Julio Hernández López : Felipe ayuda al PRI

Julio Hernández López
Astillero

Aberraciones ópticas

La “inocencia” de Hank

Denuncias ciudadanas

Felipe ayuda al PRI

La conocida impericia política de Felipe Calderón y los gatos salvajes que le rasguñan la panza electoral han producido una aberrante ilusión óptica: Jorge Hank Rhon, un personaje que merecidamente debería estar en la cárcel a causa de las múltiples infracciones a la ley que constituyen su genealogía y orgullo, hombre de casinos con prolongado olor a mafia, grosero emblema de la transmutación priísta de riqueza pública en privada, se ha convertido hoy en una impensada pieza de denuncia de los abusos cometidos por la administración militar felipista contra sus adversarios políticos, en un lance que los atrincherados de Los Pinos pretendieron etiquetar como el arranque de una guerra” de alto nivel contra el dinosaurismo encopetado, pero que podría acabar como una tragicómica pataleta de madrugada que solamente enturbia el panorama político y electoral, sin aportar aires de justicia, ni percepción de legalidad triunfante, ni victoria moral alguna, sino simple pleito callejonero por el poder.

Increíble torpeza militarizada la que llevó a armar esa historia fofa (de denuncias ciudadanas, guardaespaldas que denuncian arsenales domésticos, flagrancias durmiendo en cama, etc...), indigna de ser montada por quienes tienen poder y recursos suficientes para cuando menos ofrecer platillos decorosamente aceptables pero, al mismo tiempo, absolutamente coincidente lo que luego denunciarían los familiares del peculiar priísta, con el agresivo e ilegal comportamiento de elementos gubernamentales armados que irrumpen en domicilios particulares para cumplir órdenes superiores, sin fundamento legal alguno, allanando, atropellando, agrediendo...)


El simple boletín conjunto Sedena-PGR que se ofreció para dar una versión oficial de los hechos tiene los elementos suficientes para que, al menos por las causas persecutorias invocadas, el exótico priísta hijo del profesor Carlos pueda salir en libertad, a menos que un berrinche de última hora decida agregar imputaciones al dueño del Grupo Caliente para mantenerlo en arraigo electoral durante cuando menos 30 días o para mantenerle abierto un largo proceso que al final le inhabilite para ser candidato a gobernador de Baja California en 2013 que probablemente arrollaría al tibio Francisco Blake al que los priístas acusan de estar detrás de la maniobra, con deseos de limpiarse el camino electoral de aquella entidad (obviamente, la Secretaría de Gobernación ha emitido un boletín de prensa negando con enjundia que el titular de esa oficina haya impulsado el Tijuanazo en mención).

Y, sin embargo... varios priístas de alto nivel deberían ser sometidos de manera civilizada a procesos en forma que permitieran castigar, con sentido de justicia, no de negociaciones electorales mafiosas, la apropiación de la riqueza pública que han practicado con desparpajo absoluto (hay quienes elevan al difunto profesor Hank a altares del pragmatismo político por haber convertido en sonriente cinismo el saqueo de las arcas gubernamentales y haberlo vestido de cuello blanco: exitosos empresarios que basan sus ganancias en los negocios que como políticos se asignan). La crisis nacional que hoy se vive ha estallado por los complejos de origen electoral y por las ambiciones de reacomodos comerciales del gran negocio que mueven al calderonismo, pero también son resultado de las décadas de corrupción, autoritarismo en guante de seda, impunidad y abandono de la legalidad que impusieron los priístas gobernantes cuyos retoños gaviotones pretenden ahora presentarse como opción de cambio (hacia atrás).

Pero Calderón está cancelando incluso una de sus últimas oportunidades de hacer algo parecido a la justicia. No está persiguiendo a Hank Rhon por las múltiples razones válidas que para ello existen, sino por estrategia electoral que busca golpear al priísmo en las elecciones estatales en puerta (sobre todo la muy significativa del estado de México) y en las federales del año venidero. Peña Nieto, que es el principal causante de las violentas agruras del ocupante actual de Los Pinos, se ha rodeado de un estado mayor de ex gobernadores que luego de hacerse de dinero público para estas faenas electorales están a plena disposición del jefe mexiquense, con parque económico y un arsenal de mañas electorales que podrían repetir en esa demarcación simbólica el apabullamiento que el PAN tuvo en 2009 (con las mismas armas: gobernadores con arcas abiertas, enorme flujo de efectivo, blanqueado y oscuro, y mapachería estelar). Si las venganzas y los amagos de Felipe el Enojado no llegan a buen puerto judicial, es decir, si Hank Rhon sale libre o si, aun manteniéndolo en la cárcel, reina la impresión de que ha sido encerrado por razones electorales, el PRI estará fortaleciéndose, gracias a la colaboración involuntaria del obsesionado Felipe y sus trampas mal puestas.

Astillas

En la ciudad de México, ayer, una representación plural de mexicanos inconformes con los resultados macabros de la “guerra” federal contra el narcotráfico se reunió durante tres horas en el patio de un museo para insistir, minuto a minuto, en distintas voces, con diversos matices, en el lema central de esa campaña impulsada por Eduardo del Río, Rius, y varios moneros jornaleros, intelectuales, artistas, académicos, activistas y ciudadanos en general. No más Sangre es un punto de referencia necesario para entender y dar continuidad a la amplia lucha contra la violencia en nuestro país... En San Luis Potosí, el poeta Javier Sicilia se mostró enojado ante asistentes a un acto público que al escucharle una referencia a Felipe Calderón lanzaron silbidos y gritos contra el panista. No será con mentadas como se logre la paz, dijo el principal impulsor de la caravana que se encamina a Ciudad Juárez... Y, mientras Ernesto Cordero sigue en guerra sucia contra sí mismo, ahora declarando que el salario mínimo ha ganado poder adquisitivo, ¡hasta mañana, con Gabino Cué anunciando irregularidades administrativas del ulisismo por casi 2 mil millones de pesos, ¿y...?!

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