martes, mayo 25, 2010

SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ : Deslegitimado órgano electoral

CARPETA
Deslegitimado órgano electoral

SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ


Cada vez es más frecuente la deslegitimación de los órganos electorales, y cada vez es más competida la elección. La próxima elección local del estado de Puebla no es la excepción; sólo 37 por ciento de los ciudadanos del municipio de Puebla que disponen de teléfono en casa le tiene mucha o algo de confianza al Instituto Estatal Electoral, en tanto que 63 por ciento le tiene poco o nada de confianza. Hace un año, en el Instituto Federal Electoral confiaba 43 por ciento, y le tenía desconfianza 57 por ciento. La próxima elección de gobernador en el municipio de Puebla podría terminar en tribunales si el porcentaje de votación fuera entre 53 y 55 por ciento, lo cual es muy probable que suceda, y no sería nada extraño que los ejecutores del fraude electoral del año 2006 hoy se autodefinan robados, como lo están haciendo ya en Yucatán.


Los ciudadanos a los que no les interesa la política son mayoría absoluta, y aquellos a los que les interesa el proceso electoral en marcha es apenas 53 por ciento. Si la actual campaña electoral continuara con acusaciones mutuas de corrupción y nepotismo, de lo cual hay bastante evidencia, lo mas probable es que el ciudadano que no se identifica con organismos políticos electorales se abstenga de sufragar y, en esas condiciones, los ciudadanos que votan por los priistas ya saben por que y por quienes lo harán, no hay sorpresas; pero aquellos ilusionados del voto útil podrán retirarse al comprobar que su opción es igual o peor a la que pretenden vencer. En estos momentos, dos de cada tres ciudadanos opinan negativamente de los políticos y uno de cada tres opina positivamente; si el lodo continúa, podemos estar en niveles similares al del año anterior, de generalizada apatía electoral.

Las campañas electorales no registran resultados proporcionales al tiempo y recursos monetarios comprometidos. La campaña en marcha ha incrementado el interés por votar en 30 por ciento de los ciudadanos, y lo ha disminuido en 28 por ciento, en tanto que 42 por ciento le ha sido indiferente. Hace un año esos porcentajes fueron de 27, 40 y 33 por ciento respectivamente. Las campañas actuales de gobernador y de presidente municipal han sido más motivantes que la federal del año anterior, ya que ahora se renuevan 217 ayuntamientos y el Ejecutivo estatal, lo cual apasiona a las fuerzas locales, las cuales no escatiman recursos para agraciarse con los electores. Por otra parte, las campañas han convencido a 38 por ciento de los ciudadanos de la necesidad de sufragar por determina opción y a 62 por ciento le ha sido indiferente. Las motivaciones actuales para votar o no son similares a la del año anterior, por lo que no sería extraño que el techo de votación fuera, en el mejor de los escenarios, de 54 por ciento, como lo fue en 1998 y 2004.

Las campañas en marcha son más intensas que la del año pasado: los mensajes personalizados se han incrementado (llamadas telefónicas, mensajes electrónicos, cartas, propaganda de mano); se han repartido más regalos; se asiste más a actividades de proselitismo y, no hay pared, poste o árbol que no tenga por lo menos un pendón o leyenda. La emisión de mensajes es bipartita, los partidos con siglas diferentes al PRI y al PAN se han desdibujado, la contienda es entre dos. Los partidos políticos, además de ofrecer atractivas candidaturas, programas de amplia cobertura social y ejecutar exitosas campañas electorales, mueren por controlar al árbitro del proceso electoral, de ello depende ser ungido legal habiendo sido ilegítimo.

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