Ricardo Andrade Jardí : Víctima del país que ha fomentado

Víctima del país que ha fomentado

Ricardo Andrade Jardí

Pese a los intentos de la telecracia por convertir a Diego Fernández de Cevallos en un héroe o, al menos, en un mexicano “ejemplar”, lo que, según los grandes monopolios de la (des)información, significa que ser un presunto delincuente que usa la información privilegiada para favorecer, jurídicamente, la cartera de grandes y saqueadoras empresas trasnacionales y por supuesto su propia cartera, para seguir empobreciendo al pueblo de México, debe ser considerado como un ejemplo a seguir por todos los “bien nacidos” mexicanos.
La reacción de cientos de mexicanos, los que tienen un mínimo de memoria y algo más también de conciencia, han llenado los espacios abiertos para comentarios en distintos medios virtuales, para pedir, ante la confusa noticia del secuestro o desaparición del político panista “que por favor, que quienes hayan secuestrado el ‘jefe Diego’, le hagan un favor al país y no lo regresen”.

La indignación también se manifiesta por el hecho de que en el país del secuestro, nunca veamos las reacciones que hoy tiene el usurpador fecal, para con las víctimas, es decir, que aunque es de todos sabido que para la tecnócrata clase política existen mexicanos de primera (ellos) y de quinta (todos nosotros), el hacerlo público ante acontecimientos como el presunto secuestro o desaparición de Diego Fernández de Cevallos, se convierte en otro agravio.
Todos los recursos del Estado están para resolver, cuanto antes, el asunto, mientras que otros secuestros siguen impunes o de plano ni siquiera son investigados. Pueblos enteros han sido secuestrados, ante la pasividad y la indiferencia del desgobierno federal.
Pero todo cae por su propio peso. Y la “autoridad”, que durante tres años se ha empeñado en difundir que los secuestros, ejecuciones y desapariciones en el marco de su falsa guerra contra el crimen organizado “responden a los ajustes de cuentas entre criminales”, se verá en un grave aprieto para intentar salvar al destacado ladrón o peor aún al “destacado político”, para meterlo en un paquete diferente, como si el presunto secuestro (o desaparición) no se tratara de un ajuste de cuentas, una mentira más, del mentiroso usurpador, porque el asunto: Fernández de Cevallos puede ser que, efectivamente, se trate, sin dejar de ser igual de grave, que cada uno de los secuestros que se cometen ante el manto de la IMPUNIDAD, de un mero asunto entre delincuentes.
El pretendido “jefe Diego” es víctima del México que él y su grupo político han construido y esto no es más que un ejemplo más del fallido Estado que no sólo no garantiza seguridad para las mayorías, sino que ya ni entre ellos pueden garantizase. Ya ni la IMPUNIDAD puede garantizarles el fallido narcoestado fecalista, que requieren para seguir agrediendo a la nación.
El problema ahora es el pretexto, que será para la criminal pandilla del usurpador, el presunto secuestro del político que utilizarán para acelerar de manera definitiva la militarización del país, lo que, por supuesto, nada tiene que ver con la “guerra contra el crimen organizado”, sino con la implantación de un gobierno de facto para terminar de rematar al país aplastando toda resistencia que se oponga a sus criminales planes.