Virginia González Melgarejo : Nuestra voz en el Congreso

Nuestra voz en el Congreso
Virginia González Melgarejo

En medio de un impresionante operativo de seguridad, ante la protesta de miles de ciudadanos, se presentaron en el Senado de la República el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, y el director del IMSS, Daniel Karam. La comparecencia conjunta para hablar de la situación laboral del país pudo verse a través del canal de televisión del Congreso y verla confirmó lo que todos ya sabíamos de Lozano Alarcón.

El primero en tomar la palabra fue el diputado federal por el Partido del Trabajo Mario di Constanzo, y es a su intervención a la que haré referencia. Lo primero que les señaló a ambos funcionarios fue que no eran bienvenidos y que mucho menos agradecía su presencia, misma que había sido pedida desde mucho tiempo atrás. A Lozano le dijo que era un irresponsable, negligente y mentiroso, pues las cifras que presentaba no correspondían con la realidad que se vive en el país. Con cifras del Inegi, Di Constanzo les recordó que la tasa de desocupación en el primer semestre del año fue la más alta desde 2001 y que en el país hay 13 millones de personas que han desistido de buscar empleo, lo que significa 12 por ciento de la Población Económicamente Activa, lo cual contradice categórica y contundentemente las cifras presentadas por Lozano.

A Lozano le señaló, además que la generación de escasos 20 mil empleos por mes no eran suficientes, pues se requieren 100 mil nuevos puestos de trabajo mensualmente; incluso, le dijo a Lozano que los empleos creados son de mala calidad y precarios, con salarios tan reducidos que ni siquiera permiten a los trabajadores adquirir la canasta básica.

Mario di Constanzo le echó en cara a Lozano el desmantelamiento de Mexicana de Aviación, la actitud que había tomado en contra del sindicato de pilotos y sobrecargos y antes contra los mineros de Cananea y los trabajadores del SME, al mismo tiempo hizo mención de su incapacidad para resolver los conflictos laborales y concluyo diciéndole que la única ley que hace valer es la ley de sus compinches. “¿Usted creé que somos tontos?”, le preguntó y remató: “Sus cifras maquilladas se contraponen a la realidad. ¿Cómo vamos a creer que todo va de maravilla cuando el índice de la construcción se redujo en el primer trimestre 3,8 por ciento y la actividad primaria se contrajo 1.5 por ciento?”

Lozano permanecía distraído, prepotente, arrogante, grosero ante las palabras del diputado petista que desnudaban la realidad del país, Miraba al techo, tomaba sorbos de agua, revisaba sus notas, escribía, cuchicheaba con quien estaba a su lado, pero jamás se dignó a mirar a los ojos a quién le echaba en cara su ineficiencia, ni siquiera cuando le preguntó ¿a quién sirve usted?, ¿qué ha hecho como secretario del Trabajo?, ¿a quién representa? Salga a la calle y pregúntele a los miles de desempleados, que hoy han venido a protestar, si todo va de maravilla a ver que le responden.

Cerró el diputado Di Constanzo diciendo: “si en el IMSS encubren asesinos, como no van a maquillar las cifras, me da vergüenza que haya funcionarios como usted en este gobierno que dice llamarse del empleo.” Después de esto, sabemos que tenemos voces valerosas que nos representan dignamente en el Congreso. Gracias, Mario di Constanzo, muchas gracias por ser la voz de los trabajadores.