jueves, marzo 10, 2011

Jaime Ornelas Delgado : Que nos roban el petróleo

TENDAJÓN MIXTO
Que nos roban el petróleo
Jaime Ornelas Delgado


En ese obsesivo afán de privatizar los restos de Pemex, primero trataron de convencernos de la necesidad de entregar el petróleo al capital privado extranjero porque en México no se tenía la tecnología necesaria para extraer el hidrocarburo de aguas profundas, pero el derrame del Golfo demostró que ellos tampoco la tenían. Entonces guardaron silencio. Todo fue un engaño, un fraude; luego, nos trataron de asustar diciéndonos “el petróleo” se nos acaba y lo que queda es muy costoso extraerlo y por eso era indispensable recurrir al capital privado. Ante esta sibilina propuesta, el pueblo salió a la calle a defender el petróleo como patrimonio de la nación y al final creíamos haber ganado: el petróleo no se privatizaba, seguía siendo de los mexicanos.

Pero como se ve, la derecha es más persistente de lo imaginado y a pesar de la derrota que sufrió en aquellas jornadas en defensa del petróleo, hoy vuelve a la carga y si perdió una batalla quiere ganar la guerra.

Para ello, los neoliberales en el gobierno estuvieron muy silenciosos después del triunfo popular que defendió el petróleo, pero ya ve usted taimados que son, han renacido vigorosos y el señor Juan José Suárez Coppel, director de Pemex, junto con el fracasado candidato a la Presidencia de la República, senador priísta Francisco Labastida Ochoa, dieron inicio al proceso de licitación de los contratos incentivados, mediante los cuales empresas privadas podrán extraer petróleo en los “campos maduros”, conocidos como Magallanes, Carrizal y Santuario.


Esos dos prohombres de la derecha entreguista, formalmente de partidos distintos pero iguales en el pensar y actuar, decidirán ir a contrapelo de lo establecido por la Constitución Política, que en su artículo 27 establece que en el caso de los recursos naturales como el petróleo el dominio de la nación es imprescriptible y que “tratándose del petróleo [...] no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso, se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos” mediante la empresa que para el efecto cree. Es decir, en la explotación del petróleo de ninguna manera se admite el capital privado ni mediante contratos ni concesiones.

En el esquema de los contratos incentivados, las empresas que ganan la licitación obtienen de Pemex un pago fijo por sus trabajos más un incentivo adicional por cada barril producido. Esto es, las empresas privadas jamás pierden y se calcula que en los pozos donde trabajarán inicialmente se obtienen 17 mil barriles diarios en cada uno y se espera que las empresas privadas rápidamente eleven esa producción a los 70 mil barriles por día, lo cual significará para ellas enormes ganancias. Pero eso si, presumen de que en los contratos incentivados las empresas privadas explotadoras del petróleo están obligadas a usar, no 75 por ciento como en otras partes, sino apenas 40 por ciento de insumos nacionales.

Este bajísimo porcentaje irritó hasta a la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), que por voz de su vicepresidente del Comité de Energéticos, Gilberto Ortiz, opinó que con la licitación de los primeros tres bloques petroleros con el sistema de contratos integrales de exploración y producción, se mantiene la estrategia de avanzar en la extranjerización del sector energético mexicano y el desmantelamiento de Pemex. “Están concitando el apoyo y simpatía de diversos sectores de la sociedad para abrir más la industria petrolera, pero el problema es lo que viene: mayor dependencia del exterior, aunque la apertura a la inversión privada se aplique en dosis homeopáticas. Ahora el argumento es el aumento de la producción mediante la exploración y explotación, después será la refinación y la petroquímica”, advirtió. Y respecto de esta última, recordó que en 1991 se liberó la petroquímica secundaria y posteriormente la estructura de Pemex se deterioró a tal grado que actualmente en el país se produce menos de 25 por ciento del volumen que se tenía en aquellos años.

Con todo esto, lamentablemente, Pemex pronto se convertirá en un mero “Departamento Administrativo del Petróleo”, es decir, en una empresa que contrata y paga pero no produce, para cumplir con la divisa neoliberal de hacer negocios privados con recursos públicos, lástima.

Rescatar el petróleo de manos extranjeras, tal como lo hiciera en su momento el general Lázaro Cárdenas, también formará parte de las muchas cosas que habrá de revertir el gobierno democrático que surja en 2012.

La puntada del año

“Estoy mejor posicionado en las encuestas que AMLO”. Marcelo Ebrard.

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