TENDAJÓN MIXTO
A los candidatos
JAIME ORNELAS DELGADO
La mejor propuesta que pueden hacer a la UAP los candidatos de todos los partidos, es comprometerse a entregar de manera suficiente y oportuna los recursos a que está obligado tanto el gobierno estatal como el municipal, y respetar incondicionalmente la autonomía universitaria.
Son muchos los agravios
Los operativos militares mediante los cuales se desalojó violentamente el lunes pasado a los mineros de Cananea, en huelga desde julio de 2007 y a los trabajadores que resguardaban Pasta de Conchos, muestran no sólo la incapacidad del gobierno de Felipe Calderón para resolver políticamente los conflictos sociales, sino también la falta de voluntad política para llegar a una solución negociada que evite tanto la violencia como la violación al estado de derecho, cada vez más precario en el país.
El (des)gobierno de Calderón y, en particular su peón de brega el secretario del Trabajo, sabe que tiene el monopolio legal de la violencia y usan ésta al margen de toda legitimidad. El desalojo de los mineros –cuya prudencia impidió una situación de mayor violenta–, se suma a los agravios que, desde el fraude electoral de 2006, ha venido cometiendo el gobierno de Felipe Calderón en contra de los mexicanos.
Entre esos agravios, esta una guerra donde los “daños colaterales” crecen desproporcionadamente, pero también el acto arbitrario, dictado por el odio irracional que sienten los panistas por el sindicalismo independiente, que dejó sin empleo a 44 mil obreros de LyFC, aunque la razón de la desaparición de la empresa no sólo haya apuntado a la desaparición de SME, sino que también se hizo para facilitar el negocio privado con la fibra óptica propiedad de la paraestatal, mezquino propósito si se considera el daño causado a miles de trabajadores y a sus familias.
Hechos violentos que se reiteran. En 2006, a fines del gobierno de Vicente Fox y con Calderón designado presidente “electo” e ilegítimo, la brutal represión militar cayó sobre la APPO, la sección 22 del SNTE y el pueblo de Oaxaca, que creía en la democracia y en la participación popular para avanzar en la solución de los problemas sociales. En ese momento, los oaxaqueños fueron desalojados de la plaza, que fue ocupada militarmente, los universitarios reprimidos y perseguidos por militares, hasta que el 25 de noviembre fue invadida la ciudad; en Chiapas hay una guerra de “baja intensidad” en contra del EZLN y en Copala, Oaxaca, se asesina impunemente ante la mirada cómplice de Ulises Ruiz y del secretario de Gobernación, incapaces e incompetentes para someter a los paramilitares que matan a activistas, pobladores y dirigentes triquis; en el país, hay cientos de desaparecidos y muchas personas mueren de “gastritis crónica” y desde hace cuatro años, los dirigentes del pueblo de Atenco están presos y tienen encima monstruosas sentencias. Y que decir de la persecución y asesinato de periodistas o del enfermizo acoso de publicaciones como Contralínea, que resiste como bastión del periodismo inteligente y comprometido con la verdad.
Pero si la violencia se ejerce sin consideración y sin media contra el movimiento social y los trabajadores, la justicia no parece llegar a Hermosillo, donde en una lucha desigual, pero ejemplar, los padres de familia de los 49 niños que murieron en el incendio de la guardería ABC y de los más de 100 lesionados, demandan justicia, en un grito que para algunos puede parecer inútil ante un gobierno autista, pero que hoy da sentido a todas las luchas del pueblo de México, que clama ¡Justicia!
Pero eso sí, la “Iniciativa México” nos pide, en voz de Javier “Aznar” Aguirre, no buscar culpables.
A los candidatos
JAIME ORNELAS DELGADO
La mejor propuesta que pueden hacer a la UAP los candidatos de todos los partidos, es comprometerse a entregar de manera suficiente y oportuna los recursos a que está obligado tanto el gobierno estatal como el municipal, y respetar incondicionalmente la autonomía universitaria.
Son muchos los agravios
Los operativos militares mediante los cuales se desalojó violentamente el lunes pasado a los mineros de Cananea, en huelga desde julio de 2007 y a los trabajadores que resguardaban Pasta de Conchos, muestran no sólo la incapacidad del gobierno de Felipe Calderón para resolver políticamente los conflictos sociales, sino también la falta de voluntad política para llegar a una solución negociada que evite tanto la violencia como la violación al estado de derecho, cada vez más precario en el país.
El (des)gobierno de Calderón y, en particular su peón de brega el secretario del Trabajo, sabe que tiene el monopolio legal de la violencia y usan ésta al margen de toda legitimidad. El desalojo de los mineros –cuya prudencia impidió una situación de mayor violenta–, se suma a los agravios que, desde el fraude electoral de 2006, ha venido cometiendo el gobierno de Felipe Calderón en contra de los mexicanos.
Entre esos agravios, esta una guerra donde los “daños colaterales” crecen desproporcionadamente, pero también el acto arbitrario, dictado por el odio irracional que sienten los panistas por el sindicalismo independiente, que dejó sin empleo a 44 mil obreros de LyFC, aunque la razón de la desaparición de la empresa no sólo haya apuntado a la desaparición de SME, sino que también se hizo para facilitar el negocio privado con la fibra óptica propiedad de la paraestatal, mezquino propósito si se considera el daño causado a miles de trabajadores y a sus familias.
Hechos violentos que se reiteran. En 2006, a fines del gobierno de Vicente Fox y con Calderón designado presidente “electo” e ilegítimo, la brutal represión militar cayó sobre la APPO, la sección 22 del SNTE y el pueblo de Oaxaca, que creía en la democracia y en la participación popular para avanzar en la solución de los problemas sociales. En ese momento, los oaxaqueños fueron desalojados de la plaza, que fue ocupada militarmente, los universitarios reprimidos y perseguidos por militares, hasta que el 25 de noviembre fue invadida la ciudad; en Chiapas hay una guerra de “baja intensidad” en contra del EZLN y en Copala, Oaxaca, se asesina impunemente ante la mirada cómplice de Ulises Ruiz y del secretario de Gobernación, incapaces e incompetentes para someter a los paramilitares que matan a activistas, pobladores y dirigentes triquis; en el país, hay cientos de desaparecidos y muchas personas mueren de “gastritis crónica” y desde hace cuatro años, los dirigentes del pueblo de Atenco están presos y tienen encima monstruosas sentencias. Y que decir de la persecución y asesinato de periodistas o del enfermizo acoso de publicaciones como Contralínea, que resiste como bastión del periodismo inteligente y comprometido con la verdad.
Pero si la violencia se ejerce sin consideración y sin media contra el movimiento social y los trabajadores, la justicia no parece llegar a Hermosillo, donde en una lucha desigual, pero ejemplar, los padres de familia de los 49 niños que murieron en el incendio de la guardería ABC y de los más de 100 lesionados, demandan justicia, en un grito que para algunos puede parecer inútil ante un gobierno autista, pero que hoy da sentido a todas las luchas del pueblo de México, que clama ¡Justicia!
Pero eso sí, la “Iniciativa México” nos pide, en voz de Javier “Aznar” Aguirre, no buscar culpables.
Calderón, a Sudáfrica
Ahora resulta que Calderón irá a Sudáfrica, con toda su corte, con gastos pagados con recursos del erario nacional, ya que encontró un pretexto infantil: celebrar una reunión de trabajo con el presidente de esa nación. A ver si informan de cuál es el costo de tan oneroso “viaje de trabajo”.
Ya se pudo
Sin duda, como pidió el licenciado “Vasco Aguirre Cornejo”, convertido en juglar de Los Pinos, el país pasó del “Si se puede” al “Ya se pudo”; sí, ya se pudo empobrecer, aun más, a los mexicanos. En ese propósito, el esfuerzo del gobierno de Calderón ha sido serio y sostenido y, por fin, lo logró: hoy los mexicanos somos tan pobres como jamás habíamos imaginado serlo.
En defensa del Paseo Bravo
Circula un correo electrónico signado por Antonio Ramírez Priesca, en el que se dice preocupado –preocupación a la que nos sumamos– por el “rescate” del Paseo Bravo anunciado recientemente por la presidencia municipal y teme –temor que compartimos– que dicho rescate se haga como el del otrora bello y plácido Jardín del Carmen, donde se colocaron planchas de concreto sobre los prados, se podaron sin misericordia árboles maduros y se elevó a una plancha ridícula una fuente colonial, sobre la que constantemente cae agua y que se erosionará inevitablemente, como está ocurriendo con la fuente de San Miguel del Zócalo.
Agrega Antonio, que el doctor Efraín Castro ha llamado la atención sobre este hecho sin que nadie le haga caso y teme que si el “rescate” avanza se perderá el último pulmón verde del Centro Histórico, con árboles maduros, calandrias silbando en sus copas y con sombras frescas para cobijarse de este inclemente sol de junio.
Concluye el correo, señalando: “una cosa es que el Paseo Bravo requiera de agua y escoba, atención a sus setos, sembrado de plantas de ornato y flores, además de mantenimiento a su alumbrado público y vigilancia policíaca las 24 horas del día como cualquier otro parque”, y otra que se pretenda destruirlo.
Finalmente, llama a enviar mensajes a la presidencia municipal para impedir el ecocidio que se pretende ocultar con el pudoroso nombre de “rescate”.
No se confíe
Si bien el sábado pasado no se elevaron los precios de las gasolinas y el diesel, el señor Ernesto Cordero, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, anunció que el deslizamiento del precio de la gasolina continuará y se aplicará el segundo sábado de junio. Aclaró que, desde mayo, el incremento en el precio de los combustibles se aplicó el segundo sábado de ese mes y así seguirá siendo en los meses siguientes.
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