domingo, mayo 20, 2012

¿Qué se trama en los sótanos contra el pueblo mexicano? : María Teresa Jardí



María Teresa Jardí
¿Qué se trama en los sótanos
contra el pueblo mexicano?

El general Antonio Riviello Bazán, sin duda el mejor secretario de la Defensa Nacional de los últimos sexenios, tenía claro que los nexos con el narcotráfico quedaban demostrados en las fortunas inexplicables que tienen los que se vinculaban a la corrupción que el crimen organizado propicia.
Más allá de que quede claro que lo hay que hacer con el fenómeno, impuesto por los yanquis, del narcotráfico, es controlar los daños. Como se hace en todo lugar donde no aceptan, los que tienen el poder en sus manos, la condena a hacer sufrir al pueblo un genocidio de pobres. Como está haciendo en México desde hace seis años la derecha, encabezada por el PAN, más entreguista del planeta.
Es absurda la pretensión de que militares de alto rango, de un ejército sacado a la calle debido a la contaminación de la policía con el narcotráfico, no tengan nexos con miembros de la delincuencia organizada. No hay manera de combatir el narcotráfico sin tener vínculos con los que sirven de informantes. Miente quien diga que se puede combatir el narcotráfico desde la pulcritud absoluta. Las investigaciones sirven para delimitar las responsabilidades. Aquí ya se sabe que el arraigo suple y mata a la investigación elemental, no digamos a la científica.

Es grave que cuando se encarceló al general Gutiérrez Rebollo no hayan exigido sus propios compañeros generales que se demostrara si realmente tenía la fortuna que habría explicado sus nexos con el crimen organizado. Incluso puede ser que por ingenuidad o porque así convenía a lo que se le había solicitado a Gutiérrez Rebollo hacer como “zar” encargado del combate al narcotráfico, haya instalado a una mujer en un piso de un narcotraficante. Hasta el cansancio la defensa de ese general ha dicho que su enjuiciamiento se debe a una venganza, porque en sus investigaciones aparecieron los hermanos del entonces presidente. Y nunca ha quedado claro que ese general tenga la fortuna inexplicable que sí tienen los impunes hijos de Marta Sahún, ni una casa con un valor inaudito como se ha demostrado que tiene el también impune Genaro García Luna.
Y lo más probable es que tampoco sea el caso de los generales hoy arraigados, provenientes de un ala del Ejército que sigue siendo nacionalista. No al menos el general Ángeles.
Muy preocupante es lo que ocurre hoy con el Ejército nacional al que Calderón se ha empeñado en desprestigiar hasta lo inaudito.
Son inconcebibles las detenciones de altos generales a la puerta de un proceso electoral muy complicado y por una referencia de un “testigo protegido” cuando también se sabe que esos delincuentes en realidad dicen lo que se les ordena que digan en aras de salvarse de una condena que sí merecen.
Y además “testigos” manejados por la tan impresentable DEA. Lo que debería llevar también a la sociedad en su conjunto a encender en rojo todas las luces de alerta.
Una decisión tomada en los sótanos, parece ser a todas, la de atraer miembros del Ejército jubilados y los que por razones de edad pertenecen a la parte del Ejército nacional no entrenado para actuar al servicio de los intereses del imperio gringo. Generales de la vieja guardia de un Ejército hasta hace muy poco respetado y que por razones incluso de origen nacionalista del lado de la defensa de los intereses del pueblo, quizá, se ubican. ¿Generales qué se convierten a la vejez en narcotraficantes? Muy conveniente para quien no quiere irse. Una decisión alarmante para todo mexicano pensante.
¿Qué se trama en los sótanos contra el pueblo mexicano? Es la pregunta que tendríamos que empezar a hacernos todos de manera rauda antes de que sea demasiado tarde.



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