¿Largo camino? ¿inestabilidad social?
José Blanco
Los ganadores lo saben, la
percepción de la mayoría de los electores –los votantes de AMLO y los panistas–
saben que se les ha escarnecido, se les ha agraviado y dejado en estado de
contenida explosión. Porque lo que esperan es que los procesos legales pendientes
se resolverán en favor de EPN. El asunto Monex fue denunciado por las
izquierdas antes de los comicios, y el IFE ni se inmutó. Un indicio de lo que
puede esperarse de los procedimientos legales.
Se ha repetido sin cesar: las últimas
reformas al proceso electoral construyeron un mecanismo magnífico para la
vigilancia y el recuento de los votos. No obstante, oí a muchos funcionarios de
casilla quejarse de que las actas de escrutinio y cómputo no estaban exentas,
en algunos rubros, de formulaciones embrolladas sujetas a interpretaciones
distintas.
Del mismo modo que quizá las izquierdas no
puedan convertir en verdades jurídicas sus miles de reales evidencias, las
verdades jurídicas que sean establecidas por las instancias correspondientes
están impedidas de convertirse en legitimidad política para Peña.
Se dice que una imagen dice más que mil
palabras; las imágenes de actos fraudulentos suman cientos. Bastarían las dos
fotografías publicadas por La Jornada: la casa de campaña de AMLO, forrada
de tarjetas de Soriana, y la que muestra a EPN y su pareja con la camiseta de
esa cadena comercial.
Si no era posible hacer trampas con los votos
en las casillas, la astucia delincuente aunada a recursos ilimitados podía
hacer chapuzas antes de la emisión del voto: compra masiva de votos, y
manipulación propagandística con las encuestas, durante las campañas.
Veo un gráfico elaborado por Alejandro
Villagómez. Lo formula con los datos de 10 casas encuestadoras: Buendía y
Laredo, Estadística SC-Grupo Fórmula, BGC, GEA-ISA, Mitofsky, Parametría,
Covarrubias y Asociados, Reforma, Ipsos-Bimsa y María de las Heras. Compara los
últimos datos de sus encuestas con el resultado del conteo rápido.
Sus datos, previos a la elección, hacen dos
cosas simultáneamente: inflan la intención de voto para EPN y desinflan esa
intención para AMLO. De este modo la diferencia entre EPN y AMLO se amplifica
considerablemente. Que los datos de estas casas encuestadoras, cuya
confiabilidad y legitimidad ha quedado a la altura del betún, fueron elaborados
deliberadamente, lo muestra el hecho que los datos para Josefina resultaron muy
cerca del conteo rápido.
Preciso esta información. Ocho de las 10
casas de encuestas tramposas desinflaron los datos de AMLO. Las cuatro que lo
hicieron en mayor medida fueron Buendía y Laredo, Estadística SC-Grupo Fórmula,
BGC y GEA-ISA. Dos encuestadoras dieron datos por encima del resultado del
conteo rápido: María de las Heras e Ipsos-Bimsa.
En el otro extremo, las 10 encuestadoras
arrojaron datos superiores o muy superiores al resultado de dicho conteo. Con
el cucharón más grande se sirvieron Buendía y Laredo, Estadística SC-Grupo
Fórmula, BGC, GEA-ISA, Mitofsky y Parametría. En menor medida, Covarrubias y
Asociados, Reforma, Ipsos-Bimsa y María de las Heras.
Ganaron las trampas pagadas –es de
suponerse–, con mucho dinero. Esta es la verdad política para la mayoría de los
electores.
Es claro que AMLO está obligado a recorrer
sistemáticamente todas las instancias jurídicas, porque detrás están 15
millones de electores por quienes hay que hacer todos los esfuerzos posibles de
defensa legal de sus decisiones electorales. Pero ya la señora encargada de
cuidar el coto de poder de la Fepade anticipó que tendrá su laudo final por lo
menos en tres meses, es decir, en fecha posterior en que el TEPJF emitirá su
declaratoria de mayoría para EPN.
En el mejor de los escenarios, tendremos por
delante seis años más de presidente ilegítimo (62 por ciento del electorado no
votó por EPN y una gran proporción de ellos no pueden cerrar los ojos frente a
la compra de la elección), y un lapso para que las izquierdas emprendan un
camino de análisis sobre cómo contender en condiciones de desventaja y de
embaucadores con recursos millonarios, cómo luchar, con apoyo de masas, por una
agenda para la nación y para el pueblo, cómo disminuir las intenciones del
gobierno que parece se impondrá, de llevar adelante un programa en gran medida
neoliberal que mantendrá los privilegios a los que habitan en el decil X, que
buscará llevar adelante unas reformas estructurales que están siendo
hundidas por la gran crisis económica internacional que está a la vista,
excepto para quienes tienen unas anteojeras ennegrecidas que les impide ver lo
que ocurre en el mundodesarrollado.
El peor, por ser el más incierto de los
escenarios, es la rebelión de los jóvenes, la rebelión de quienes no están
dispuestos a tragarse los sapos que nos sirve a la mesa elnuevo PRI. Este
es el horror de los comicios ejemplares presidenciales de 2012.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario