Por : Sergio Cortés Sánchez
La rebelión juvenil política apartidista tiene ya un logro: que la televisión de señal abierta de mayor audiencia transmita el segundo debate presidencial. El duopolio televisivo fue acremente cuestionado tanto por su evidente parcialidad hacia Enrique Peña Nieto como por su labor desinformativa y tergiversadora, y la comercialización de su barra de noticias y de análisis. Su negativa a transmitir el primer debate de los candidatos a la presidencia de la República no fue del agrado de muchos ciudadanos, entre ellos de los jóvenes. Pero no es sólo el reclamo juvenil la razón de esa rectificación, también lo es el mejor posicionamiento electoral de Andrés Manuel López Obrador y la estrepitosa caída del candidato oficial del duopolio televisivo.
Hace apenas tres años, 11 por ciento los ciudadanos del municipio de Puebla usaba la internet para enterarse de lo que pasaba en la política; la semana pasada era ya 26 por ciento el que se informaba de política de esa manera; con los medios tradicionales de información se observó lo inverso, caen la televisión, los impresos y la radio. La televisión sigue siendo el medio por el que más de la mitad de los ciudadanos se informan de política y son básicamente dos los canales de mayor audiencia; el 13 de TV Azteca y el 2 de Televisa. El primer debate presidencial de mayo fue trasmitido por canales de baja audiencia, aún así, su audiencia fue de 10.4 puntos en promedio (un punto equivale a 380 mil personas, según la empresa Ibope), la futura transmisión por los dos canales de mayor penetración puede ser del triple a la registrada el pasado mes de mayo. Las televisoras tuvieron que abrirse ante la evidencia de los hechos: su parcialidad; tergiversación informativa y tráfico de influencias.
La credibilidad en las televisoras es inversa a su audiencia, en una escala del uno al 10, la calificación otorgada por los ciudadanos del municipio de Puebla fue de 5.6 puntos contra 6.3 puntos de la radio y los impresos y 6.9 puntos de las redes sociales. Por grupos de edad, los ciudadanos entre 18 y 23 años de edad le otorgan una calificación de 5.6 puntos a la Tv, de 6.3 puntos a la radio e impresos y de 7.6 puntos a las redes sociales; los ciudadanos entre 24 y 29 años, califican con 5.6 puntos a la Tv; con 6.2 a los impresos, con 6.5 a la radio y con 7.2 puntos a las redes sociales. Uno de cada tres ciudadanos del municipio de Puebla es menor a 30 años; de éstos, la mitad se informa de política a través de las redes sociales, son mentes frescas, audaces y creativas que pueden desnudar a los poderes fácticos y orientar su voto en una dirección contraria a los intereses de Televisa y Tv Azteca. Ante la inminencia del hecho (López Obrador comparte ya el liderato de las preferencia selectorales), la seducción del duopolio: “abiertos a las exigencias genuinas de los jóvenes”.
El internet es la cotidianidad para todos; las facturas electrónicas no son acreditables sin su archivo digital, el cuál se envía al comprador por correo electrónico. Por el internet tenemos acceso a los impresos, a la radio, a la televisión, a los espectáculos y a las diversiones. Las compras y los pagos de servicio también se canalizan por esta vía, amen de información en general y especializada y de comunicaciones fluidas y en tiempo real. Uno de los usos de la internet que más se ha desarrollado son las redes sociales (Facebook, Twitter, SKy, HiFi), a las cuáles se puede acceder a través de los llamados Smartphone: ipad, ipod, celulares (androides, blackberry, iphone), además de las pc portátiles o de oficina. En el municipio de Puebla, hace un par de semanas, 43 por ciento de los ciudadanos que disponían de teléfono en sus casas usaba las redes sociales para comunicarse.
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