sábado, agosto 21, 2010

Jorge Lara Rivera : A tambor batiente o “A Dios rogando y con el mazo dando”

A tambor batiente o “A Dios rogando y con el mazo dando”
Jorge Lara Rivera


“Hasta el último día de mi mandato” fue la acre respuesta del titular del Ejecutivo, dada durante la jornada respectiva del “Diálogo Nacional por la Seguridad” con legisladores y partidos políticos, al cuestionamiento, que intentó ser irónico, de Jesús Ortega enunciando una constante preocupación de la sociedad por una fecha cierta para el retorno del Ejército a sus cuarteles.
Aunque retador y prepotente el tono, con todo su laconismo la frase no impidió que trasluciera la fragilidad de este régimen y, al menos, las dos rutas igualmente inquietantes que está resuelto a seguir. Por la clara autoconciencia gubernamental de su descrédito, su impopularidad seguirá requiriendo del apoyo de tanquetas y fusiles y en usar ese privilegio tiene que ver la primera; mientras que con un condicionamiento sombrío del ambiente en que habrán de celebrarse los comicios de 2012, la segunda: el Ejército ya en las calles …por lo que se pudiera ofrecer. Después de todo a la presente administración federal panista no le preocupan pruritos democráticos pues consiguió empoderarse “haiga sido como haiga sido”.

Idea fija en el mayacol tránsfuga social, desclasado y arribista, copiada al encomendero español y al criollo inculcada era la de no bajar la guardia ante “la chusma” (el pueblo); no hay que quererlo, repetían, sino que “al indio con una mano le das el pan y en la otra ten un palo para caerle a golpes cuando se te insubordine”. Pero es que en la presente situación del país ambas manos parecen tener lo mismo: garrote, pues el PAN-Gobierno nos ha metido en este tremendo lío y encima quiere reprimir a quien no quiera asumir los costos de los yerros únicamente debidos a sus desatinos.
Así tal respuesta, signo y condena del ocupante de Los Pinos, es muestra condensada de la ideología de un sector privilegiado, ejemplifica iluminadoramente el pensamiento y la aceda cosmovisión clasista y represora de gente dispuesta a todo por conservar sus prebendas y canonjías, su impunidad sin remilgos. Y no es que sorprenda esta desfachatez en lo afirmado por quien encabeza el equipo a cargo de la administración pública federal, sino precisamente que su brutal franqueza rayana en el cinismo, obvia la nutrida cantidad de “recomendaciones” internacionales y nacionales y “observaciones” que se han recibido solicitando la pronta desmovilización del Instituto Armado por el saldo sangriento de víctimas civiles y muchos casos de daño colateral y abusos que a aquél se imputan. Hablar de sinceridad, sin embargo, sería excesivo. Este gobierno se ha caracterizado por exhibir un día sí y otro igual que la verdad no es su fuerte por mucho que la ex titular de SEDESOL y de la SEP, Chepina Vázquez Mota, pontifique sobre una galaxia remota y desconocida a sus correligionarios: la virtud. Allí queden como reciente, pero de seguro no último, “botón de muestra” las declaraciones del neófito secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo quien, ante los medios, afirmó primero que todo en el paquete fiscal a proponer del próximo año estaba sujeto a negociación y eso incluía la plausible posibilidad de ¡bajar los impuestos! –una promesa hecha y de continuo incumplida por este gobierno panista– y enseguida, cuatro horas luego, se desdecía ante los representantes de la prensa enredándose, balbuceante, en la madeja de sus engañifas para pretender negar ese ofrecimiento registrado por videocámaras y grabadoras. Quesque nunca dijo, lo que sí dijo, aun cuando para cualquiera resultó audible y clara su oferta. Y se puede verificar revisando las grabaciones.
Mientras, la amenaza financiera a nuestro sistema económico comienza a perfilarse en el horizonte financiero, aunque el INEGI anuncie con bombos y platillos que el pasado trimestre crecimos un 7%. Lejos de cámaras y micrófonos entre tanto se niega el amparo al SME, traicionando el ofrecimiento oficial del patrón sustituto con CFE (¿no se antoja conocido el procedimiento?). Y allí están la Secretaría del Trabajo en manos del esquirol Javier Lozano Alarcón y personeros del Instituto Nacional de la Juventud tratando de tapar el sol con el dedo, de ocultar la dimensión real del desempleo que hunde en la pobreza a los jóvenes y lleva a tantos a engrosar las filas del crimen organizado, la misma que obliga a trabajar, para subsistir, a millones de niños menores de catorce años en el país. Ora sí que este régimen de ensoberbecidos creyentes adoradores del Becerro de Oro está a su dios rogando y con el mazo dando (o amenazando apenas veladamente con hacerlo).

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