Buena pregunta : María Teresa Jardí

Buena pregunta
María Teresa Jardí

En una conferencia sobre las drogas, un estudiante se levanta y plantea una muy interesante pregunta: ¿Por qué los narcotraficantes matarían a sesenta mil potenciales consumidores del producto que venden? Y sí. No se entiende ni siquiera el porqué se asesinarían entre ellos cuando el mundo es tan grande.
Los narcotraficantes son, o eran antes de que el sector que maneja como cosa propia la cosa pública desde lo político decidiera que el dinero de la droga mantenida como mercancía clandestina era una forma de financiamiento para engrosar sus bolsillos y para mantener incluso los sistemas financieros.
Si a los narcotraficantes se les combatiese con la ley en la mano por instituciones armadas en su estructura con la ética necesaria para enfocarse al combate al delito, volverían a ser perfectamente capaces de llegar a arreglos por lo que toca al control de “las plazas” que se repartirían entre ellos.
La complicación se da cuando la clase política se vincula de las mil formas posibles a los narcotraficantes supliéndolos como cabeza incluso en muchos casos. De Ahí que las declaraciones de Poiré lo único que despierten sea la flojera, con la que hoy se lee en general lo que declaran los funcionarios panistas, a sabiendas de que o mienten o no dicen ya nunca nada que tenga el mínimo de los sentidos, no para los gobernados al menos.

Que los narcos o más bien que el dinero de la droga mantenida como mercancía clandestina en países como el nuestro han infiltrado los tres niveles de gobierno no es noticia en México.
Noticia habría sido escuchar al secretario de Gobernación, del usurpador genocida, decir, por ejemplo, que en otros lugares, con gobernantes menos entreguistas, se van despenalizando las drogas a fin de resolver de entrada el problema de violencia que crea el mantenerlas como mercancías clandestinas. Sería noticia escucharlo declarar que incluso en el imperio vecino ya se conocen los nombres de algunos de los magnates que viven de la siembra de la mariguana y que los mismos incluso ya exigen que se les permita bancanizar las ganancias, para no tener el engorro de lavar antes el dinero que la venta de la mota les deja, pienso yo al leer la nota. Las ganancias de individuos como Paul Stanford, quien, “ya ha ganado sus primeros diez millones de dólares”, dice la nota del diario La Razón, en la que aparece retratado, el día 2 de enero del presente año, a ocho columnas en su primera plana, en uno de sus almacenes, en medio de altas matas de mariguana, dando a conocer también a los lectores que la legalización en Oregón de esa droga salvó a ese “empresario” de la ruina y que su producción ya se vende en seis estados de la Unión Norteamericana.
Y, en el mismo diario, el mismo día, al lado de esa nota también se informa que Estados Unidos de Norteamérica, en 3 años, le ha entregado al gobierno mexicano 900 millones de dólares para combatir la producción de ese mismo enervante en suelo mexicano.
Toda una contradicción, a menos que se trate de proteger la producción de mariguana en el país vecino. Lo que contradice incluso la firma del Tratado de Libre Comercio dado que al menos de manera pública no se conoce que la siembra de la mariguana haya quedado restringida en el suelo mexicano en aras de proteger a los empresarios que en el vecino país la siembran...
Empezarnos a interrogar sobre los problemas del país con la lógica elemental del estudiante que hizo la pertinente pregunta a los ponentes sobre un tema que amerita ser analizado desde otras perspectivas que nos lleven a las respuestas correctas de quién gana, por ejemplo, con las masacres diarias con las que se limpia de pobres a México es quizá lo que puede llevar a la sociedad a convertirse en la promotora del cambio que el país demanda.
La Gordillo, con un funcional a modo que se presta a ello, ya tiene candidato para restarle votos a AMLO y habrá quien vote por el PANAL pensando de buena fe que quizá sería un acierto que gobernara un ecologista sin preguntarse antes porqué un país con tantos millones de mexicanos debe mantener el partido de la dueña del Sindicato de maestros, beneficiada con el manejo de la Lotería y la dirección del ISSSTE por su apoyo hace seis años al usurpador panista.