Julio Hernández
López
Astillero
Neocristeros al ataque
Historieta religiosa
Activismo de sacristía
Anticristos y PRI callista
La cúpula de la Iglesia católica cree
llegado el momento de cobrarse presuntas deudas históricas y forzar nuevos
términos de posicionamiento social y político. El más reciente lance de esa
estrategia se ha dado con la difusión de la más costosa de las películas
mexicanas hasta la fecha, Cristiada (su página, http://bit.ly/HHnfXH y en http://bit.ly/GFaui5 el tráiler),
obra que pretende establecer una verdad histórica sobre la guerra
religiosa de 1926 a 1929 a partir de una evidente fabulación abiertamente
cargada al interés eclesiástico que, sin embargo, es promovida como la
historia de México que te quisieron ocultar.
La historieta de
aventuras épicas cuenta con la participación de Andy García, actor de origen
cubano que, por ejemplo, en plática con el cantante panameño que también actúa
en Cristiada, Rubén Blades, decidió que en la cinta se
incluyera una entrevista que en realidad nunca sucedió entre el jefe cristero
Enrique Gorostieta (personaje principal, representado por García) y el
presidente Plutarco Elías Calles (dotado de una piocha jamás conocida). Ideamos
la idea juntos, la planteamos y se hizo. No hay documentación de que se hayan
reunido, pero tampoco de que no lo hayan hecho, explicó García en una rueda de
prensa ( http://bit.ly/JfAvRl ).
También dijo cómo había elaborado su interpretación del jefe cristero: Pude
recabar información sobre Gorostieta y entendí que cada actor tiene un
acercamiento para hacer un personaje de éstos de manera diferente, entonces hay
que hacer uso de la imaginación.
Para los jefes católicos
mexicanos, sin embargo, Cristiada es casi la verdad bíblica
revelada. Desde las iglesias se ha organizado una promoción cinematográfica
nunca antes vista. Este martes recién pasado, un filial acompañante del autor
de esta columna encontró en una de las escalinatas de acceso a Plaza
Universidad a una mujer y su hijo que entregaban propaganda de Cristiada e
invitaban a verla en las salas cinematográficas del lugar. Relataron que habían
sido enviados por los curas de su iglesia, en la delegación Gustavo A. Madero,
y calcularon en unos doscientos a sus compañeros que en otras plazas realizaban
similar tarea.
La cinta ha tenido
notable éxito de taquilla, aunque superada por Avengers, la
película de aventuras más confesas. Sin embargo, bien aprendido el fenómeno de El
crimen del padre Amaro, segmentos de mando religioso iniciaron una
extraña (aunque publicitariamente explicable) campaña de denuncia, sin una sola
prueba firme, de un presunto intento de censura. El tono y las arengas buscan
sublevar los ánimos de segmentos manipulables a partir del fanatismo para
endurecer los términos de sus relaciones con los poderes, no sólo el saliente
de Calderón, sino en especial de los que habrán de constituirse a partir de las
próximas elecciones.
De pronto han resurgido
con fuerza los gritos publicitarios de ¡Viva Cristo Rey! y se ha
hablado de anticristos que pretenden doblegar a la fe católica.
Isabel Álvarez de la Peza, conductora del noticiero de radio y televisión
católicas ( mariavision.com ) promovió desde su cuenta en Twitter ( @isamariavision ) que
se hablara de censura sin tener ni un reporte firme, demostrable de ese
presunto boicot. Enseguida,@VirgenFatima advertía: Ya
es tiempo de poner un alto a la persecución religiosa, ellos los anti-cristos
hablan de libertad excepto la religiosa. vamos #Cristiada.
En realidad, la cinta es
parte del paquete de exacerbación social que a la Iglesia católica conviene
para impulsar las reformas acordadas con Benedicto 16. Libertad religiosa es la
clave y para ello es necesario organizar una presión social que proporcione
coartadas a los políticos desde hoy comprometidos con la cúpula eclesiástica
para que aprueben las venideras adecuaciones del nuevo perfil laico
establecido en la Constitución y en proceso de aprobación en los congresos
locales.
Los tiempos políticos
son claros: la película, produ- cida por Pablo José Barroso, a quien se
menciona como legionario de Cristo (en http://bit.ly/Is30ir relata
cómo la mano de la Virgen se hizo muy presente durante toda la filmación de Guadalupe, otra
cinta religiosa), fue estrenada en el Aula Minor del Instituto Patrístico
Agustinianum, que es uno de los centros de educación superior adscritos a El Vaticano
(http://bit.ly/KvvR0N ), tres días
antes de que B16 llegara a México a reivindicar la guerra cristera al
concentrar su visita en tierras guanajuatenses y postrar a la clase política y
empresarial mexicana a los pies del Cristo Rey del Cubilete. Días atrás, el
Congreso mexicano había culminado el proceso de aprobación de las reformas que
con falsa inocencia proclaman laicidad y libertad religiosa que luego serán
reglamentadas a favor del expansionismo vaticano.
A favor de ese proyecto
de neocristerismo militante la clase sacerdotal está poniendo en movimiento
toda su estructura social, convirtiendo abiertamente las sacristías en centros
de activismo incendiario. No solamente van por la inclusión de materias de valores católicos
en las escuelas, incluyendo las públicas, y la celebración de actos rituales en
lugares públicos sin pedir ya hipócritas permisos nunca negados (los cuatro
candidatos convalidaron esos actos al ir a la misa papal cristera); también
quieren que la lucha cristera sea reivindicada en los libros escolares de texto
y que el Estado mexicano reconozca sus grandísimas culpas.
Y, desde luego, la cinta
pretende volcar enojo social contra el PRI, como puede verse en múltiples
mensajes colocados en #Cristiada en Twitter. El propio Ernesto Cordero,
rehabilitado como candidato a sustituir a la mártir Josefina en alguna estación
del viacrucis electoral panista, dijo ayer, según @CNNMex , que recomendaba “ver la
película #Cristiada para ver la ‘intolerancia’ del fundador del PRI. ‘Esa
intolerancia no ha cambiado’”. Y, mientras los lectores tienen cuidado al abrir
páginas religiosas en Internet, pues tienen más virus que las dedicadas a la
pornografía ( http://bit.ly/IBlOwf),
¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
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