Candidatos, digan no a la Liguilla
Por: Salvador Camarena
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Si este país algún día se ha de tomar en serio las cosas que realmente importan, debe surgir de inmediato de cada uno de los cuatro candidatos presidenciales, y de sus respectivos partidos, un pronunciamiento que exija a la Federación Mexicana de Futbol mover el horario del juego de la liguilla de este domingo, que a sabiendas la FMF ha programado a la misma hora que el primero de los debates presidenciales del actual proceso electoral. La cita del debate de los candidatos presidenciales debe estar rodeada de la seriedad de lo que está en juego: el presente y el futuro de México. Hay situaciones que no se pueden dejar pasar, y el intento de los federativos del futbol por hacer como si ellos fueran ajenos a la realidad nacional, debe ser corregido por los políticos. En esta coyuntura, no puede quedar duda de que los partidos y sus candidatos son más fuertes y decididos que los intereses que rodean al futbol mexicano. No puede quedar duda tampoco de que en el interés de todos los aspirantes a la presidencia lo que más importa el domingo es llegar a la máxima de las audiencias posibles. Este no es un desafío al Instituto Federal Electoral. De seguir esta ruta, se puede decir que la Federación Mexicana de Futbol lanza un reto abierto a quienes abogan porque el ejercicio democrático sea cotidiano, informado, masivo. Y en ese renglón, los debates son una ocasión privilegiada para generar puntos de vista, contrastar proyectos y acercar a la ciudadanía mensajes que de otra manera suelen limitarse a aquellos que de manera deliberada los buscan. El IFE es fuerte por la suma de los partidos y los ciudadanos. Si los partidos rehúyen manifestarse claramente en contra de esta decisión de la FMF, el órgano electoral solo podrá actuar en nombre de la ciudadanía. Los consejeros tendrían entonces que echar mano de arrojo y creatividad para desmontar la maniobra, no encuentro otra manera de llamarle, que intentan los dueños del futbol.
Y la ciudadanía también debe demandar que los federativos estén a la altura de la aspiración democrática que se supone todos los sectores del México de hoy persiguen. Nadie está pidiendo el retorno de caprichosas cadenas nacionales, ni coartar a los ciudadanos su libertad de elegir lo que quieran ver o escuchar este domingo a las ocho de la noche. Pero hacerse los inocentes a la hora de decidir que obligarán a miles de televidentes a elegir entre un partido de liguilla y el debate, es pan para hoy y hambre para mañana. Porque la democracia requiere de pequeños pasos cotidianos. Si esos federativos pretenden autoengañarse al enviarnos el mensaje de que construir un México donde no ocurran balaceras en las inmediaciones de los estadios es ajeno a no apoyar eventos como el debate, allá ellos. Sin embargo, los candidatos, sus partidos, la autoridad y la ciudadanía tienen que ser claros en su rechazo a ser sometidos a esta desleal competencia entre el futbol y la política. De no ser así, el autogol lo pagaríamos todos. PD. Esta columna fue enviada a la redacción de SinEmbargoMX a las 14:00 horas. A esa hora ningún candidato se había pronunciado al respecto del empate horario liguilla-debate.
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