miércoles, febrero 08, 2012

Embuste como método : Jorge Lara Rivera



Embuste como método
Jorge Lara Rivera


Con lujo de cinismo el megalómano ocupante de Los Pinos miente de cara a la Nación. “Ocupado” posando repartiendo despensas para fotos de prensa y tomas de medios informativos y tratar de controlar el daño a su imagen internacional por encubrir la incuria neoliberal de su gobierno ante rezagos sociales agravados por la improvisación de los funcionarios de su gabinete de cuates, afirma que su régimen se preparó para la sequía “desde el 2011”.
Resulta algo difícil de creer a juzgar por la evidencia: por 3 semanas se escamoteó la información de la emergencia alimentaria en la Sierra Tarahumara al grueso de la población en canales de TV abierta del duopolio, socio y aliado del PAN-Gobierno, misma que ya era conocida con gran alarma en el extranjero. Y no obstante ahora le dé en aquél prioridad de noticiarios y sea motivo de programas especiales, salta igual a la vista que el vasto aparato federal del Ejecutivo que él mismo encabeza fue totalmente rebasado por la sociedad civil volcada generosamente en auxilio de nuestros compatriotas en desgracia.


Mucha presunción la de aquél que alardeó tener las manos limpias al autocalificarse como alguien “con sincera vocación democrática” cuando por el contrario, incapaz de autocrítica alguna, es intolerante con cuantos disienten de su imagen mediática onerosa al erario. No obstante, debió prever que era difícil esperar del pueblo otra cosa, dadas las circunstancias; en especial en el norteño estado de San Luis Potosí donde la gente tiende a ser directa. Es explicable la crispación que lo raspó en el San Luis Potosí lacerado por la ineptitud del gobierno federal, desoído durante muchos meses de sequía (como Coahuila y Chihuahua), en sus pedidos de auxilio a la federación. No es el primer incidente: en Chihuahua que ha sufrido vejaciones y postergaciones de parte del PAN-Gobierno a través de arrogantes adláteres como el faccioso ex titular de la PGR Arturo Chávez Chávez, otrora omiso procurador estatal, y la incompetente Sofiíta Castro Romero, ex Comisionada Regional contra la Violencia contra las Mujeres, cuya ineptitud fue premiada con la Comisión Nacional para la Equidad de Género, con cientos de feminicidios sin resolver, masacres de jóvenes en Ciudad Juárez que con la ligereza del prejuicio este gobierno federal desdeñó primero estigmatizándolos como drogadictos y delincuentes, para luego, tras la recriminación de los padres de ésos y falta de sustento de su dicho, ofrecer a los deudos algo parecido, mínimamente, a una disculpa; el ocupante de Los Pinos ha sido increpado varias veces por dolientes, una madre, padres de familia, y ha debido encarar el acre desmentido de activistas civiles ante el escandaloso maquillaje de cifras hecho por funcionarios (como Genaro García Luna) de su gabinete de cuates sobre la guerra al narco. Algo igual tuvo que aguantar de un padre desesperado en Chapultepec por su hijo desaparecido.
Por eso la prepotencia e innecesaria sorna del jefe del Ejecutivo federal con el gobernador de San Luis Potosí, Fernando Toranzo, y la ciudadana –una maestra– que pretendía un apoyo, fueron excedidos, al decirle a uno sobre su comentario previo (“o nos ponemos las pilas o nos lleva el tren”) que su “gobierno federal se puso las pilas con anticipación” para recitar luego medidas que apenas empieza a tomar, y después descalificar a la educadora Marta Acosta regañándola por su sueldo y para que “si quería seguir haciendo su grilla la hiciera, pero atrás de la línea” porque él estaba “trabajando”. ¡Sí, cómo no!, al final del sexenio y apresuradamente sólo por fines electoreros. Y cuando es sobradamente conocido que, pese a la publicidad oficialista, más de 200 mil rarámuris siguen en riesgo de morir por la hambruna –según reporta la Cruz Roja.
El gesto autoritario en el jefe del Ejecutivo, briago de poder, sin embargo, deja ver algo del verdadero talante del megalómano que se desvive por indicadores y entelequias macroeconómicos –bastante inciertos por otra parte–, pero olvida a las personas, a los seres humanos de carne y hueso, a los ciudadanos que forman el pueblo soberano del cual es servidor y arroja luz sobre la falacia del pretendido “humanismo cristiano” de su partido. Todo embuste.

No hay comentarios.: