jueves, febrero 04, 2010

Jaime Ornelas Delgado : Estado fallido

TENDAJÓN MIXTO
Jaime Ornelas Delgado
Estado fallido
Tiene razón Jorge Carpizo cuando reconoce que México sufre una “enorme fragilidad democrática” provocada por la corrupción e impunidad en el sistema gubernamental, el desprecio hacia el Estado de Derecho, la sobrevaloración de la figura presidencial y un Estado fragmentado y débil, un Estado fallido, pues, cuyas características primarias, advierte el intelectual estadounidense Noam Chomsky, son: su falta de capacidad o voluntad para proteger a sus ciudadanos de la violencia y tal vez incluso de la destrucción, así como su tendencia considerarse más allá del alcance del derecho nacional o internacional y, además, padece de un grave déficit democrático. A estas características, plenamente reconocibles en el actual Estado mexicano, podemos agregar el enorme déficit social después de tres décadas de superexplotación, bajos salarios, así como la anulación de los derechos sociales y laborales.
Sin duda, el mexicano reúne todas estas características y los hechos recientes y lejanos de violencia lo muestran. Y no sólo eso pues la falta de vida democrática, la mojigatería del Estado en muchas cuestiones, tanto como la pobreza que se generaliza ante al pasividad del aparato gubernamental y el creciente déficit social, ponen de relieve la manera como el neoliberalismo ha hecho del mexicano un Estado fallido.
Y como no va a ser fallido un Estado incapaz de detener la caída de 7 por ciento de la economía nacional; que permite que los precios de la canasta básica se eleven, a lo largo de los últimos tres años, en 75 por ciento mientras el salario mínimo se incrementó en apenas 17 por ciento en ese mismo lapso o que la economía mexicana se encuentre entre las 13 peores del mundo. Esos, algunos de los rasgos más profundos de un Estado fallido y el mexicano lo es.


Injerencia de la Procuraduría General de la República
Si nos atenemos a su propio nombre, la procuraduría debe encargarse de velar por el cumplimiento de las leyes sin distingo alguno, sin diferenciar entre los ciudadanos, esto es, sin discriminación ni sectarismo.
Pero procurar el cumplimiento de la justicia para preservar el Estado de Derecho, no puede significar transformar a esa institución en juzgadora de las leyes que aprueba el Poder Legislativo y que el Ejecutivo tiene la obligación de promulgar y ejecutar, “proveyendo en la esfera administrativa a su exacta observancia”. (Artículo 89 de la Constitución Política.)
Por eso no deja de llamar la atención que la Procuraduría General de la República (PGR), dependencia del Poder Ejecutivo, haya presentado ante la Suprema Corte de Justicia un recurso de inconstitucionalidad contra las reformas al Código Penal del Distrito Federal, mediante las cuales se legalizan los matrimonios entre homosexuales, con las cuales simplemente se establecen derechos de los que estaban privados esas minorías.
Con este hecho, la PGR asume el papel de juez de leyes emanadas de la de procesos legislativos soberanos, olvidándose de que su tarea principal es hacer cumplir esas leyes y no juzgar sobre su legalidad y ni andar metiéndose en aquello que no le compete.
Con esto, la PGR asume la misma conducta facciosa que el gobierno de Felipe Calderón y refuerza la ofensiva emprendida por la derecha y la jerarquía eclesiástica en contra del Estado laico.

Se consumó el golpe de Estado en Honduras
Con la toma de posesión de Porfirio Lobo como presidente de Honduras, el miércoles 27 de enero se consumó el golpe de Estado iniciado contra el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, a fines de junio del año pasado. Este es, sin duda, otro momento vergonzoso para la democracia latinoamericana.
Para los golpistas, Zelaya fue hallado culpable de querer transformar las viejas estructuras económicas y políticas de su país, de hacer visibles y dar voz y decisión a los hombres y mujeres que nunca han sido vistos ni oídos ni han decidido jamás sobre su propio futuro; fue hallado, Zelaya, culpable de vincularse con las naciones de América Latina que construyen un futuro distinto, justo y solidario para sus pueblos hoy insumisos y eso no lo toleró la oligarquía, que se enriquece a expensas de la miseria secular del pueblo hondureño que jamás abandonó a su presidente legal y legítimo.
Finalmente, causa espanto ver al lado de Porfirio Lobo al general que dirigió el golpe sintiéndose dueño del presente y el futuro de Honduras.

Se reúnen en Davos los dueños del dinero y sus cancerberos
Desde hace 40 años se reúnen en Davos, Suiza, los dueños del dinero, especuladores y banqueros que llevaron al mundo a una de sus peores crisis.
Esta vez, reunidos con sus administradores, los capitalistas definieron la estrategia para superar la crisis mediante el saqueo de los fondos públicos y la reorganización del capitalismo para sostener un sistema económico y social que se derrumba.

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