Carlos Fernández-Vega
México SA
Crece la informalidad
¿Y la recuperación?
Hoy, octavo gasolinazo
En el llamado bienio de la recuperación (obviamente
el término corresponde al discurso oficial), el grueso de los mexicanos no ha
recibido mayor beneficio. Por el contrario: reducción marginal en la
tasa de desocupación abierta, menores prestaciones de ley, pérdida de poder
adquisitivo, crecimiento de la informalidad, la subocupación y en el número de
los llamadostrabajadores por cuenta propia, y plazas laborales cada vez más
precarias. Desde el micrófono de Los Pinos se presumen logros y avances de
saliva, mientras hasta las cifras gubernamentales documentan exactamente lo
contrario.
La única buena noticia es que cada día que pasa falta
menos para que el calderonato se vaya mucho a donde todos los mexicano lo
desean, aunque el profundo daño por él provocado se queda y a ver quién es el
guapo que levanta el tiradero. El Inegi divulgó ayer su Encuesta Nacional de
Ocupación y Empleo, con cifras al cierre del segundo trimestre de 2012, y en
ese periodo el logro más contundente fue el incremento del empleo
informal, en el que sobreviven más de 14.2 millones de personas, al tiempo que
se incrementó el número de trabajadores con ingresos de cero a tres salarios
mínimos, a la par que se redujeron aquellos con ingresos mayores a tres
salarios mínimos. Más de medio millón de mexicanos se sumaron a las filas de
quienes no tienen acceso a las instituciones de salud y alrededor de 700 mil a
los que laboran sin contrato. Rotundo éxito el del presidente del empleo,
quien mantiene a cerca de 2.5 millones de mexicanos en la desocupación absoluta
–de los que alrededor de 40 por ciento son egresados de instituciones de
educación media superior y superior–, entre tantas otras gracias.
El Inegi precisó que en el segundo trimestre de 2012 la
población desocupada en el país se situó en 2.5 millones de personas y la tasa
de desocupación correspondiente en 4.8 por ciento de la población
económicamente activa, apenas por abajo del 5.2 por ciento reconocido para
igual trimestre de 2011. Al estar condicionada a la búsqueda de empleo, la
tasa de desocupación es más alta en las localidades grandes, en donde está más
organizado el mercado de trabajo; es así que en las zonas más urbanizadas, con
100 mil y más habitantes, la tasa llegó a 5.9 por ciento, mientras en las que
tienen de 15 mil a menos de 100 mil habitantes alcanzó 4.7 por ciento, en las
de 2 mil 500 a menos de 15 mil se ubicó en 4.2 por ciento y en las rurales de
menos de 2 mil 500 habitantes en 2.8 por ciento.
Como lo apunta el Centro de Estudios de las Finanzas
Públicas de la Cámara de Diputados, de los indicadores difundidos en la semana
que concluye se desprende que en México los consumidores se encuentran menos
confiados sobre el rumbo que tomará la economía en el corto plazo, producto del
repunte de la inflación general, de la elevada tasa de desocupación, del aumento
de la informalidad, de la insuficiente generación de empleos y de la pérdida
acumulada del poder adquisitivo del salario, temática que, obvio es, no forma
parte del triunfalista discurso oficial.
Otro de los indicadores divulgados por el Inegi fue el
correspondiente a la confianza del consumidor, el cual registró (julio de 2012)
un incremento anual de 3.55 por ciento, cifra mucho menor a la observada en el
mismo mes de 2011 (9.25 por ciento). Pese a que el ICC tuvo su séptima alza
consecutiva, su valor no superó los niveles observados antes del periodo de
crisis. De acuerdo con el CEFP, entre enero y julio del presente año este
indicador tuvo un incremento anual de 4.13 por ciento, lo que representó poco
menos de la mitad del aumento de 9.76 por ciento observado en el mismo periodo
de 2011.
El lento avance de la confianza del consumidor se podría
explicar por el repunte de la inflación general, la elevada tasa de
desocupación, el aumento de la ocupación en la economía informal, la
insuficiente generación de empleos formales y la pérdida acumulada del poder
adquisitivo del salario, entre otros. Con cifras ajustadas por estacionalidad,
se tiene que la confianza del consumidor mejoró, al pasar de una caída de 1.13
por ciento en junio a un incremento de 1.19 por ciento en julio. No obstante,
la evolución hasta cierto punto volátil de dicho indicador, no permite apreciar
una tendencia sostenida.
Por otro lado, entre los resultados de la Encuesta sobre
las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de julio,
levantada por el Banco de México, se considera un menor crecimiento económico
del país para 2012 (estimado en 3.71 por ciento). Para 2013, la perspectiva del
sector privado se deterioró al pronosticar un incremento real del producto
interno bruto de 3.4 por ciento, menor en 0.02 puntos porcentuales a lo que
anticipaban en el mes anterior. Por ende, la expectativa es que la actividad
económica nacional continúe perdiendo dinamismo al crecer por debajo de lo que
se observó en 2010 (5.53 por ciento) y 2011 (3.91).
De acuerdo con tal encuesta, al cierre de 2012 se estima
un incremento anual de 628 mil trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS), mayor en 10 mil personas a lo que se preveía en la
encuesta anterior (aunque este monto se mantiene por debajo de la estimación
máxima de 655 mil asegurados hecha en enero de 2011). En tanto, para 2013 se
pronostica un aumento anual de 574 mil empleados en el IMSS, esto es, 15 mil
puestos de trabajo más a lo advertido en junio, pero a todas luces
insuficiente, en ambos años, para satisfacer la demanda de plazas laborales en
el sector formal.
En la encuesta de julio se observó un detrimento de la
expectativa inflacionaria para 2012, ahora se anticipa sea de 3.91 por ciento,
superior en 0.10 puntos porcentuales a la de la encuesta anterior, aunque para
el cierre de 2013 mejoró en 0.04 puntos porcentuales el pronóstico, colocándose
en 3.65 por ciento. De esa forma, la expectativa inflacionaria se sitúa aún por
arriba del objetivo explícito de Banxico (3 por ciento) y se mantiene cerca del
límite superior del intervalo de variabilidad (2-4 por ciento). El sector
privado considera que los principales factores que podrían limitar el ritmo de
la actividad económica durante los próximos meses son, por orden de
importancia: la debilidad del mercado externo y de la economía mundial, la
inestabilidad financiera internacional, los problemas de inseguridad pública,
la ausencia de cambios estructurales, y la incertidumbre política interna.
Las rebanadas del pastel
Y para no variar, arranca el octavo mes del año y entra
en vigor el octavo gasolinazoal hilo: a partir de hoy aumentan los precios
de las gasolinas y el diesel, y el correspondiente a la Premium ya rebasó los
11 pesos por litro.
Si no lo han hecho en peores circunstancias, como las
pruebas de corrupción de él, de sus hijastros y de su nefasta cónyuge, menos lo
van a hacer por algo que su misma candidata terminó haciendo, avalando el
triunfo de Enrique Peña cuando aún no se habían contado los sufragios.
Esther Baradón Capón/Distrito Federal
La alianza PRI-panista todo lo tiene planeado, es puro
cuento lo de la expulsión de Fox Quesada, pues se trata de aparentar por un
rato y luego a seguir juntitos en sus fechorías. Sus agremiados sólo disimulan,
pero no le harán nada porque es su héroe.
Antonio Ortega Monjarás/Distrito Federal
Twitter: @galvanochoa
Facebook: @galvanochoa
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