sábado, mayo 05, 2012

Presentación, no debate : Laura Bolaños Cadena


 Presentación, no debate
Laura Bolaños Cadena

Este artículo, escrito antes del domingo 6 del presente, coincide con la opinión generalizada de que el encuentro entre los candidatos a la presidencia está cuidadosamente preparado para evitar, en lo posible, exhibir las notorias deficiencias y limitaciones de Enrique Peña Nieto. Y de paso continuar con la política de cerrar oportunidades de avance a López Obrador. De perlas les vino la intervención de Salinas Pliego y el partido de fútbol que se transmitirá por la televisión comercial a la misma hora del simulacro de que hablamos. Cuanto menos riesgo se corra de balconear al candidato de las televisoras, mejor.
Debate es discusión, confrontación de opiniones, controversia, polémica, y no puede limitarse a dos minutos, sobre todo cuando se está tratando un tema de máxima importancia nacional. El debate entre los dos candidatos a la presidencia francesa duró tres horas, más tiempo de lo previsto, y sin embargo la transmisión no fue cortada.
Aquí Gobernación, sin vergüenza ninguna, se agacha sumisa ante los poderosos consorcios dueños de los canales principales. No puede ¡ay! hacer nada. Es taaan legal y respetuosa que no quiere imponerse al IFE. A éste no le importa ni salvar la cara con tal de quedar bien con los magnates de la televisión. Pero haría mejor en callarse la boca y asumir su papel subordinado; nada obliga al instituto a publicar desplegados lacrimeantes como el aparecido en la prensa hoy, viernes 4 de mayo, suplicándoles a los concesionarios de los medios electrónicos de comunicación que sean buenitos y ¡por favor! no transmitan el partido de fútbol a la misma hora de la presentación de los candidatos.


Si el gobierno no te surte las medicinas…

…que se las pague a las farmacias privadas con dinero del presupuesto, o sea dinero nuestro, y claro, dándoles sus respectivas ganancias. Laboratorios y farmacias particulares no lo van a hacer gratis. Ellos no regalan las medicinas ni el trabajo que invertirían en la distribución, ni tienen obligación de hacerlo. El gobierno tampoco nos regala nada, lo hemos pagado de antemano con años de trabajo, impuestos y cuotas al IMSS o al ISSSTE. Las instituciones oficiales de salud están obligadas a surtirnos los medicamentos necesarios y nosotros debemos exigirlo.
Los verdecitos pretenden eximirlas de esta obligación y para ello nos endilgan mensajes propagandísticos tramposos. En vez de obligar al gobierno a que cumpla con su deber, lo liberamos para que pague con nuestro dinero no nada más el costo de las medicinas, sino las ganancias a negocios privados. El pago de esas ganancias no va a salir de los bolsillos de los funcionarios públicos, sino del presupuesto.
Pero la propaganda del Verde Ecologista oculta otro simpático mensaje: quiere decir que si su candidato llega a la Presidencia, tampoco va a surtir las medicinas en las instituciones correspondientes, nos va a mandar a regalarle ganancias a la empresa privada. La pretensión del PVE es precisamente favorecer a este sector. No es por nada que apoya al candidato del PRI.

No son guerrilleros

El gobernador priísta de Michoacán, Fausto Vallejo, acudió a una torpe acusación para justificar su respuesta violenta a los estudiantes de la Normal de Apatzingán. Sin la menor prueba afirma que son guerrilleros. Por si no fuera suficiente con la burrada cometida, este señor exhibe su falta de aptitudes políticas y su propensión al berrinche antes que al razonamiento.
Responder como él hizo a la provocación de los estudiantes y luego acusarlos de lo que no puede probar, revela pocos alcances. Si en algún momento obró Zedillo de forma inteligente, fue con el manejo que dio a la huelga de universitarios en su sexenio. Los provocadores infiltrados en el movimiento buscaban que se repitiera otro 68; pero el entonces mandatario tuvo buenos asesores en este caso. Dejó que el público en general y los propios universitarios se aburrieran de los desatinos de los dirigentes de la huelga. Transcurridos nueve meses mandó entrar a la policía con la orden estricta de no lastimar a nadie ni con un rasguño. Fuera de algunas protestas aisladas, no hubo ni siquiera grandes críticas al gobierno por esta acción. Luego, poco a poco, se liberó a los aprehendidos durante la entrada policíaca. Y tantán, lo que pudo haber sido un movimiento estudiantil que hubiera redundado en mejoras a la UNAM, se quedó en nada gracias a la acción de los extremistas incrustados en la dirección. Y el gobierno tan tranquilo.
Pero Fausto Vallejo parece salido de las filas diazordacistas o echeverristas.


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