¿Nada más 28 mil homicidios en los cuatro años?
Por Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Contradiciéndose entre la PGR y el CISEN (órgano de la secretaría de Gobernación, como la Cofetel, bajo el mando presidencial, para imponer autoritariamente la parcialidad de Calderón), se nos ha enterado a fuerza de presiones de la opinión pública, que se amontonan los cadáveres de 28 mil mexicanos, entre narcos, soldados, policías y funcionarios de la administración pública. Y claro, incluye a niños, mujeres y civiles que nada tienen que ver con ese tremendo lío de venta, consumo y tráfico de drogas. Pero, uno se pregunta: ¿sólo 28 mil? Son, empero, ya muchísimos. Aunque según las cifras, que empezaron con los feminicidios y que no paran (en Sonora, Estado de México, Chihuahua, Ciudad Juárez; Durango, Jalisco, etc.), algunas agendas aseguran que en lo que va del calderonismo, los homicidios llegan a 300 mil. Y en otras estadísticas que superan los 400 mil.
Y que lo de fondo es que miles de homicidios no se cuantifican oficialmente, aparte de que Don Gobierno disminuye las cifras para que la población que sobrevive no caiga en más pánico del que ya tiene a causa de la creciente inseguridad. Pero, volviendo a los números, lo cierto es que nuestros gobernantes (y de otros pueblos: “mal de muchos, consuelo de tontos”) sean del PRI, PAN o PRD, nos mienten con cifras abultadas si son a su favor o su disminución cuando los desfavorecen. Cuando menos el que escribe, no es optimista para aceptar que únicamente, como nos aseguró el empresario metido a funcionario, Guillermo Valdés, director del CISEN, ha habido 28 mil asesinatos; cuando son homicidios que no han sido investigados y en el lugar de los hechos criminales tan sólo se ha levantado una que otra acta de defunción y algunas del Ministerio Público.
Por Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Contradiciéndose entre la PGR y el CISEN (órgano de la secretaría de Gobernación, como la Cofetel, bajo el mando presidencial, para imponer autoritariamente la parcialidad de Calderón), se nos ha enterado a fuerza de presiones de la opinión pública, que se amontonan los cadáveres de 28 mil mexicanos, entre narcos, soldados, policías y funcionarios de la administración pública. Y claro, incluye a niños, mujeres y civiles que nada tienen que ver con ese tremendo lío de venta, consumo y tráfico de drogas. Pero, uno se pregunta: ¿sólo 28 mil? Son, empero, ya muchísimos. Aunque según las cifras, que empezaron con los feminicidios y que no paran (en Sonora, Estado de México, Chihuahua, Ciudad Juárez; Durango, Jalisco, etc.), algunas agendas aseguran que en lo que va del calderonismo, los homicidios llegan a 300 mil. Y en otras estadísticas que superan los 400 mil.
Y que lo de fondo es que miles de homicidios no se cuantifican oficialmente, aparte de que Don Gobierno disminuye las cifras para que la población que sobrevive no caiga en más pánico del que ya tiene a causa de la creciente inseguridad. Pero, volviendo a los números, lo cierto es que nuestros gobernantes (y de otros pueblos: “mal de muchos, consuelo de tontos”) sean del PRI, PAN o PRD, nos mienten con cifras abultadas si son a su favor o su disminución cuando los desfavorecen. Cuando menos el que escribe, no es optimista para aceptar que únicamente, como nos aseguró el empresario metido a funcionario, Guillermo Valdés, director del CISEN, ha habido 28 mil asesinatos; cuando son homicidios que no han sido investigados y en el lugar de los hechos criminales tan sólo se ha levantado una que otra acta de defunción y algunas del Ministerio Público.
En cambio, estoy de acuerdo con quienes pensamos que, conforme a las informaciones desde hace cuatro años (si nos extendemos hasta Díaz Ordaz o Salinas, la cifra es de millones), esos homicidios acumulados se acercan a los 400 mil. Diariamente hay reportes de delincuentes, uniformados y civiles que registra el CISEN y la PGR (entre estos la diferencia es de 10 mil homicidios), no son todos los que ocurren en el país por la violencia de los narcos que se hacen justicia por su propia mano y los muertos que resultan de sus enfrentamientos con los militares. La suma es hasta diez veces más de lo que reportan. Y miles de ellos quedan en el olvido. Calderón nos ha mentido y no ha rendido las cuentas porque, en primer lugar, sus informantes son la PGR y el CISEN que ni entre ellos se ponen de acuerdo. Si no son 400 mil los homicidios, entonces la autoridad debería tener un registro de actas ministeriales y defunciones, para probar que solamente son 28 mil (lo que es alarmante y suficiente para ponerse a rezar y llorar). Esta es una cifra fallida, consecuencia del fracaso calderonista en su combate a lo que todos los mexicanos quisiéramos que estuviera ganando, para devolverle la seguridad al país, con todo y que la crisis económica está generando que vuele por los aires la paz social.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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