sábado, junio 02, 2012

Los 132 crecen : Alberto Híjar Serrano


Alberto Híjar Serrano
Los 132 crecen

Cuando la Secretaría de Gobernación y Rectoría destruyeron el histórico auditorio nombrado Che Guevara en 1968, no imaginaron, cortos de entendederas como son, la capacidad del movimiento estudiantil ahora aposentado en el lado Oriente de las islas de Ciudad Universitaria, ahí donde ha sido instalada una gran techumbre y un templete con un buen equipo de sonido. El lugar al aire libre hace tolerable el calor atenuado por la sombra del gran techo blanco de dos aguas y permite el acomodo informal de los 3,000 asambleístas del 30 de mayo, desinteresados por cámaras y micrófonos estratégicamente alejados del centro de la asamblea, en la escalinata de la Biblioteca Central. A nadie le interesó que por ahí anduviera una mujer con el micrófono membretado del Poder Judicial.
Todo el interés estuvo puesto en las propuestas de las 15 mesas de trabajo instaladas desde el medio día. Una por una fueron llamadas a leer sus acuerdos aprobados con aplausos y consignas, la de Soy 132 la principal. Algunas propuestas acentuadas por los conductores fueron especialmente celebradas, como la de juicio político a Calderón, Peña Nieto y la Gordillo.
 Las propuestas van desde el rechazo a las reformas de los artículos constitucionales 24 y 27, la necesidad de mayor presupuesto para las ciencias y las tecnologías, la protección a migrantes y amenazados, hasta las que superan los límites del Estado y proclaman la solidaridad con la CNTE y otras instituciones populares para construir un poder desde el abajo social como suele decir el doctor Alfredo Velarde. De aquí una nueva soberanía apenas intuida por los estudiantes que se declaran apartidistas pero no apolíticos. He aquí una caracterización del poder urgida de reflexión para deslindarse del Estado y los partidos políticos financiados por él. Ninguno cuenta con el apoyo de quienes con el símbolo 132 rinden homenaje a los valientes 131 de la Universidad Iberoamericana que se retrataron en las redes sociales con credencial en mano para responder a quienes los acusan de ser provocadores pagados.
Han descubierto las brigadas como recurso propagandístico y el 68 está presente en este recurso y en la reproducción, una vez más, de la imagen del tzotzil de ojos desorbitados y cadena y candado en la boca que Adolfo Mexiac hizo en 1954. Se definen los delegados y se organizan direcciones móviles para evitar voceros autorizados. Se descubre el internacionalismo, lo mismo con el saludo en vivo de la Universidad de Barcelona, que con los saludos electrónicos de los okupas de Wall Street y los que van llegando de Chile y Europa. Las dirigencias son rotatorias pero no se condena la participación en los noticieros televisuales para responder preguntas malévolas que exigen respuestas pacifistas y respetuosas de las elecciones.
Leyendo a Bordieau en el primer texto de la antología de teóricos y movimientos populares publicada por la editorial autogestiva El Huitlacoche sobre la Democracia más allá de las elecciones, poder, liberación y autonomías, queda claro el problema del campo político donde todo mundo es experto pero se somete a los temas impuestos por los medios al servicio de los consorcios y el Estado. Este dominio deja fuera la posibilidad autonómica y hasta la autogestiva, pese al instinto de rechazo y a la organización de prácticas autogestivas como el boteo y la agitación y propaganda directas. Autodeclarados herederos de epopeyas, masacres y represiones históricas, los estudiantes en lucha intuyen la soberanía en construcción contra los gobiernos y los partidos mafiosos y contra los sometimientos imperiales. Tras la apariencia cuantitativa, el 132 es la decisión soberana de saberse constructores de un poder nacional e internacionalista donde desaparecen los artificios de división entre las universidades públicas y privadas y se intuye que la Primavera mexicana puede ir mucho más allá de repudio a las manipulaciones electoreras. “somos los niños muertos en la Guardería ABC, los masacrados de Tlatelolco y Atenco, somos Wirikuta y Cherán, Somos Comandante Che Guevara y Lucio Cabañas”, pero advierten algunos que no son una clase sino una causa. El incluyentismo afecta y desprecia toda radicalidad teórica y práctica, pero ya se propone un encuentro nacional y se habla de los campesinos, los obreros, los desaparecidos y los presos políticos, los migrantes. El fantasma del pragmatismo ocasionista es alejado por el carácter libertario y festivo hostil a toda manipulación traicionera. Los recursos de la electrónica en la que muchos son expertos, cuenta para la constancia y la activación pese a las vacaciones escolares que no impiden las adhesiones para superar la marca de 54 instituciones escolares representadas en la larga asamblea del 30 de mayo.
Pero las campañas de los partidos y los candidatos son un buen pretexto para activar grupos de golpeadores del PRI, del PAN, del SNTE a la par de los reportajes sobre los encuentros de Azcárraga con becarios y empresarios jóvenes beneficiados por la evasión de impuestos de Televisa con las simulaciones filantrópicas. Por su parte, Calderón acudió a la Universidad Anáhuac de los Legionarios de Cristo para que su esposa recibiera un premio. Nada de esto afecta sino alimenta a los 132, pero no es lo mismo el DF que los estados donde los golpeadores, protegidos por las policías locales, atacan y golpean a quienes manifiestan su repudio a los candidatos. No hay que olvidar que el secretario de Seguridad, García Luna, es sicario de Montiel y su sobrino Peña no sólo para la brutal represión de los de Atenco. En el pasado presente de la Gordillo está el asesinato del dirigente magisterial Misael Núñez y siguen en activo los comandos de sicarios sin más obligación laboral que servir de atacantes de los movimientos populares. Urge una red protectora y denunciante, estamos frente a un Estado dispuesto a todo para sobrevivir.

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