Susana Rappo : Urgen políticas para apoyar la producción

Urgen políticas para apoyar la producción
Por: Susana Rappo

El año 2011 ha sido difícil para el campo y para los sectores de menores ingresos, afectados por la carestía de los alimentos básicos; el problema es que 2012 no pinta mucho mejor.
En materia rural, a las adversas condiciones en las que generalmente producen campesinos y agricultores, sin mayores apoyos y con entornos de inestabilidad económica, las condiciones climáticas propiciaron en diversas partes del territorio la pérdida de las cosechas y de las cabezas de ganado. En el caso de Puebla, Tlaxcala e Hidalgo, zona del altiplano mexicano, las heladas tempranas en septiembre y un ciclo muy irregular de lluvia afectaron alrededor de 420 mil hectáreas, básicamente de los productos de temporal de la zona, maíz, frijol, cebada y trigo. Para algunos, dicha situación redundó en la pérdida de los ingresos ante la pérdida de la cosecha, y para una gran mayoría se trata de las reservas para la subsistencia en materia de alimentación.
Al mismo tiempo, los apoyos recibidos fueron insuficientes y la bolsa de recursos aprobada recientemente no son recursos adicionales para el sector, sino un adelanto de los recursos ya estipulados por el Congreso dentro del presupuesto federal 2012.

La dificultad y caída del volumen de la producción agropecuaria, sino existen políticas públicas que contrarresten sus efectos, tiene su contraparte en el encarecimiento de los alimentos, afectando a las familias de menores ingresos.
Es reconocida la prevalencia en materia económica en donde la población de menores ingresos gasta en alimentos una proporción mayor del mismo, afectando directamente su consumo y si bien las importaciones de granos pueden apuntalar el abasto para el consumo directo e industrial, los precios internacionales han presentado una gran inestabilidad en el marco de una tendencia alcista, lo que presionará aún más el alza del precio de los alimentos en el mercado doméstico.
En una economía liberalizada, las políticas internas se vuelven fundamentales para mantener cierta estabilidad en materia alimentaria en tiempos de vulnerabilidad y esto se asocia a promover y apuntalar la producción nacional, tan abandonada en los últimos años bajo la idea de que es más barato importar que producir.
Hoy, en el marco de la crisis mundial y con una tendencia al alza del precio de los alimentos, así como de la disponibilidad de los mismos, es necesario recuperar aspectos claves de estímulos a la producción nacional que se encamine a garantizar la seguridad alimentaria y el más elemental derecho de la población a la alimentación.
Por otra parte, es responsabilidad de los gobiernos estatales, acorde a las características y formas de producir de cada región en las entidades federativas, de proponer y consensar acciones que permitan apuntalar las producciones locales, más allá de lo que en el ámbito federal se pueda decidir.
En Puebla poco se ha hecho en dicha perspectiva; prevalece una visión que busca fortalecer los agronegocios cuando la forma de producir es campesina y tradicional, acorde a los limitados recursos, entre ellos tierra y agua, con que se cuentan, pero que al mismo tiempo han logrado preservar.