Santiago Igartúa
Volvió a ser Televisa, por el significado simbólico de su protesta contra la manipulación informativa, el punto de partida para la marcha del movimiento estudiantil YoSoy132, esta tarde de lunes.
Cerca de doscientos alumnos marcharon de Chapultepec 18 rumbo a la Secretaría de Gobernación (Segob), para exigir al Gobierno Federal que se comprometiera a transmitir en cadena nacional el segundo debate en la contienda presidencial, estipulado para el décimo día de junio.
Al amanecer de la protesta, que congregó a los estudiantes desde las dos de la tarde, Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, difundió en su cuenta de twitter, @eazcarraga: “Porque #Televisateescucha transmitiremos el segundo debate presidencial por canal 2. Primera emisión de un debate por este canal.que Se le cuestionó el tuit e Azcárraga”.
Carlos Brito, vocero de la coordinadora universitaria del movimiento YoSoy132, que en el Valle de México suma representantes de 19 universidades, públicas y privadas, le contestó: “Estamos apelando a un problema sistemático. La exigencia es cadena nacional, no solamente el canal 2. Hay audiencias marginadas, peleamos por la extensión de derechos para todos”, manifestó.
Listas las pancartas, armados con megáfonos y sus voces, comenzaron las consignas y los cánticos: “Yo si veo, no veo Televisa”; “Las manifestaciones cierran calles, pero abren caminos”, “hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie como Peña va a acabar”.
Tuvieron tiempo para Elba Esther Gordillo y a la clase política en general: “Esos son, esos son, los que chingan la nación”, se escuchaba a una sola voz.
A unos metros de su destino, las autoridades les bloquearon el paso con vallas metálicas y la custodia del cuerpo de granaderos. Enardecidos los estudiantes, regresaron los gritos que, de origen, le dio identidad al movimiento: “No somos porros, somos estudiantes”, repetían una y otra vez. Se hicieron sentir.
En la frustración, hubo quien pidió reconsiderar el carácter pacífico del movimiento. Se vivieron momentos de confusión, tensos alumnos y autoridades. Los propios estudiantes desestimaron toda posibilidad de violencia y acusaron la presencia de “infiltrados” que, a su entender, pretenderían perjudicar su causa.
A las puertas de Gobernación, había ya otra protesta. Los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), se les habían adelantado a los jóvenes y los granaderos tenían órdenes de impedir que ambos contingentes coincidieran en Bucareli 99.
El SME intentó juntar causas. Los estudiantes, que se dijeron solidarios con los trabajadores despedidos, entendieron que su demanda era otra. Pidieron la atención de algún representante del gobierno que les recibiera su petición escrita y que se abrieran las barricadas.
Les ofrecieron formar una comisión de cinco personas para que entraran a la oficina del subsecretario de Gobernación, Obdulio Ávila. Se hizo una consulta entre los estudiantes y no aceptaron. “Que salgan”, gritaban al unísono, y ofrecieron facilitar la salida de los funcionarios. “Somos un movimiento pacífico. No tengan cuidado que no les va a pasar nada”. Formaron una cerca humana para garantizar su seguridad. El canto fue: “No estamos armados, estamos informados”. “Son servidores públicos”, les recordaban.
El sol dio cuenta de las horas de negociación en los rostros de los jóvenes. Pasadas las cinco de la tarde, el movimiento YoSoy132 consiguió abrir las vallas de la burocracia y que el subsecretario atendiera, públicamente, el llamado de los estudiantes.
Ante él leyeron un comunicado, dirigido al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, con la demanda de que se transmita el siguiente debate entre los candidatos a la presidencia en cadena nacional.
En el documento, se argumentaba: “YoSoy132 demanda que, dada su pasividad en sucesos anteriores, que esta vez la Segob haga pleno cumplimiento al artículo 62 de la Ley Federal de Radio y Televisión, que a letra indica: ´todas las estaciones de radio y televisión en el país estarán obligadas a encadenarse cuando se trate de transmitir informaciones de trascendencia para la Nación, a juicio de la Segob’.
“YoSoy132, consciente de la excesiva concentración de audiencia pública en las manos de Televisa y de Tv Azteca, y en virtud de que en situaciones anteriores ambas concesionarias no han mostrado interés en cumplir su función social, exige que la Segob respete el derecho de los individuos a recibir información que propicie la construcción de una democracia auténtica.”
El subsecretario Ávila, al que los alumnos entregaron una rosa, símbolo de la paz con la que se manifestaban, dio acuse de recibo y firmó el documento.
Se le escuchó, en su voz de burócrata: “La Segob va a actuar de forma responsable, de acuerdo a las necesidades del país. No se trata solamente de recibir el documento. Cuentan ustedes con todas las garantías para la libre expresión. Nadie en este país puede llamar, de ninguna manera, a la represión o a que no se les escuche. Se podrá disentir, no coincidir, pero la Segob estará de manera firme y decidida para que la voz de los jóvenes sea escuchada. Vamos a coadyuvar con el IFE. Lo que nos pida, no tendremos más que hacerlo en la Segob.”
Huecas sus palabras, los alumnos le pidieron que se comprometiera, que diera una respuesta concreta. No llegó.
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