viernes, noviembre 16, 2012

Cadena de favores : María Teresa Jardí

Cadena de favores
María Teresa Jardí
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=205051


A pesar de lo arraigada que se encuentra la corrupción, incluso como cultura entre la sociedad, impuesta por la mafia política para lograr hacerse de todo para unos cuantos quitando hasta la vida a muchos otros. Con ayuda invaluable de las televisoras, ejemplo de la cadena de favores quizá más clara y acabada, la corrupción se controlaría rompiendo esa cadena de favores. 

No se va a controlar con creación de comisiones que ya se sabe que se crean para que nada cambie, amén de que aunque se crearan realmente para controlar la corrupción fracasarían, como fracasan las comisiones que creadas por encima de lo que no funciona como la crónica anuncia tampoco van a funcionar. Y tomen la que quieran, todas están fracasadas.
Para combatir la corrupción se necesita meterle mano a la PGR y al resto de procuradurías estatales, el cambio de actuación del ministerio público y la creación de una verdadera policía en sus distintas vertientes. Se controlará el día que, rompiendo la cadena de favores que la propicia, se cambie la forma, por parte de la clase política adueñada del poder, de operar, aunque se siga aplicando el mismo sistema que también debe ser transformado en aras de la construcción de otra cosa que sea menos injusta para la mayoría, que ya ha cargado a lo largo de suficiente tiempo con la minoría que la esclaviza. 


Cadena de favores que a poco que se piense se encuentra claramente identificada. Vean ustedes. Poiré tiene razón cuando dice que encontraron el país “infestado de ratas”. Sí, es claro que así fue. 
Pero al llegar a una nueva casa, que antes ha sido habitada por otros, se empieza por barrer desde lo alto la escalera, se limpian las habitaciones y los baños, el comedor, la sala y la cocina y entonces se pasa al sótano. Lo que tampoco es algo que haya querido hacer Calderón, quien, sólo al final y en aras de cobrar venganza contra los que no se convirtieron en sus amigos, usó a los medios para deshacerse de algunos. Ahí está como ejemplo el caso Moreira. 
Calderón pudo, en lugar de jugar a la guerra, elegir barrer desde arriba a las ratas claramente ubicadas a su llegada de pellidos Bribiesca y Sahagún de Fox. Pudo hacerlo incluso mediado el sexenio usando el que a uno de los vástagos de la mujer corruptísima de Fox lo juzgan los yanquis y se ha declarado allá culpable. Pudo ser esa la elección de Calderón y no la de ensangrentar al país y convertir el territorio en un cementerio y hoy Calderón no saldría como un despreciado genocida al que se le escupirá a la cara en cualquier lugar del mundo donde se atreva a presentarse en público.
Está a tiempo de elegir bien Peña. Negociar impunidad con Calderón le adelanta como crónica salir igual de despreciado y, quizá, para dentro de seis años ser él el barrido como rata como inicio del rompimiento de la cadena de favores con la que se esclaviza a los mexicanos.
La cadena de complicidades a la mexicana es clara y en romperla, y no en la creación de comisiones que ya se sabe que se crean para que nada cambie, está el control de la corrupción que también pasa, en el caso de la sociedad, por apagar definitivamente el televisor. 
Hay mil ejemplos. Tomen ustedes el tema que quieran, al que le hayan dado seguimiento y verán que pueden establecer la cadena de complicidades que garantiza que la corrupción sea la regla. 
La Gordillo, al respecto, da para escribir un libro, y una enciclopedia se puede escribir con la cadena de favores entre Calderón y García Luna, los que involucran también a las televisoras. 
Peña ha negociado impunidad para Calderón. Pero es claro que la lucha contra la corrupción para Peña pasa por llegar a García Luna, al menos de entrada. Es diáfano que no basta con suprimirle el juguete, como lo llamaban ayer los diarios al dar la noticia a ese impresentable, que seguramente les sabe tanto que no será tocado, al menos por tribunales nacionales. Pero, ojalá y me equivoque y Peña empiece con ese caso a hacer lo correcto al respecto.

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