miércoles, mayo 11, 2011

La marcha marcó agenda : Ana Lidya Flores

La marcha marcó agenda
Ana Lidya Flores


¿Había otro tema que abordar? Con certeza sí, pero Maxwell McCombs, uno de los teóricos de la comunicación responsables del concepto Agenda Setting (Establecimiento de la Agenda), estaría de acuerdo con los medieros locales en señalar que la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad jaló la atención de las empresas mediáticas, de las redes sociales que dotan de información a los emporios informativos, y a todos aquellos medios emergentes vinculados por los comunicadores alternativos gracias a las nuevas tecnologías.

Después de haber leído (prensa e internet), escuchado (radio) y visto (televisión) una cantidad respetable de información y opiniones sobre la caravana propuesta y encabezada por el entrañable poeta y escritor Javier Sicilia, puedo afirmar que el tema logró posicionarse como el más importante. Como era de esperarse, los informadores y opinadores gubernamentales se comportaron con toda la mezquindad de que son capaces. También era de esperar que los medios críticos al sistema y cercanos con Sicilia tuvieran espacios generosos y posturas positivas hacia la marcha, lo cual ocurrió.

¿Qué fue sorprendente? La cantidad de marchas “dislocadas” fuera de la ciudad de México y la oportuna incorporación de su existencia en los medios alternativos y en la industria mediática. Por mencionar algunas, diré que hubo movilizaciones en París, Euskal Herria, Oslo, Madrid y Viena (según reporta www.enlacezapatista.ezln.org). Quizá una de las más llamativas fue la de Washington (reportada por Dolia Estévez para Noticias MVS y comentada por Lorenzo Meyer en Primer Plano de Once Noticias).


También me parece que fue muy relevante la movilización del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la marcha (esa sí) silenciosa que las bases de apoyo zapatistas llevaron a cabo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el sábado previo a la multitudinaria marcha en el centro de México. Vale recordar que el 28 de abril el subcomandante Marcos envió una carta a Sicilia y que en esa misma fecha el CCRI convocó a sumarse a las marchas del 7 y 8 de mayo.

En un pasaje de la carta del sup a Sicilia se puede leer: “aunque es nuestro deseo sincero el marchar a su lado en la demanda de justicia para las víctimas de esta guerra, no nos es posible ir ahora hasta Cuernavaca o a la ciudad de México. Pero, de acuerdo con nuestras modestas capacidades, y en el marco de la jornada nacional a la que nos convocan, las indígenas zapatistas marcharemos en silencio en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en ejercicio de nuestros derechos constitucionales, el día 7 de mayo de 2011. Al finalizar la marcha en silencio, diremos nuestra palabra en español y en nuestras lenguas originarias, y después regresaremos a nuestras comunidades, pueblos y parajes”. Y así ocurrió. Según reportó La Jornada del domingo 8 de mayo, por lo menos 15 mil zapatistas se hicieron presentes para acompañar a Sicilia desde San Cristóbal de Las Casas. La reportera de MVS Noticias afirmó que habían sido 20 mil.

El subcomandante Marcos y el CCRI nombraron en sus cartas a las niñas y niños muertos en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, así como a hombres y mujeres asesinados por grupos criminales en Villas de Salvárcar (Ciudad Juárez, Chihuahua). Emulando este ejercicio de nombrar a nuestros muertos para no olvidarlos, un grupo de alumnos de la maestra Cecilia Zeledón hicieron una instalación en la Universidad Iberoamericana Puebla: en globos rojos escribieron los nombres de nuestros muertos y los colgaron en un pasillo con domo. El calor del mediodía los hacía estallar, y con sobresalto los transeúntes leían los nombres y los recordatorios por esos muertos, nuestros muertos.

Así, la marcha convocada por Sicilia, marcó agendas mediáticas y personales. ¿Dejó alguna agenda en su vida? Porque como dicen por ahí, sigue lo que sigue...

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