Atorada, la agenda militar en San Lázaro
Jesusa Cervantes
MÉXICO, DF, 14 de enero (apro).- Hace casi dos años, Felipe Calderón envió al Congreso de la Unión su propuesta de reforma a la Ley de Seguridad Nacional y pidió su apoyo, pues –dijo-- se darían las herramientas para atacar con mayor efectividad al crimen organizado.
La propuesta llegó al Senado y salió de ahí con varias modificaciones que, por cierto, no gustaron a las Fuerzas Armadas, y llegó a la Cámara de Diputados el 28 de abril de 2010.
De Presidencia al Senado tardó un año en salir, y hoy ya casi cumple un año más en la Cámara de Diputados; a menos de 20 días de que inicie el siguiente periodo ordinario de sesiones en San Lázaro, la iniciativa no acaba de aceptarse entre todas las fuerzas políticas.
Así, tanto el tema del fuero militar como la Ley de Seguridad Nacional no parecen ver la luz entre los legisladores; el diputado encargado de operar y cabildear los cambios, y quien además es considerado “el mejor policía del país”, el poblano Ardelio Vargas, dejará en los próximos días su curul. ¿Y la ley?, pues ya le tocará a otro negociarla, ¿y la presidencia de la Comisión de Defensa Nacional? ¿Recaerá en el jalisciense Arturo Zamora? Hasta el momento se desconoce quién ocupará esta crucial instancia.
Jesusa Cervantes
MÉXICO, DF, 14 de enero (apro).- Hace casi dos años, Felipe Calderón envió al Congreso de la Unión su propuesta de reforma a la Ley de Seguridad Nacional y pidió su apoyo, pues –dijo-- se darían las herramientas para atacar con mayor efectividad al crimen organizado.
La propuesta llegó al Senado y salió de ahí con varias modificaciones que, por cierto, no gustaron a las Fuerzas Armadas, y llegó a la Cámara de Diputados el 28 de abril de 2010.
De Presidencia al Senado tardó un año en salir, y hoy ya casi cumple un año más en la Cámara de Diputados; a menos de 20 días de que inicie el siguiente periodo ordinario de sesiones en San Lázaro, la iniciativa no acaba de aceptarse entre todas las fuerzas políticas.
Así, tanto el tema del fuero militar como la Ley de Seguridad Nacional no parecen ver la luz entre los legisladores; el diputado encargado de operar y cabildear los cambios, y quien además es considerado “el mejor policía del país”, el poblano Ardelio Vargas, dejará en los próximos días su curul. ¿Y la ley?, pues ya le tocará a otro negociarla, ¿y la presidencia de la Comisión de Defensa Nacional? ¿Recaerá en el jalisciense Arturo Zamora? Hasta el momento se desconoce quién ocupará esta crucial instancia.
Desde que se creó dicha comisión, ésta había estado a cargo de un militar, ya que éstos tienen una “cuota” en la Cámara de Diputados. Inicialmente, dicha posición se había negociado, cabildeado y aceptado por todos los partidos políticos para que fuera ocupada por el general Francisco Meza Castro, diputado por el PRD y uno de los hombres de confianza del secretario general de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván; sin embargo, movimientos políticos de última hora llevaron a Ardelio Vargas, exencargado de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), a ocupar esa presidencia.
Aunque no es militar, Ardelio Vargas le tiene un profundo respeto a las Fuerzas Armadas, es de corazón un hombre de la milicia, pero el destino impidió que hiciera carrera en este sector. Vargas ha trabajado toda su vida en el sector de seguridad nacional o seguridad pública.
Su llegada a la Cámara y presidencia de la Comisión de la Sedena tuvo como único objetivo sacar la agenda del sector castrense; además, logró impulsar y que se aprobaran 90% de las iniciativas.
Pero la más importante, la que más le interesaba a este sector y que fue una de las peticiones del general Galván Galván al presidente de la República para combatir de mejor manera al crimen organizado, se le quedó a mitad del camino.
A partir de febrero, Ardelio Vargas dejará la Cámara para sumarse al gobierno de Puebla y ocupar la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Su posición podría ocuparla el general Meza por ser el representante del sector castrense en la Cámara; el priista Arturo Zamora o Humberto Benítez Treviño; los dos últimos han hecho carrera en áreas de seguridad y con una empatía hacia el sector castrense.
Como sea, corresponderá al nuevo presidente cerrar con broche de oro y coronar el trabajo que durante más de un año realizó Ardelio Vargas con todos los partidos y la Sedena: lograr finalmente la aprobación de reforma a la Ley de Seguridad Nacional.
Como la envió el Ejecutivo, como la modificó el Senado o como la presente la Cámara de Diputados, las Fuerzas Armadas esperan su aprobación y que con ello se cumpla por lo menos con su principal objetivo: que su participación en acciones de seguridad pública esté finalmente reglamentada y que a futuro no haya gobierno que pueda someterlos a juicio por actos similares a los de la guerra sucia de la época de los setenta.
Esto ha sido lo que ha buscado el sector castrense, el diputado Ardelio Vargas avanzó mucho en ello; corresponderá ahora a su suplente poder concretar el trabajo que durante más de un año hizo quien en las próximas semanas dejará el cargo para irse a Seguridad Pública del estado de Puebla.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
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