martes, julio 10, 2012

El cinismo como regla llegó también para quedarse



El cinismo como regla llegó también para quedarse
María Teresa Jardí

Cínicos son los panistas que en aras de no desparecer del todo luego de haberse sumado al golpe de Estado que el domingo se concretó en vivo y en directo por infames comunicadores a modo, empleados de la telebasura deseducativa y desinformativa que se alza como una de las ganadoras con la imposición de Peña, como cabeza idiota de la dictadura.
Cínicos declarando “que es legal el triunfo de Peña, pero no legítimo”. La derecha es vomitiva en el mundo. Pero Rajoy al menos ganó legítimamente con el voto que los españoles le otorgaron en las urnas. Esa es la diferencia entre una democracia y la imposición a la mexicana. Aunque tampoco tendrían que hacerse demasiadas ilusiones los españoles, dado que traidores como Felipe González y Mariano Rajoy y cobardes como Rodríguez Zapatero y Pérez Ruvalcaba ya se encargan de bajarle a la educación, copiando lo que en México se hizo de manera clara desde la llegada de Luis Echeverría, luego de la matanza de Díaz Ordaz el dos de octubre de 1968.
Quizá se podría decir, aunque no estoy del todo segura, dado que Alemán hizo la tarea de convertir en corrupta a la clase política, que Díaz Ordaz, quien eligió, y es imperdonable por ello, pasar como asesino a la historia, fue el último presidente que se sentía y sabía mexicano.
Desde Echeverría es claro que, a cambio de corrupción tolerada por los yanquis, los gringos empezaron a dictar las reglas para México. López Portillo, sin lo que había que tener para oponerse, prefirió cumplir lo ordenado acabando con la policía y convertirse en un frívolo. 


Miguel de la Madrid, el hombre gris que sentó las bases del irreversible enemigo de la nación que es el neoliberalismo. Salinas un cínico. Zedillo poniendo el ejemplo, a la telecracia, de que en México se pueden dar golpes de Estado a las instituciones sin que nada suceda. Iniciando con el golpe de Estado a la Corte, el desmantelamiento de la estructura ética del Poder Judicial, impartidor, en otros lados, de la Justicia. Zedillo también convirtiendo al aparato procurador de la misma en simple cobrador de las venganzas del inquilino en turno, llegado “haiga sido como haiga sido”, a sentarse en la silla del Ejecutivo federal, que de Presidente, elegido por los ciudadanos, nunca tuvo nada.
A final de cuentas en los setenta años del viejo PRI, que de nuevo llega reciclado como PRIANISTA, lo importante era el dedazo que antes daba el saliente y ahora hace la telecracia a modo de los mandatos también del imperio yanqui, es evidente.
De Fox ni qué decir, llegado con el dinero de la Coca-Cola y con el apoyo de un IFE que con Woldenberg a la cabeza iniciaba su desarme ético como institución al servicio de los ciudadanos. Woldenberg, que tuvo la posibilidad de hacer perder al PAN el registro, y no lo hizo, cuando quedó evidenciado que ese partido sabía de las cantidades de dinero llegadas del extranjero para comprar la candidatura del que nada más llegar le abrió las puertas del penal a “El Chapo”.
Con Calderón de plano la usurpación y con Peña Nieto la dictadura como condena, que durará más de cien años, que nadie lo dude, en tanto en el mundo no cambien las cosas y los yanquis se conviertan en socialistas. Lo único bueno es pensar que quizá la humanidad no dure tanto sobre la Tierra.

No hay comentarios.: