Vedas, violaciones y desvinculación : Sergio Cortés Sánchez

Vedas, violaciones y desvinculación
Por : Sergio Cortés Sánchez

Durante 45 días (16 de febrero al 30 de marzo) los partidos políticos y los precandidatos no podrán comprar tiempos o espacios en los medios de comunicación para promocionarse ni tampoco pueden hacer actos públicos de proselitismo para divulgar sus programas o sus candidaturas. Tampoco los servidores públicos pueden hacer actos de proselitismo electoral y mucho menos disponer del erario para actos ajenos a su investidura. La veda decretada por el organismo federal electoral fue violentada por Felipe Calderón, quien divulgó una encuesta electoral que favorecía a la candidata de su partido y vaticinó una elección presidencial cerrada ante los conejeros de Banamex el pasado jueves 24. La encuesta utilizada por Calderón Hinojosa atribuía la fuente a la presidencia de la República y la empresa que la realizó fue Mercaei; esa misma encuesta fue presentada por el PAN como propia el pasado 13 de febrero y está disponible en el portal electrónico de dicho partido. Si es la misma encuesta y ésta es efectivamente de la presidencia, hay violación a la Constitución, ya que hay un uso faccioso de los recursos públicos para fines ajenos a los de la administración; sí la encuesta pertenece al PAN, hay un uso doloso del presidente de la República al apoyarse en la encuesta de su partido y no en otras que ofrecen registros de intención del voto distintos a los cuatro puntos de ventaja de Enrique Peña sobre Josefina Vázquez, como lo afirmó Calderón Hinojosa, ninguneando la opción de López Obrador.

La semana pasada se dieron a conocer seis encuestas nacionales sobre la intención del voto; en cinco de ellas (Covarrubias y Asociados; Consulta Mitofsky; Buendía–Laredo; Ibsos–Bimsa y Parametría), la diferencia entre el puntero (Enrique Peña) y la segunda posición electoral es entre 12 y 25 puntos de las preferencias efectivas (reasignados a los ciudadanos que no opinan); la encuesta de Mercaei, que fue la utilizada por el PAN y Calderón Hinojosa, es la única que tiene un registro de intenciones de votos para Peña Nieto menor y otro, de Vázquez Mota, mayor a las otras encuestas. Calderón Hinojosa no es presidente del PAN ni coordinador de campaña de Vázquez Mota, debe garantizar la equidad en la contienda y ser neutral, principios no observados y que propician la no credibilidad en el proceso electoral en curso. Hay al menos nueve empresas encuestadoras que han publicado 33 encuestas de intención del voto en los últimos 14 meses, la tendencia observada en esos ejercicios es un voto declinante de Peña Nieto y otro ascendente de López Obrador y de Vázquez Mota. En febrero del año 2006, las encuestas publicadas en la prensa nacional registraban una preferencia efectiva hacia López Obrador de 9 a 12 puntos arriba de la segunda opción electoral; hoy, se ubica entre –12 y –27 puntos por abajo del puntero; la diferencia entre ambos procesos, es una fuerza electoral de por lo menos cinco millones de ciudadanos organizados a favor de López Obrador.
Cuando se intensifican las campañas, aumentan las identidades partidarias y, en periodos de veda, disminuyen: en diciembre del año pasado, 59 por ciento de los ciudadanos radicados en el municipio de Puebla se sentían identificados con algún partido y 41 por ciento, no; la semana pasada, los que se identificaban con algún partido era 36 por ciento y 64 por ciento decía que ningún partido lo representaba. Con la veda cayeron los registros positivos de los candidatos presidenciales, más los de Josefina Vázquez, lo que era esperado, luego de la intensa campaña mediática de casi dos meses para posesionarse como la candidata de su partido. A tres meses del inicio de la campaña interna del Partido Ación Nacional, Vázquez Mota ha ganado 22 puntos en conocimiento y perdido tres puntos en confianza y dos puntos en intención potencial de voto; en esos mismo meses, los ayunantes López Obrador y Peña Nieto perdieron siete y 15 puntos en confianza y nueve y 12 puntos de intención potencial del voto: no cabe duda que los medios de comunicación de masas tienen su encanto en el maleficio.