Madre... otro aumento
Virginia González Melgarejo
Como para regalar a las madres, el pasado fin de semana se registró un nuevo aumento a las gasolinas Magna y Premium y al Diesel, registrándose así el quinto en lo que va del año. Ya en el mes de diciembre pasado, mientras celebrábamos la navidad, nos habían recetado dos aumentos con lo que en los últimos seis meses suman ya siete los incrementos a los combustibles, y prometieron seguir así hasta el fin de este año, el objetivo: alcanzar los precios internacionales de los combustibles. A partir del sábado se pagan ocho pesos con 20 centavos por cada litro de Magna; 8.56 por el Diesel y 9.82 por la gasolina Premium. Poco a poquito, como para que no se sienta, el gobierno federal incrementa los precios de los combustibles, y aunque dicen que este ajuste no genera inflación, lo cual estaría por verse, si representa un mayor desembolso para la muy castigada economía de las familias mexicanas, para los transportistas de bienes y pasajeros, para los pescadores y los agricultores porque, mire, si llenaba usted su tanque con 326 pesos, hoy el tanque lo llena con 450 devaluados pesos.
Virginia González Melgarejo
Como para regalar a las madres, el pasado fin de semana se registró un nuevo aumento a las gasolinas Magna y Premium y al Diesel, registrándose así el quinto en lo que va del año. Ya en el mes de diciembre pasado, mientras celebrábamos la navidad, nos habían recetado dos aumentos con lo que en los últimos seis meses suman ya siete los incrementos a los combustibles, y prometieron seguir así hasta el fin de este año, el objetivo: alcanzar los precios internacionales de los combustibles. A partir del sábado se pagan ocho pesos con 20 centavos por cada litro de Magna; 8.56 por el Diesel y 9.82 por la gasolina Premium. Poco a poquito, como para que no se sienta, el gobierno federal incrementa los precios de los combustibles, y aunque dicen que este ajuste no genera inflación, lo cual estaría por verse, si representa un mayor desembolso para la muy castigada economía de las familias mexicanas, para los transportistas de bienes y pasajeros, para los pescadores y los agricultores porque, mire, si llenaba usted su tanque con 326 pesos, hoy el tanque lo llena con 450 devaluados pesos.
La excusa que se dio cuando se autorizó el gasolinazo fue que esos recursos serían destinados a los estados, ya que compensarían las pérdidas por los bajos precios que había registrado el precio internacional del petróleo, lo cual, como todo lo proveniente de Los Pinos, resulta un embuste más pues este año se han recibido más de 2 mil millones de dólares por excedentes petroleros, lo cual desmiente la “necesidad” de continuar con los aumentos a las gasolinas; por el lado de los recursos para los estados, el gobernador de Coahuila Humberto Moreira, acusó al gobierno federal de no entregar los recursos provenientes de la venta de combustibles, y preguntó ¿cuánto es y dónde está ese dinero? y agregó: “ese dinero no se entrega a los estados y municipios como se había pactado. La venta que se hace de gasolinas asciende a 22 mil millones de pesos por mes y de poco más de 9 mil millones de pesos la que se registra por la venta mensual de Diesel.”
Si el gobierno está muy preocupado por igualar los precios de las gasolinas con los precios de EU, debería tener la misma preocupación por los salarios, y me pregunto ¿porqué no exigimos un ajuste mensual a los salarios, para igualarnos a los salarios estadounidenses?, o por lo menos para no seguir en la caída vertiginosa que ha sufrido el poder adquisitivo de los mexicanos en este lamentable sexenio.
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