En el entreguismo están los móviles y fundamentos : María Teresa Jardí

En el entreguismo están los móviles y fundamentos
María Teresa Jardí
Se equivoca el actual Secretario de la Defensa. Las razones de la necesaria presencia del Ejército en las calles no tiene nada que ver con el hecho de que la criminalidad convertida en regla afecte la seguridad nacional. Tiene que ver con descomposición de las instituciones encargadas de procurar justicia en nuestro país y con la conversión de la policía en refugio de la delincuencia.
Convertida en cobradora de venganzas la PGR y en refugio de delincuentes las instituciones garantes de la seguridad. Instituciones pilares justificantes de la existencia de los gobiernos, que garantizan la tranquilidad que da el saber que no se está expuesto a no volver con vida, cuando se despide por la mañana el padre de la madre para ir al trabajo y de los hijos a los que sabe que encontrará en su casa vivos al final de la jornada diaria.
La seguridad nacional tiene que ver con la soberanía. Con la conversión de México en patio trasero del imperio gringo, lo que encuentra su motivación y fundamento en el entreguismo, que desde Zedillo, de manera clara, ha pasado por dar el culo al imperio yanqui y por entregar a empresas extranjeras los bienes de la nación mexicana.

Salinas al menos remató en manos de sus amigos mexicanos las empresas que pertenecían a la nación. La mayoría, vividores que eran, corruptos e inmorales, las remataron y vía el Fobaproa, aprobado por el usurpador Calderón, cuando legislador, lo que tampoco tendría que olvidar el actual secretario tan proclive a asesinar a los pobres, cargaron al pueblo con una inmoral deuda privada que, convertida en deuda pública, cancela la vida digna de millones de mexicanos por varias generaciones.
Para pelearse, el panismo usurpador, con el único que puede propiciar riqueza, a base de generar empleo y Slim se va a invertir en la parte de América Latina que, con gobernantes de izquierda, lo reciben encantados porque con las divisas llegan los empleos que aquí se cancelan en aras de trácalas y más trácalas.
Ahí están como ejemplos, que no los únicos, pero, sí, hasta por los más iletrados conocidos el golpe al SME y la CFE como prueba de corrupción absoluta. Mexicana de Aviación quebrada artificialmente y hoy el mismo fantasma recorre los pasillos del IMSS para acabar de privatizar también lo poco que queda del ejercicio de la medicina pública.
La seguridad nacional tiene que ver con la soberanía y ésta se encuentra cancelada en la práctica debido a la entrega de los bienes de la nación a manos extranjeras.
Pero también, y de manera fundamental, la soberanía está siendo masacrada por la vergonzosa aceptación de la entrada al país de los miembros de agencias yanquis introduciendo las armas para los narcotraficantes y para sus sicarios, para los paramilitares y quizá incluso para marinos y militares; traficando con las drogas mantenidas como mercancías clandestinas en aras del dinero que al imperio le deja la no sujeción a aranceles y lavando en paraísos fiscales, desde México, el dinero obtenido con el tráfico de las drogas, entre otras cosas, para que junto con el gran negocio de la guerra no colapse el sistema financiero del imperio vecino.
Ahí es donde se masacra la soberanía nacional y de ahí que militares patriotas como Riviello no hayan aceptado en el pasado ni siquiera ir a una reunión con pares del país vecino.
No es en la delincuencia, por más poderosa que sea, la que siempre podrá ser combatida con las armas del Derecho, donde debe buscar la pérdida de la soberanía el general secretario. Para combatir la delincuencia hace muchos siglos que se inventaron los hombres el Derecho y para eso surgieron las firmas de los pactos sociales en aras de propiciar una vida con paz y tranquilidad en cada nación soberana.
La violencia en México tiene que ver con una limpia de pobres, que un usurpador, jefe de las Fuerzas Armadas, lleva a cabo, con el respaldo de éstas que fueron sacadas a la calle sin reglas, pero las que podían haberse negado a unas cuantas cosas que hoy saltan a la vista y que en otro momento necesariamente van a ser documentadas más allá de la prensa y juzgadas en aras de no perder la memoria y de que vuelva a imperar la justicia en este país.