Sudáfrica y la IMPUNIDAD en México
Ricardo Andrade Jardí
Mientras Fecal sigue jugando al tonto, para ver si alguien, aunque sea de los que se comieron la mentira de que votar por AMLO significaba un peligro para México. Lo que 3 años de imposición calderonista con creces ha quedado desmentido y con creces demostrado que el único peligro para México es el PRIAN. Además de serlo las televisoras comerciales, que manipularon la epidermis de una sociedad educada por “Chabelo” y bajo el control educativo de las corruptas huestes de “la maestra” Gordillo, exmilitante priísta y hoy aliada del usurpador, que juega, insisto, a saber por medio de una encuesta, seguramente controlada por Hildebrando, lo que garantiza, no un resultado real, sino un resultado deseable para el usurpador: si debe ir o no al mundial.
Una muy comprometida acción en un país donde el crimen organizado controla, por medio del terror deseable en toda dictadura, más de la mitad del Norte del país.
Eso es Calderón. Un pelele, incapaz de poner remedio a sus estupideces.
Ricardo Andrade Jardí
Mientras Fecal sigue jugando al tonto, para ver si alguien, aunque sea de los que se comieron la mentira de que votar por AMLO significaba un peligro para México. Lo que 3 años de imposición calderonista con creces ha quedado desmentido y con creces demostrado que el único peligro para México es el PRIAN. Además de serlo las televisoras comerciales, que manipularon la epidermis de una sociedad educada por “Chabelo” y bajo el control educativo de las corruptas huestes de “la maestra” Gordillo, exmilitante priísta y hoy aliada del usurpador, que juega, insisto, a saber por medio de una encuesta, seguramente controlada por Hildebrando, lo que garantiza, no un resultado real, sino un resultado deseable para el usurpador: si debe ir o no al mundial.
Una muy comprometida acción en un país donde el crimen organizado controla, por medio del terror deseable en toda dictadura, más de la mitad del Norte del país.
Eso es Calderón. Un pelele, incapaz de poner remedio a sus estupideces.
Pero eso somos también una buena parte de los mexicanos incapaces de comprender que la dignidad no se negocia. No se “catafixia”. Incapaces de comprender que el usurpador seguirá haciendo lo que se le pegue la gana, junto a la mediocre aristocracia y la ambiciosa clase política, mientras el país les genere un mínimo de utilidades, para después huir a Miami o Mónaco (los más exquisitos) a disfrutar de sus fortunas, ganadas con el sudor de miles de mexicanos que nunca verán una compensación real por su explotado trabajo.
Que nadie se equivoque. Mientras en los retenes se siguen asesinando familias y el jovenicidio sienta sus reales en Ciudad Juárez. El usurpadorcito se irá al mundial a ver el ridículo papel de la, oficialmente patrocinada por la Coca-Cola, selección nacional.
Y, en tanto y en ausencia del usurpador, que ya prepara sus maletas para irse a Sudáfrica, los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez y el Estado de México, seguirán en la IMPUNIDAD más absoluta, los jóvenes seguirán siendo asesinados en ciudades bajo el control militar y parapoliciaco, cuando se retire el militar y los responsables asesinos, de la ejecución de los 50 niños en una guardería pública subrogada como negocio familiar a las mafias que dominan, seguirán cobrando sus inmorales salarios, por su eficaz trabajo preventivo, aprendido al pie de la letra de las enseñanzas de G. W. Bush.
Los ejidatarios de San Salvador Atenco, prisioneros del prianismo, purgarán sus condenas de 112 años de prisión para que a nadie, y menos aún a un campesino, se le ocurra la peligrosa idea de defender lo que por derecho nos pertenece a todos y a todas.
Mucho fútbol veremos en las próximas semanas. En tanto la oligarquía prepara sus próximos golpes. Consciente, ella sí, de su clase. Golpes para defender sus privilegios conquistados con crímenes atroces, convenientemente no tipificados como delitos, porque son ellos mismos los que escriben las injustas leyes, ante una sociedad adormilada que se ha tragado la idea de que el fin de la historia llegó a su fin y de que la lucha de clases no es más que un arcaico discurso setentero, mientras sueña que ahora sí, en las próximas elecciones nos respetarán el voto. Mientras los poderes fácticos bien despiertos y articulados, deciden quién será nuestro próximo usurpador
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