Carlos
Fernández-Vega
México SA
FC y sus oportunidades
Discurso y realidad laboral
Informalidad a todo galope
Un par de semanas atrás el inquilino de
Los Pinos presumió que, gracias a él, en México las oportunidades de
empleo se han incrementado a paso veloz y que, por lo mismo, un número
creciente de paisanos radicados en Estados Unidos desean regresar al
paradisiaco país construido por Felipe Calderón, siempre de acuerdo con su
idílica versión, según la cual la oferta laboral interna no sólo resulta
suficiente para los que se quedaron, sino que alcanza y sobra para los que
emigraron.
Desde luego que no es la
primera vez que el susodicho se aparta de la realidad –de hecho es práctica
cotidiana–, pero las información oficial más reciente (Inegi, primer trimestre
de 2012) aporta elementos para realizar una suerte de corte de caja en
materia de empleo a lo largo de la autodenominada presidencia del
ídem y detallar las oportunidades citadas por el inquilino de Los
Pinos.
A lo largo de los 64
meses de estadía calderonista en la residencia oficial, el número de mexicanos
en edad y condición de laborar (población económicamente activa) se incrementó
5 millones 144 mil, para sumar, al cierre de marzo pasado, casi 49.6 millones.
Con estos elementos y considerando aquello de las idílicasoportunidades citadas
por Calderón, era de esperarse que al concluir el primer trimestre del presente
año la oferta laboral en México fuera espectacularmente holgada, de tal suerte
que no sólo atendiera positivamente la voluminosa demanda interna, sino que
registrara excedentes para recibir a la paisanada que desea regresar.
Sin embargo, la terca
realidad resulta un enemigo imposible de vencer, especialmente cuando pretende
combatirse a golpe de discursos: en esos 64 meses, sólo uno de cada cinco
mexicanos en edad y condición de laborar logró emplearse permanentemente en el
sector formal de la economía; si se incluyen las plazas eventuales, la
proporción es de uno de cada tres. Como se observa, el balance –aún con cifras
oficiales– ni lejanamente avala la versión de Los Pinos sobre la creación
deoportunidades. De los 5 millones 144 mil mexicanos que se incorporaron al
mercado laboral en el citado periodo, sólo 1.1 millones se emplearon
permanentemente en el sector formal de la economía, y otro medio millón,
aproximadamente, lo hizo de forma eventual.
¿Dónde quedó el resto?
(alrededor de 3.5 millones de personas). Pues bien, al revisar las cifras
aparecen las oportunidades reales: en esos 64 meses, alrededor de 2
millones 314 mil mexicanos obligadamente se incorporaron al sector informal de
la economía, o lo que es lo mismo, uno de cada dos mexicanos incorporados al
mercado laboral a lo largo del calderonato no tuvo otra opción que incorporarse
al ejército de la informalidad. Así, al cierre de marzo pasado 13.7 millones de
personas sobreviven en tal sector. A estas oportunidades deben
sumarse los cerca de 900 mil desocupados que el presente sexenio acumula, para
sumar –histórico incluido y siempre de acuerdo con las cifras oficiales– 2.44
millones en tan precaria condición. En el aire quedan alrededor de
330 mil mexicanos que la estadística no ubica. ¿Tal vez forman parte del
ejército del crimen organizado?
Ese es el balance de las oportunidades
de empleo presumidas por el inquilino de Los Pinos dos semanas atrás, oportunidades a
las que deben sumarse la pérdida de poder adquisitivo y los salarios de hambre
que se pagan en este país. Entonces, a menos que las condiciones internas
cambiaran drásticamente en tan sólo 15 días, las cifras oficiales ni de lejos
avalan el discurso calderonista, aunque tampoco es para sorprenderse, porque
esa ha sido la norma a lo largo del sexenio que, felizmente, está por concluir.
Por otra parte, el Inegi
divulgó ayer su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, con cifras al cierre
del primer trimestre de 2012, y entre las oportunidades que reporta
se cuentan las siguientes: 60 por ciento de los mexicanos ocupados obtiene
ingresos de cero a tres salarios mínimos como máximo; 65 por ciento de ellos no
tiene acceso a las instituciones de salud; más de 6 millones de mexicanos están
laboralmentedisponibles (para trabajar, pero ya no buscan empleo por
considerar que no tienen posibilidades de encontrarlo); 2.87 millones no
obtienen remuneración; en la subocupación se encuentran 4 millones; 1.5
millones se dedican a la agricultura de subsistencia; 40 por ciento de los
ocupados carecen de prestaciones de ley; cerca de 50 por ciento carece de
contrato; 13.7 millones laboran en la informalidad y 2.44 millones están
abiertamente desocupados. En fin, una realidad que ni lejanamente coincide con
el discurso de las oportunidades, y mucho menos con el auto calificativo
de presidente del empleo.
Otros elementos que
aporta el Inegi para el periodo enero-marzo de 2012 son los siguientes: la
población de 14 años y más disponible para producir bienes y servicios en el
país fue de 49.6 millones (58.4 por ciento del total), cuando un año antes
había sido de 47.9 millones (57.5 por ciento). Este incremento de 1.7 millones
de personas es consecuencia tanto del crecimiento demográfico, como de las
expectativas que tiene la población de contribuir o no en la actividad
económica. Mientras que 77 de cada 100 hombres en estas edades son
económicamente activos, en el caso de las mujeres 42 de cada 100 están en esta
situación.
Más de la mitad de la
población ocupada (50.7 por ciento) se concentra en las ciudades más grandes
del país (de 100 mil y más habitantes); le siguen las localidades rurales
(menores de 2 mil 500 habitantes) donde se agrupa 20.3 por ciento de la
población ocupada total; los asentamientos que tienen entre 15 mil y menos de
100 mil habitantes (urbano medio) albergan 15.1 por ciento y, el resto de los
ocupados (13.9 por ciento) residen en localidades de 2 mil 500 a menos de 15
mil habitantes (urbano bajo). Por sector de actividad el 13.4 por ciento de los
ocupados trabajan en el sector primario; 23.7 por ciento en el secundario o
industrial y 62.2 por ciento en el terciario o de los servicios. El restante 0.7
por ciento no especificó su actividad económica.
Las rebanadas del pastel
Así, o quieren más oportunidades para
los mexicanos, paisanada incluida… En la entrega de ayer el primer sumario
amaneció como aliados importados, cuando en el original claramente se
leía alimentos importados. ¿El duende anda necesitado dealianzas?
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