jueves, abril 15, 2010

JAIME ORNELAS DELGADO : La propuesta del señor Z


TENDAJÓN MIXTO
La propuesta del señor Z

JAIME ORNELAS DELGADO

En la democracia representativa, el ciudadano elige pero no decide pues una vez que ha sufragado eligiendo a uno de entre varios candidatos a quien lo represente en los órganos legislativos y de gobierno, las decisiones recaen en éstos. A ellos, y sólo a ellos, corresponde la toma de decisiones. Democracia limitada, sin duda, donde las propuestas electorales adquieren, o deberían adquirir, la mayor importancia para analizarlas y decidir.

Ahora que en Puebla se han iniciado las campañas electorales, las propuestas de cada uno de los candidatos y sus partidos han comenzado a circular.


La primera propuesta dirigida a los electores que recibí en la calle, fue la de Javier López Zavala, candidato a gobernador por la alianza “Puebla Avanza”, formada por el PRI y el Verde Ecologista. Un grupo de jóvenes, con camiseta roja y una Z en la espalda, me entregó un decálogo lleno de lugares comunes, es todo y nada más. Veamos.

El primer punto de la propuesta, se refiere a la eliminación del impuesto a la tenencia de automóviles. No sé qué tanto atractivo pueda tener esta iniciativa para la mayor parte de los electores, lo que si sé es que no se señalan sus consecuencias, por ejemplo ¿cómo se va a compensar el ingreso que el gobierno del estado dejará de percibir al eliminarse ese impuesto? Sobre todo, si como se sabe esos recursos son participables; es decir, forman parte de las transferencias monetarias que llegan a los municipios. ¿Será que los ayuntamientos verán limitadas, aún más, sus finanzas? Lo que si se dice es que la eliminación de la tenencia “reducirá el costo del transporte público”. ¿Podría firmar ante notario el señor Z esa afirmación? ¿Garantizará, si llega a ser gobernador, que bajará el costo del transporte público?

El segundo punto es la creación de la banca de la mujer. ¿Por qué sólo para la mujer? También hay familias encabezadas por hombres que son absolutamente pobres y, por tanto, tampoco son sujetos de crédito. ¿Para ellos no habrá apoyo financiero? Propuesta discriminatoria que deviene demagógica.

La tercera propuesta ni siquiera debería ser incluida en este decálogo, pues se propone “Construir la nueva Ciudad Universitaria”. En realidad, decidir sobre este asunto corresponde única y exclusivamente a los universitarios, en su caso a su órgano máximo de gobierno, el Consejo Universitario de la BUAP, si suponemos que es nueva CU se sumaría al patrimonio de la nuestra máxima casa de estudios. Pero, sin duda, un problema es construirla y otro, verdaderamente significativo, es sostenerla. Una sugerencia, la propuesta en el decálogo, debería ser: “Se aumentarán en 100 por ciento (por lo menos) los recursos que anualmente aporta el gobierno del estado a la BUAP, para que los universitarios, y sólo ellos, en cumplimiento de la autonomía de su institución, decidan como usarlos.” En otras palabras, el señor Z se entromete en asuntos que sólo compete resolver los universitarios.

La propuesta cuatro, tiene el propósito de contribuir a la economía familiar mediante la entrega de “útiles y uniformes escolares” al inicio de cada curso escolar.

Este punto es un reconocimiento a la política social que se sigue en el Distrito Federal, convertido en la entidad de referencia cuando se trata de políticas que beneficien a la población.

Hay en el decálogo, un punto que reduce la realidad a la peor de las banalidades. En efecto, el numeral cinco dice se “dotará al campo poblano con tractores e invernaderos para que produzca más.” ¿De verdad alguien creerá que los problemas del campo poblano se reducen a la falta de tractores o se resolverán con invernaderos? ¿Será que la forma de propiedad –minifundio o latifundio–, los problemas de comercialización, el excesivo intermediarismo cuando no los mercados monopsónicos, la falta de crédito y asistencia técnica e insumos de mejor calidad, o la carencia de riego, la pobreza y otros más, no tienen importancia alguna como para tomarlos en cuenta y proponer su solución?

Varias propuestas son destinadas a los jóvenes. Una de ellas, la seis, dice que se apoyará a los estudiantes con promedio de excelencia para que compren “su computadora”. Estos criterios para apoyar a los “mejores”, lo único que hacen es mantener y profundizar las desigualdades. Esta idea parte de apoyar y fomentar los liderazgos, aunque la masa se atrase, con lo que su único destino será ser conducida por los líderes, por los “excelentes”. ¿Por qué no pensar en apoyar a los que no son de excelencia, para que superen su condición de atraso? Pero además, si la propuesta del señor Z se cumpliera, posiblemente se llevaría una sorpresa: quienes alcanzan los niveles de excelencia, tal vez, ni siquiera necesiten apoyos para adquirir “su computadora”.

El punto ocho, propone la creación de la Universidad Digital, “para que las personas dentro del estado puedan acceder a las educación universitaria”. Por supuesto, la pregunta surge de inmediato: ¿Cuántas personas “dentro del estado”, supongo los habitantes del medio rural, tienen acceso a la computadora y a la internet? No lo sé, pero el impacto de esta propuesta parece limitado si reconocemos, además, los altos índices de analfabetismo y el déficit educativo persistente en la entidad.

Finalmente, se propone en el punto nueve: “impulsar el fondo de emprendedores juvenil para que creen su primera empresa.”

Quieren a todos los jóvenes como empresarios que sólo se ocupen de sí mismos, de su éxito como emprendedores y se olviden de la solidaridad que le deben a otros jóvenes que no han tenido las mismas oportunidades en la vida. Es la divisa de hacer del saber un instrumento útil, solamente, para el enriquecimiento personal.

El punto siete. “Reforzar la seguridad pública”, no deja de ser un lugar común que no aborda el cómo se hará ese refuerzo. ¿Se seguirá la fallida política seguida por Felipe Calderón? El problema no está en proponer reforzar la seguridad sino en cómo reforzarla. Eso es, lo que se debería ofrecer a los electores son soluciones a los problemas y no meros enunciados de éstos.

El final orgiástico llega en la propuesta 10: el señor Z afirma que “entiende y tiene soluciones a los problemas de Puebla”. Sabelotodo que oculta su sabiduría con un decálogo insulso y banal, que no mueve la intención del voto ciudadano a su favor y nos hace ver la pobreza política e ideológica del candidato.

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