sábado, febrero 27, 2010

Jesusa Cervantes : La crisis nunca pasó por San Lázaro

La crisis nunca pasó por San Lázaro
Jesusa Cervantes

MÉXICO, DF, 26 de febrero (apro).- Recientemente nos enteramos que la crisis económica en México “ya pasó”. Por lo menos así lo afirmaron las autoridades hacendarias en Estados Unidos en enero pasado.


Este mismo viernes, el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Dionisio Pérez Jácome, comentó que “afortunadamente la situación se ha revertido y hay indicadores alentadores en los últimos meses”.



Sin embargo, para el ciudadano común y corriente esto no es así, y si no, que se lo pregunten a los 503 mil mexicanos que en enero, según el INEGI, perdieron su empleo.


O qué se lo pregunten a un trabajador de salario mínimo general que al mes gana mil 750 pesos y que ahora tiene que pagar más impuestos, como por ejemplo 16% de IVA, contra 15% que pagaba hasta fines de 2009.


La crisis económica del año pasado fue tan mala, que el gobierno federal aseguró que habría un “boquete”, es decir, un faltante de 480 mil millones de pesos en las finanzas públicas, y por tanto tenían que subir los impuestos.


Recientemente, los diputados del PRI, que sin su voto no se habría consumado el incremento a los impuestos, dijeron que avalaron los aumentos porque el gobierno les habló de tal boquete y les presentó un escenario catastrófico para los mexicanos este 2010. ¡Más catastrófico que la pérdida de 503 mil empleos en un mes!, se pregunta uno.


Esa fue la razón por la que avalaron los aumentos, nunca por el tan sonado trueque de las no alianzas del PAN --aunque con el paso de los días tuvieron que aceptar que sí hubo tal acuerdo sobre las coaliciones y que, al final, el gobierno no les cumplió.


Los priistas pretendieron curarse en salud diciendo que habían aprobado los impuestos porque el país se iría a la quiebra; y a tal grado fue su reclamo, que acusaron luego al gobierno federal de haberles mentido, pues el boquete de 480 mil millones de pesos resultó ser de 300 mil millones.


Ciertos o no los argumentos de los diputados que avalaron los nuevos impuestos, la verdad es que a ellos parecen no afectarle mucho los incrementos y la pérdida de empleos, pues mientras en enero 503 mil mexicanos cayeron en la desocupación, los 500 legisladores tienen empleo seguro hasta el 2012 y con sólo ocho días de trabajo “intenso”, que es el número de sesiones que realizan cada mes.


Otro de los motivos por los cuales los legisladores aprobaron los nuevos impuestos pudiera estar en su cheque, en su jugoso salario.


Y para muestra uno de sus cheques mensuales.


Cada diputado percibe un salario bruto de 151 mil 164 pesos, el cual se divide de la siguiente manera: 105 mil 378 pesos por concepto de “dieta” y 45 mil 766 como pago a su “asistencia legislativa”.


Es cierto que de los 151 mil 164 pesos que gana cada uno de los 500 diputados federales, se le restan entre impuestos, cuotas y fondo de ahorro, la cantidad de 60 mil 93 pesos.


A pesar de ello, el dinero libre que recibe cada diputado es de 91 mil 70 pesos, nada despreciable frente a los mil 750 pesos que obtiene un trabajador de salario mínimo general; sin embargo, a la cantidad mencionada todavía hay que sumarle 28 mil pesos más, en lo que se conoce como “gastos de gestión legislativa”. Y a esta cifra no se le aplica descuento.


En total, cada mes, un diputado recibe 119 mil pesos, quizá por esto cada vez que aprueban impuestos no se sienten afectados, y lo hacen con un cinismo que para el resto de los mexicanos nos resulta insultante, por decir lo menos.

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