La enajenante ideología religiosa no se cambia
De Sicilia nadie puede decir, sin mentir, que no haya quedado devastado con el crimen, incomprensible, cometido en contra del hijo que no merecía ese final perverso y adelantado que como limpia de pobres —en la que se cuelan también los daños colaterales— desde el poder se aplica en contra del pueblo mexicano.
Su dolor salta a la vista que es sincero y demuestra la tristeza del poeta, que Sicilia no es un prostituto del dolor que le ha dejado la muerte del hijo. Hijo que es obvio que amaba más que a sus negocios y obviamente más que a su vida. Que no es el caso, en México, de todos los padres víctimas ricos o famosos, por las razones que sean, de los hijos también convertidos en víctimas.
Pero la enajenante ideología religiosa cuando se nace con ella está visto que es para siempre y que difícilmente se cambia. Y eso es algo que ha entendido el PAN desde su llegada al poder y con limosna ha mantenido a su lado como preferencia en el fondo a pesar de que salta a la visto lo criminal que ha resultado su ejercicio del poder, a los grupos que, desde la militancia católica, defendían derechos humanos violados por el PRI cuando el PRI gobernaba. Y muchos de los que rodean a Sicilia padecen esa enfermedad que en México incluso puede llegar a ser mortal en la transición electoral difícil por la que transita, como sobre un hilo a punto de romperse, nuestro país.
Lo dicho por Sicilia a AMLO es cierto. Una y mil veces se ha empeñado AMLO en imponer a los peores o al menos en no oponerse públicamente a esa imposición. Lo que además para él, como la crónica le anunciaba, se ha convertido en una traición.
Pero Sicilia sabe, porque es poeta, que como bien enseñara Gabriel Celaya hay momentos en la vida en que hay que tomar partido hasta mancharse y este es ese momento para los mexicanos a riesgo de que de no hacerlo el futuro quede para siempre convertido en esa pesadilla que al país ha convertido efectivamente en un largo y ancho cementerio.
Sicilia es un hombre inteligente y no se valía cuestionar, sabiendo que lo único que iban a destacar los a modo por semanas eran los errores cometidos en el pasado por Andrés Manuel, sin darle la oportunidad de llegar y efectivamente demostrar que con el poder en la mano se va a rodear de los mejores.
Un gran servicio le hizo a la candidata panista Javier Sicilia y que no se haga ilusiones de que va a ser perdonado si se nos impone esa mujer siniestra que, aunque pida perdón tiene las manos manchadas de sangre, como todos los que al lado de Calderón se han convertido en sus cómplices sin renunciar ni denunciar el genocidio de pobres que el propio Sicilia sabe que en México la derecha panista a lo largo de seis años, de manera impune, ha estado cometiendo, justamente porque no hemos sido capaces los mexicanos de salir a decir ya basta en cuanto quedó claro que era una farsa la llamada “guerra contra el narcotráfico”.
No es la primera vez que Sicilia tomaba partido en contra de Andrés Manuel, de ahí quizá el rechazo a ser besado por parte del candidato que millones de mexicano hemos decidido que queremos que llegue como única esperanza de cambio a futuro. Pero esta vez el error de Sicilia puede pasarle al país una factura, por cara, imperdonable.
Sicilia mandó el mensaje a los estudiantes de las universidades privadas para que no se inclinen por AMLO en el momento en que todos debemos inclinarnos por elemental inteligencia. Mensaje que van a aprovechar los a modo, es obvio, para hacer campaña contra AMLO. Lo que es imperdonable.
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