miércoles, febrero 15, 2012

Alejandro Gertz Manero : Burdo y cínico espionaje


Burdo y cínico espionaje
Alejandro Gertz Manero


Después de más de dos años de escamotearle al PRD la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, los mandarines partidistas del PRI y del PAN le dieron a ese grupo una “limosnita” para que disfrute de un menguado territorio de poder durante los últimos meses de esta
legislatura, cuando ya se está acabando el reparto de “los panes y de los huesos”, y muchos diputados abandonan ese barco que se hunde poco a poco, ya que ha dejado de ser interesante para los trapecistas, los favoritos o los suspirantes del paraíso burocrático, que prefieren abandonar sus tareas en esa enorme estructura de 500 diputados, que en realidad se reduce a sólo dos votos colectivos que cuentan: PRI y PAN, y a un veto bastante modesto del PRD, mientras el resto de los participantes sólo tienen derecho al pataleo y a la recriminación estéril.


En esta legislatura que ya se está desintegrando en razón de todos los que se van al “trepadero de mapaches”, con sus nuevas chambas y el reparto de cuanto botín esté disponible, la presidencia de la Cámara y el control en la Junta de Coordinación Política en manos del PRD habrán de circunscribir sus actividades a tareas intrascendentes o a capotear los “descontones” y los “albazos” legislativos de última hora, que sólo sirven para revivir y aprobar al vapor proyectos que representan intereses inconfesables o trinquetes encubiertos que se hallan atorados.



En ese entorno, el nuevo presidente de la Cámara y el líder de la Junta de Coordinación Política, ambos del PRD, que evidentemente no estaban en el ajo del espionaje interno, para protegerse un poco de cualquier trampa acordaron mandar una inspección de sus líneas telefónicas contratando a una empresa especializada, la cual les ha dado servicio a varias instituciones del gobierno federal, y cuyos primeros resultados se obtuvieron a principios de este mes, al evidenciar que los teléfonos
de la presidencia, de la Junta y de varias oficinas se hallaban hackeados, interferidos y sujetos a espionaje, e inclusive se encontraron micrófonos de última generación; el cableado de las líneas
estaba desviado en alguna parte de su trayecto hacia los Centros de Control llamados sites, en vista de lo cual días después el presidente de la Cámara dio instrucciones para que pudieran acceder a dichas instalaciones para realizar los peritajes necesarios.


Durante varios días los funcionarios y técnicos comisionados por el presidente de la Cámara trataron de entrar a las mencionadas instalaciones de telefonía, pero los empleados de esas áreas, burlándose de las órdenes de sus jefes, les negaron permiso, hasta que a duras penas lograron un acceso inicial de sólo dos minutos, para que de inmediato fueran expulsados, hasta que, con grandes presiones del presidente de la Cámara, los asesores externos lograron regresar días
después, encontrando que las líneas de referencia habían sido manipuladas, dejando puntas de cableado sueltas, cortes y gran número de evidencias de espionaje que fotografiaron, entre los que se hallan testers, que se utilizan para identificar líneas y extensiones, así como para escuchar conversaciones.


En razón de lo que estaba ocurriendo, el presidente de la legislatura ordenó que se sellaran esas áreas, lo cual no fue obstáculo para que los empleados y funcionarios de la Cámara encargados de las mismas, ignorando las órdenes de sus jefes, rompieran los sellos y se volvieran a introducir en dichas oficinas para seguir retirando las pruebas de sus conductas, mientras los miembros del personal de seguridad de esa institución alegaron que “no se dieron cuenta” de tan evidentes
irregularidades, que quedaron, por fortuna, videograbadas con toda claridad.


Estos elementos de prueba ya fueron enviados a la PGR, que inició averiguaciones previas, mientras la Contraloría Interna de la Cámara cumple con su obligación de determinar las responsabilidades laborales de los funcionarios y empleados, que son personal de confianza que en
muchos casos llevan años en esas tareas, seguramente propiciando y manipulando ese burdo y cínico espionaje telefónico, que debe haber estado bien maiceado por quienes tienen interés en espiar a los líderes del Congreso.


Todo lo anterior no significa más que otra pequeña y deslavada mancha al tigre del espionaje político y personal que se realiza a todos los niveles en este país, violando las leyes e incurriendo en delitos que no inquietan a quienes chapotean a diario en una corrupción desmesurada y
en una impunidad que no tienen paralelo, pero que a nadie en el poder le aflige o le apena, porque forma parte de ese doble lenguaje de los decentes pero ladrones, demócratas pero fascistas que tanto abundan en las cúpulas políticas.


Como puede verse, del cochinero nuestro de cada día prácticamente no hayquien se salve.

Comentarios: editorial2003@terra.com.mx

No hay comentarios.: