miércoles, mayo 11, 2011

Rogelio Ramírez de la O : ¿Dólar débil y peso fuerte?

Rogelio Ramírez de la O
¿Dólar débil y peso fuerte?


Si bien el dólar estadounidense está débil y Estados Unidos atraviesa por problemas serios, el pesimismo sobre esa economía es excesivo. Y las compras por algunos bancos centrales de oro más bien parecen basadas en la incertidumbre sobre el futuro y no en un análisis de rentabilidad.
En México ya deberíamos saber eso, visto que el peso en los peores momentos, por ejemplo, 1983 y 1995, se debilitó en exceso para luego recuperarse cuando menos en parte.
El dólar débil es en realidad bueno para la economía estadounidense, pues hace más costeable la producción en Estados Unidos y menos la producción en otros países, especialmente en China. Por ello contribuirá a que se recuperen empleos, sobre todo en la industria manufacturera. Esto, después de que China y Europa desoyeron las peticiones estadounidenses para cooperar en la eliminación del desbalance global de comercio.
Y de ahí que el sector productivo en ese país haya crecido 9% anualmente en el primer trimestre, cuando la economía creció apenas 1.8%. En otras palabras, la industria se está convirtiendo después de décadas de abandono, en el propulsor de una recuperación.

Los altos precios del petróleo y de materias primas agrícolas y más con un dólar débil, también estimulan la producción de energía, y es EU el país en donde más rápido está creciendo. Lo mismo sucede con la producción y exportación de etanol, en la cual ya superó a Brasil. Para ello el gobierno dio un incentivo fiscal, tal y como China y Brasil lo hacen para etanol y otros productos.
En el ámbito de los negocios este escenario prometedor para la industria estadounidense se confirma con el anuncio reciente del famoso inversionista Warren Buffet, quien apunta a la industria manufacturera americana como un sector en el que hará inversiones de largo plazo. Las grandes empresas de bienes de capital y autos (Caterpillar, General Electric, Ford) también han anunciado planes para fabricar más en Estados Unidos
El presidente Obama propuso un plan para reducir en un tercio las importaciones de petróleo. La combinación de abundantes recursos de gas barato, demanda débil por los altos precios, producción de etanol, y medidas de ahorro de energía hacen factible esta meta. Y hoy Estados Unidos se ha convertido en superavitario en combustibles refinados del petróleo por primera vez en 20 años, vendiendo a México, Brasil y Ecuador.
Es ahí donde no encaja el peso fuerte, justo cuando EU aprovecha la ventaja de un dólar débil para reindustrializarse. México, con un peso fuerte, sólo está dejando de ver los grandes ajustes globales y las oportunidades que le ofrecen. Entre otros, va a resultar menos atractivo a las inversiones en comparación con Estados Unidos.
Y menos cuando el peso fuerte se basa en la tasa de interés que atrae capitales golondrinos que lo sobrevalúan, y de paso dañan la industria.
En ese contexto la compra de 100 toneladas de oro por el Banco de México, aunque quizás una buena medida para proteger en algo el valor de las reservas, revela la pasividad con la que las autoridades observan el gran reajuste global que en mucho nos va a afectar. Aunque esa compra puede aumentar su valor durante algunos años, en el largo plazo es improbable que reditúe lo mismo que una inversión en el sector real.
El esfuerzo de Estados Unidos por reducir su dependencia de petróleo importado y fortalecer su industria sí es una buena inversión a largo plazo. También lo sería, si esos 4 mil millones de dólares el Banco los hubiera invertido en fortalecer al sector exportador.
rograo@gmail.com
Economista

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