La mascarada de los falaces : Jorge Lara Rivera

La mascarada de los falaces
Por Jorge Lara Rivera

Parece broma, aunque de humor negro, pero allí tiene al titular “haiga sido como haiga sido” del Ejecutivo Federal panista diciendo sin sonrojo que no le “preocupa la alternancia en el poder”, sino que lo que le “preocuparía es que volvieran a reeditarse viejas prácticas autoritarias” ¡Y lo dice él! Él, cuyo ascenso al cargo es fruto de la prepotencia injerencista de Fox en el proceso del 2006; él, comprobado aunque impune violador –lo dictaminó así el IFE– de la Constitución de la República en las elecciones de julio (con “propaganda encubierta” a favor de su partido en el período de silencio, vía spots de auto promoción de su régimen), el mismo que apoya ilegalmente desde el cargo las aspiraciones de su hermana Luisa María Calderón Hinojosa buscando imponerla como gobernadora de Michoacán (apenas cabe mención de su cacareado Programa Nacional de Transparencia y Combate a la Corrupción del Ejecutivo federal, respecto a nepotismo, amiguismo, compadrazgo, tráfico de influencias, cohecho, etc. que supuestamente iba a erradicar; y 3 años luego de su puesta en marcha sigue sin rendir frutos); él, quien –ilegal– se involucró, personalmente, para armar la alianza de su pandilla con la secuestradora banda chuchista del PRD para las elecciones en el Estado de México.
Con tal antecedente no hay duda que los 7 aspirantes de su partido a la presidencia de México son “líderes naturales” como quiere el dirigente impuesto (vía un sainete “democrático” con actuaciones especiales de la Primera Dama y el hoy Secretario Particular de la Presidencia con extralegales facultades de secretario de Gobernación) Gustavo Madero; naturales, sí, para tartufos (Santiago Creel M.), lacayos sibaritas (Alonso Lujambio I.), oportunistas (E. Cordero Arroyo), acomodaticios usufructuarios de prestigio ajeno (Heriberto Félix G.), tránsfugas chaqueteros ( Javier Lozano A.), simuladores sin escrúpulo (Josefina Vázquez M.), y retrógradas intolerantes (Alberto Cárdenas J.); o simples enanos de cuento de horror público, tal apostrofa Humberto Moreira ante críticas por no complacerlos aprobando, sin pensar, una fascistoide Ley de Seguridad que permite el uso indiscriminado de las Fuerzas Armadas hasta para reprimir mexicanos demandantes; esa aberrante Reforma Estructural Laboral que, involutiva, legitimaría la expoliación al trabajador ya de por sí con los peores resultados en materia laboral de América Latina, y una infame Reforma Política que –contra la Historia Patria– reinstala la reelección y entrega el país a una oligarquía de altos burócratas y jueces venales.
Y, lo que son las cosas, ahora resulta que el fiasco de “la Presidencia del Empleo”, con su multimillonario déficit acumulado en la creación de puestos de trabajo, tiene para el Gabinete de Cuates un lado bueno, pues en marzo los 10 millones de braceros que prueban aquél, incrementaron (4.4%) sus envíos de remesas de dólares (2 mil 49 millones) desde el exterior para sus familias y Ernesto Cordero con desvergüenza lo anuncia como elemento para alardear de que la mexicana pueda considerarse “una de las más prometedoras economías emergentes”. Y no se detiene allí el patán que no hace tanto afirmó que una familia promedio (4 integrantes) puede arreglárselas con ¡6 mil pesos mensuales! para pagar alimentos, renta, el coche y ¡colegiaturas!; ahora se jacta de la “expansión y consolidación de la clase media” pues ya está usando tarjetas ¡de crédito! y “adquiriendo” autos ¡con financiamiento! Se enorgullece también pues para sus mediciones la inflación en marzo fue de 3.6% o sea 1.3 puntos porcentuales menos que en diciembre de 2010. En contraste, la CONEVAL reporta que el deterioro real del salario de los trabajadores del país –o sea, del modo de vida de la mayoría poblacional y los causantes cautivos que sostienen al presupuesto de la República– registra un vertiginoso empeoramiento que equivale a más del 8%, impidiéndoles adquirir una simple “canasta básica alimentaria”; o sea, más gente con “inseguridad alimentaria severa”, es decir: hambre.