como autor de la reforma, lo que también es falso. Fue Pablo Gómez quien la impulsó sumando a los más inteligentes para lograr el pequeño avance, de cara incluso a evitar, al menos en algo, el mucho lavado de dinero que se hace en México, basta de farsa, a través de la clase política, con la venia del Imperio asesino que tiene fincada su economía sobre el dinero de la droga mantenida como mercancía clandestina. O aprendemos a llamar a cada cosa por su nombre o no va a encontrar nuestro país, ni llegado el próximo siglo, la salida. Para eso sirve leer y ver el canal del Congreso de tanto en tanto. El poder político ya lo tiene el monopolio hacedor de la telebasura a la mexicana, verdadero exponente del crimen organizado en nuestro país.


Es el dinero, todo el dinero, lo que busca, por estos días, con ayuda del fascismo panista, el infame monopolio al que ya no le satisface nada menos que todo.
Un IFE a modo que perdió con Ugalde el prestigio que le quedaba. Un IFE contratando al cuñado de quien hoy usurpa como árbitro de la elección con la que México ha retrocedido en todo, al punto de que hoy compite, con perspectivas de ganar, por el último lugar con los países más atrasados del planeta, los que deben sentirse felices de tener la oportunidad, que el desgobierno a la mexicana les brinda, de acceder al penúltimo sitio.
Partidos y candidatos que temen al monopolio y no se atreven a contradecirlo. Buen ejemplo por estos días el dado por Creel y la impresentable Vázquez Mota, amiga de “la maistra” que reacomoda también por estos días sus lealtades para ver cómo le resta a AMLO los votos de la clase magisterial por ella controlada, a menos que AMLO le llegue al “amoroso” precio que cuestan los votos cautivos de maestros por ella también comprados.
Monopolio Televisivo que busca que se cancele la reforma usando a los mismos golpeadores a modo enviados al Senado, cuando lo más inteligente de la legislatura logró la reforma que les impide venderse al candidato que mejor se les empine de culo y más oro tenga para comprarlos.
Monopolio que busca que se repita la historia que ya ha costado al país, en cifras oficiales, la friolera de sesenta mil vidas cortadas de tajo. Ejecuciones extrajudiciales que por diez pueden multiplicarse, como debe hacerse en México con los delitos no denunciados.
Cancelarle al IFE el escaso tiempo oficial para la promoción de las campañas de manera más o menos equitativa, es lo que busca el monopolio ya descarado en que –escondiendo-- la Comisión Federal de Competencia, va a convertir a TELEVISA hermanada con Televisión Azteca.
Lo que esconde la Comisión Federal de Competencia es que “legalmente” va a dejarnos el fascismo también como la herencia, de los diez años que sentaron las bases de regreso a la conquista del dinero, a la telebasura, convertida en monopolio, que como verdadera dictadura va a operar en contra de un pueblo previamente idiotizado con su ayuda.
De plano se tendría ya que desenmascarar la realidad que impera y públicamente la telebasura imponer sin elecciones al candidato que quiera en la Presidencia. Acabar con las falsas campañas y con las mentirosas precampañas. Sin tanto dinero tirado a la basura. Lo que además le dejaría al monopolio convertido en dictadura más dinero para guardar en sus bolsillos.

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