viernes, febrero 03, 2012

Moreno Valle: arrogante y excluyente : Sergio Cortés Sánchez



Moreno Valle: arrogante y excluyente
Por : Sergio Cortés Sánchez


Siendo alta la valoración de la gestión de Rafael Moreno Valle (RMV), es menor a la que registró hace 12 y seis meses, comparada con las valoraciones de primer año de los gobiernos de Melquiades Morales o Mario Marín, es similar o menor. A diferencia de los gobernantes de filia priista, el actual gobernador poblano está perdiendo adláteres entre los panistas, que son su principal apoyo en la entidad y, su carácter y su práctica política poco ayuda al refrendo a ampliación de base social.
Es pública la preferencia de RMV hacia el delfín de Felipe Calderón: Ernesto Cordero, así como el uso faccioso de los recursos públicos para promoverlo. De ser ungida Josefina Vázquez Mota como candidata del PAN a la presidencia de la república, el gobernador poblano puede conocer desaires de los ciudadanos que lo hicieron gobernante. Sin menoscabo de los atributos que tenga o crea tener RMV para gobernar, su arribo sería inconcebible sin la fuerza electoral que lo postuló y sin la crisis política del priismo local que se manifestó en la imposición de Javier López Zavala como el abanderado del PRI para contender por la gubernatura. El partido Nueva Alianza (Panal) requiere refrendar su registro electoral, y es lógico que la profesora Elba Esther Gordillo ejerza su tutelaje sobre RMV, exigiéndole apoyos para los candidatos de ese partido. Repartiendo apoyos y recursos entre aliancistas y priistas, el gobernante poblano puede aislarse de los panistas y radicalizar sus acciones y discursos contra los amlistas en particular y los movimientos sociales en general. De darse este escenario, el segundo año del actual gobierno puede ser como el de Mario Marín: decadente.


Los pasados días 13, 14 y 15 de enero aplicamos una encuesta telefónica a 421 ciudadanos radicados en el municipio de Puebla; el objetivo del ejercicio fue conocer la valoración del primer año de gestión de RMV. Desglosadas las respuestas a la batería de preguntas en tres grandes bloques (ciudadanos que se autoidentifican con el PAN, con partidos diferentes al PAN y ciudadanos que no se identifican con ningún partido político), los más entusiastas con la gestión del gobernador fueron los panistas y, los más escépticos, los que se identifican con otros partidos; los ciudadanos sin identidad de partido –que son la mayoría–, se ubican más cerca de los escépticos que de los panistas.
Ahí donde 69 de cada 100 panistas dicen que RMV ha estado a la altura de los problemas; los que se identifican con otros partidos dicen lo mismo en una proporción de 31 de cada cien. 78 por ciento de los panistas opinaron bien o muy bien del gobernador; en cambio, en los mismos términos se expresó 40 por ciento de quienes se identifican con otros partidos y 45 por ciento de los ciudadanos que no manifestaron identidad de partido. Tres de cada cuatro panistas dicen que RMV tiene capacidad de gobernar y les inspira confianza; en cambio, solamente uno de cada cinco ciudadanos sin partido se expresa de ese modo y dos de cada cinco ciudadanos sin identidad de partido comparten esas opiniones. A la pregunta de la cercanía de RMV con la población, dicen que sí la hay 90 por ciento de los panistas, 47 por ciento de los ciudadanos identificados con otros partidos y 58 por ciento de los ciudadanos sin partido. Las filias del gobernador se localizan entre los panistas, las fobias entre los no panistas. La parcialidad de Moreno Valle hacia uno de los precandidatos panistas, su incondicionalidad respecto a la señora Gordillo y la rentabilidad política de apoyar de Peña Nieto lo alejará de sus seguidores.
Las mejores valoraciones del primer año de gestión de RMV se ubicaron en los hombres; ciudadanos y ciudadanas entre 45 y 59 años; entre aquellos de un nivel de escolaridad de bachillerato y, de ingresos entre cinco y 24 salarios mínimos. Las peores valoraciones de esa gestión se registraron entre las mujeres; personas entre 30 y 44 años; ciudadanos con un nivel de escolaridad equivalente a nivel superior y, entre los ciudadanos y ciudadanas que perciben menos de 5 salarios mínimos y aquellos de 25 salarios o más.

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