El futuro de la izquierda
López Obrador, indiscutible pieza clave en
un nuevo partido político
Si se hubiera roto la unidad en Morelos, no
habríamos ganado; así de sencillo
Si no ampliamos nuestro esquema de actuación,
difícilmente vamos a estar a la altura de los reclamos del país
Arturo Cano y Alma E. Muñoz
Al salir de la entrevista, ya en la banqueta,
Jesús Zambrano Grijalva confía que el tema recién tratado lo ha discutido
recientemente con el otro Chucho, Ortega, su antecesor en la presidencia
del Partido de la Revolución Democrática. Lo hablamos con toda seriedad y
vamos en esa ruta. Poco antes, frente al café, Zambrano ha lanzado: loschuchos van
por la construcción de un nuevo partido que sume a todas las izquierdas y donde
una pieza clave sea el liderazgo indiscutible de Andrés Manuel López
Obrador.
El telón de fondo son las apuestas que corren
en los pasillos de la izquierda. Por ejemplo, la posibilidad de que militantes
cercanos a López Obrador decidan la creación de un nuevo partido. La respuesta
de la corriente mayoritaria del PRD, que Zambrano frasea en una amplia
entrevista con este diario, puede resumirse así: vamos a un nuevo partido,
queremos encabezar su construcción.
El presidente del PRD ha hablado ya de los
asuntos de la coyuntura, de la impugnación de los comicios, del PRI y de
Enrique Peña Nieto, cuando las preguntas y sus respuestas lo van llevando al
futuro de la izquierda. Así aterriza en la idea de un nuevo partido político,
que entiende como un cauce común para mantenernos juntos y tener la
capacidad de responder a los casi 16 millones de personas que votaron por
nosotros.
–¿Existe el clima, el ánimo político, la
posibilidad real de un nuevo partido?
–La izquierda ha entrado en una fase en que
si no ampliamos nuestro esquema de actuación, si seguimos poniendo por delante
el interés de ver cómo nos dividimos las migajas de la marginalidad,
difícilmente vamos a acompañar a esta sociedad que maduró, difícilmente vamos a
estar a la altura de los reclamos del país. La izquierda debe completar su
propio proceso de maduración, dar un salto hacia delante y estar con toda la
disposición de poner lo que hemos cosechado este 1º de julio al servicio de
algo superior.
–Como hizo el PMS.
–Esto no significa decir aquí está el
registro del PRD, agárrenlo, quién lo quiere, no. Se trata de que con mucha
responsabilidad encabecemos desde el PRD esta determinación de construir algo
superior.
En el horizonte inmediato, el presidente del
PRD pone el reto de las 14 elecciones estatales del año próximo, muchas en
entidades donde la presencia de la izquierda ha sido testimonial.
Con los votos obtenidos, esa situación ha
cambiado. ¿Vamos a regresar otra vez a ver cuántas regidurías le tocarán a tal
grupo, a tal corriente? ¿O vamos a ir al encuentro de candidaturas de la
sociedad civil, del medio democrático intelectual y ampliar nuestro esquema de
alianzas y de encuentros con la sociedad?
–Se dice que en cuanto el TEPJF anuncie su
resolución termina la ruta compartida con López Obrador.
–La gente nos premió a todos con su
confianza, por nuestra decisión unitaria. Por tanto, es absolutamente necesario
que sigamos caminando juntos, este amplio abanico de fuerzas, que están hoy
lideradas indiscutiblemente por Andrés Manuel, que están en los tres partidos
de la coalición y en sectores muy amplios de la sociedad.
Zambrano insiste en que sería un error
estratégico y una irresponsabilidad política decir que si el
fallo del tribunal les es adverso se acaba la ruta unitaria. Lo correcto,
afirma, es pensar seriamente en cómo darle un curso, un cauce común para
mantenernos juntos y tener la capacidad de responder a esos casi 16 millones de
electores. No podemos solamente decir que el día de mañana vamos a hacer lo que
nos dé la gana a cada quien y a caminar por separado.
Los perredistas suelen citar el ejemplo del
Frente Amplio de Uruguay.
Zambrano no quiere dibujar un modelo
específico, pero dice que bajo el esquema que fuera se trataría de
mantenerse juntos en una sola organización, (que) puede ser un solo
partido con esquemas de funcionamiento más flexibles, que incorpore además a
los liderazgos principales del país, a los principales personajes del campo
democrático.
Cita a dos de esos personajes: Juan Ramón de
la Fuente y Cuauhtémoc Cárdenas, y agrega a personalidades que fueron
propuestas por López Obrador para su gabinete, así como a liderazgos
sociales de distintas organizaciones y regiones.
Zambrano sugiere audacia para hacer
una convocatoria en la que discutamos cómo podemos caminar juntos, con un
programa común, que fue el que nos unificó ahora en la campaña electoral, y que
ese programa se traduzca por supuesto en plataformas legislativas, en acciones
y decisiones de gobierno, ahí donde estamos, en banderas de lucha para evitar
las regresiones, para evitar, por ejemplo, la entrega y privatización de Pemex.
–En el pasado Consejo Nacional se habló de
una mesa de cinco patas: los tres partidos de la coalición, el movimiento
juvenil y los movimientos sociales. ¿Esos serían los afluentes de un nuevo
partido?
–Esencialmente sí.
–Algunos en el entorno de López Obrador
hablan de crear un nuevo partido, tal vez con el registro del PT.
–Sería institucionalizar la división de la izquierda.
Pensemos en un esfuerzo común, donde nos podamos entender y respetar todos.
–Un esfuerzo unitario con escollos en el
camino: vamos a sentarnos ya con Peña Nieto, dice Graco Ramírez, por ejemplo.
–Han sido más bien excesos verbales de Graco.
Sé perfectamente que ni lo ha hecho ni estará en esa actitud de hacerlo antes
de que el tribunal decida, si es que decide darnos palo. No comparto en modo
alguno esas expresiones.
–Graco en público y otros en privado
presumen: yo saqué más votos que Andrés Manuel.
–Es un error político de quienes piensan que
son la parte más importante o que pesa uno más que otro. Si no nos damos cuenta
de que el resultado electoral fue la conjunción del esfuerzo de todos.
–Sin López Obrador no ganan.
–Sin el obradorismo no se gana. Si se hubiera
roto la izquierda en Morelos, no ganamos, así de sencillo.
Si el TEPJF les diera la razón –el presidente
del PRD no cierra nunca ese capítulo en la entrevista–, se abriría la
posibilidad de celebrar un gran arreglo nacional que incluya reglas
del juego parejas para todos, así como el inicio de una verdadera
transición, porque no la hemos tenido en el país.
Nos han estigmatizado
Zambrano revisa a vuelo de pájaro el signo
principal de la izquierda durante décadas: la división, hace escala en la
creación del PMS, en 1987, y la declinación de Heberto Castillo en favor de
Cuauhtémoc Cárdenas y remata: Si no entendemos que justamente lo que más
daño nos hizo en las elecciones intermedias en 2009 fue la confrontación de los
liderazgos principales de la izquierda, y que cuando nos volvimos a juntar
hemos recuperado este vigor de la izquierda mexicana, entonces si no hemos
entendido eso, no hemos entendido nada.
–¿Vamos a escuchar a Nueva Izquierda llamando
a formar un nuevo partido?
–Estamos absolutamente convencidos de que
debemos jugar este papel de ser cabeza de un planteamiento que vea hacia
delante. Nos han estigmatizado mucho, de que somos conservadores, de que
estamos solamente viendo cómo monopolizamos cuotas de poder y que no estamos
pensando en los grandes temas de la sociedad. Pero hemos sido de los impulsores
de la unidad de la izquierda, desde el PMS. ¿Por qué no hacerlo hoy? Aunque
algunos dicen que vamos caminando en el filo de la navaja, con Andrés Manuel, a
mí nadie del equipo central me reclama estar a su lado. Como lo dije en el
Consejo Nacional, parafraseando a Marx, estos son días en que se condensan
años. Lo que decidamos en esta coyuntura, en estos días, va a marcar al país
por muchísimo tiempo, para bien o para mal.
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