miércoles, abril 14, 2010

SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ : Atomizados coaligados y aliancistas

Atomizados coaligados y aliancistas

SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ

La disputa por la alcaldía del municipio de Puebla y de la gubernatura de Puebla tiene como protagonistas al PRI y al PAN; los otros cinco partidos poco aportan a la causa; para qué hablar con los carmelitas descalzos si la puerta del paraíso siempre está abierta. La suma de intenciones de voto de los partidos diferentes al PAN y al PRI es de un solo dígito, y la relación entre ellos es la siguiente: el Verde Ecologista registra dos terceras partes del voto del PT, y éste tiene la mitad de intenciones que la suma de PRD, Convergencia y Partido Nuevo Alianza. La precampaña de al menos un año fue de sólo dos partidos; los otros organismos políticos son extras que no salen a cuadro: algunos ayudan al decorado, otros, a la plomería.



Por lo general los partidos, la política y los políticos están muy desprestigiados, generan más rechazo que aceptación. En estos momentos, a seis de cada siete ciudadanos del municipio de Puebla, los partidos políticos les generan poco o nada de confianza y también seis de cada siete están insatisfechos con el funcionamiento de la democracia. Particularizando la desconfianza, 88 por ciento de los ciudadanos no confía en el PRD, 81 por ciento opina lo mismo del PRI, y 74 por ciento del PAN. En otra pregunta de asociación libre (cuando escucha el nombre del partido... en qué piensa), la suma de respuestas positivas de los tres principales partidos fueron menores a las negativas, aun para el PAN, que hace seis años tenía registros positivos mayores a los negativos. La misma situación se observa en otra pregunta de asociación (cuando escucha hablar de... ¿en qué partido piensa?), donde la suma de cinco atributos positivos es mayor que la suma de cinco atributos negativos en el caso del PRD y del PRI, en tanto que en el PAN fueron iguales las valoraciones positivas y las negativas; cabe destacar que hace seis y tres años el PAN registró saldos positivos en esta pregunta de 21 y 20 por ciento, respectivamente.


Las precampañas electorales son como las cenas de año nuevo, llenas de nobles propósitos para el año entrante, entre otros, aldegazar (no robar), mientras degustamos opíparas viandas (dilapidamos recursos del erario) y, cuando son exitosas esas campañas, generan menor rechazo de partidos más que su aceptación; la salida a la crisis de legitimidad es nominar candidaturas con mayor credibilidad que la del partido postulante.


A la pregunta dicotómica sobre candidato o partido como razón para sufragar, 60 por ciento de los ciudadanos del municipio de Puebla mencionó al candidato y siempre esperan que esta vez no robe, no mienta y que trabaje en beneficio de la colectividad y no para la plutocracia. Un candidato que parezca cumplir alguno de estos atributos concita que la ciudadanía pueda sufragar a pesar de los partidos que los postulan. En las dos últimas elecciones de presidente municipal de Puebla el PAN no capitalizó su mejor aceptación partidaria por las desangeladas candidaturas y a la inversa, buenas candidaturas del PRI minimizaron el rechazo hacia ese partido.


En el municipio de Puebla uno de cada cinco ciudadanos se autodefine de extrema derecha, no acepta la interrupción del embarazo si éste es producto de una violación o está en peligro la vida de la embarazada; sin recato alguno, dice que prefiere un gobierno autoritario en lugar de uno democrático; está en desacuerdo en que la democracia sea el mejor sistema de gobierno; no quiere que los asuntos políticos se ventilen públicamente, prefiere un gobierno militar en sustitución de uno democrático, y cree que en las dictaduras militares hay mayor desarrollo que en la democracia; si por este grupo fuera, un Borbón ocuparía Casa Puebla. Muchos de estos notables ciudadanos antidemocráticos radicados en el municipio de Puebla se identifican con el PAN y constituyen su núcleo duro. En estos momentos es posible estimar en 143 mil ciudadanos los que votarían por ese partido, en tanto que el voto duro del PRI es posible estimarlo en 242 mil; a esos sufragios hay que agregar los adeptos generados en las campañas. En estos momentos, de una lista nominal de un millón 100 mil ciudadanos del municipio de Puebla, 450 mil no votarían; 340 mil lo harían por el PRI y el Verde; 290 mil por los coalición (PAN, PRD, CD y Panal) y 20 mil por el PT. 5 por ciento sería la diferencia entre la primera y segunda opción electoral; los partidos de reparto no han logrado invertir la diferencia que la primera y segunda fuerza electoral registran por sí mismas.

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