EDITORIAL DEL DIARIO LA JORNADA DE ORIENTE
EL FRACASO DEL SEGURO POPULAR
Ayer, durante un acto realizado en Tetela de Ocampo, Felipe Calderón Hinojosa declaró que el Seguro Popular es un igualador socioeconómico entre la población, pues aseguró que “hoy, ante la enfermedad, son igual el pobre que el rico, por contar con el acceso gratuito al servicio de salud de calidad”.
Evidentemente el primer mandatario se ha arrojado a una gira por todo el país para favorecer a su partido, lo cual suelen hacer todos los políticos, con la diferencia marcada en el caso de Felipe Calderón de que el mandatario plantea la idea de un país inexistente con logros inverosímiles.
El Seguro Popular es un esquema que ni de lejos ha logrado equiparar los servicios de salud que tienen los pobres con los de las clases más favorecidas. El sistema público de sanidad –creado por el Partido Revolucionario Institucional– ha buscado brindar la cobertura a todos los mexicanos, pero lo cierto es que las carencias en este rubro siguen siendo alarmantes.
Para empezar, los usuarios de los servicios del Seguro Popular tienen que pagar por ellos, lo cual ya echa por tierra la aseveración de que se trata de un programa gratuito.
En segundo lugar, el Seguro Popular no tiene dispositivos para tratar todos los padecimientos. Y en tercero, se acusan muchas fallas en este esquema; tan sólo en Puebla las quejas de los supuestos beneficiados son abundantes.
El Seguro Popular creado por Vicente Fox carece todavía de muchas cosas, particularmente de una red de centros de salud, hospitales, clínicas y nosocomios que den cobertura real y eficiente a la población, no sólo mediante paliativos, consultas menores y vacunas.
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