El fracaso neoliberal
Jaime Ornelas Delgado
Las evidencias indican que la modalidad neoliberal del capitalismo en México ha sido un profundo fracaso. En efecto, a la falta de crecimiento económico y empleo, así como al aumento de la pobreza, se suman otras cuestiones que de ninguna manera resultan menores en el contexto de la crisis crónica del país.
Una de esas cuestiones se refiere al anuncio hecho por el secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, quien señaló que para este año será necesario importar un millón 600 mil toneladas de maíz blanco para consumo humano y 12 millones de toneladas para consumo pecuario, es decir, hemos dejado de producir el alimento básico del pueblo mexicano, lejos estamos de la añorada autosuficiencia alimentaria que mucho ayudaría a salvaguardar la soberanía nacional. Y mire lo que viene, el Consejo Promotor y Regulador de la Cadena Maíz–Tortilla indicó que los precios del grano continuarán a la alza y se reflejarán en mayores costos en el kilogramo de tortilla (Excélsior, lunes 14 de marzo de 2011).
La otra cuestión, que adquiere visos dramáticos, tiene que ver con el muy comentado fracaso de la estrategia del gobierno federal para combatir a la delincuencia organizada. Resulta, que después de 35 mil muertes nos entremos que en seis años, cuatro de los cuales corresponden al gobierno de Felipe Calderón y los seis a los gobiernos panistas, se duplicó el uso de la cocaína y subió 50 por ciento el de la mariguana (La Jornada, domingo 13 de marzo de 2011). La fuente de esta información no es ningún partido opositor o un enemigo del régimen, sino precisamente la Secretaría de Salud del propio gobierno federal.
Otra noticia que alimenta el pesimismo es la revelación del fracaso de la política educativa. En este caso, a pesar a los triunfalistas anuncios sobre la cobertura total en educación básica (que la Secretaría de Educación Pública, encabezada por Alfonso Lujambio, dice fue de 100.8 por ciento (sic), y si esto dice la secretaría encargada de la educación pública es sencillo comprender la incompetencia generalizada de los alumnos en matemáticas, bueno ni siquiera en matemáticas sino en aritmética), las cosas tampoco marchan como dicen las autoridades pues según el Informe de la Cuenta Pública 2009 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el ciclo escolar 20092010 se quedaron sin escuela 2 millones 480 mil 900 niños de entre tres y 14 años (La Jornada, viernes 18 de febrero de 2001), lo que forja la nueva generación de ninis.
Aún más, informes del Banco de México y de la Secretaría de Hacienda indican que la deuda externa total del país, que comprende adeudos del sector público y del privado no bancario, llegó en enero de este año a casi 182 mil millones de dólares, lo que implicó un crecimiento de 54 por ciento en los cuatro años del actual gobierno. Este endeudamiento público y privado con agencias financieras, organismos internacionales y empresas del exterior no tiene precedentes históricos, e implicó que durante los últimos cuatro años se tuvieran que pagar 54 mil 200 millones de dólares, sólo por los intereses generados. Esta cifra abarcó 85 por ciento, de lo que aumentó el saldo del endeudamiento durante el mismo periodo, es decir, por cada cinco dólares en que se elevó el monto de la deuda externa, más de cuatro se utilizaron para el pago de intereses. Entonces, ¿para quién es el negocio?
Al comenzar este gobierno de pesadilla, el débito del sector público que abarca al gobierno federal, empresas públicas y banca de desarrollo, era de 54 mil 766 millones de dólares; hoy, alcanza los 107 mil 100 millones lo que implicó que la deuda casi se duplicara. El incremento hasta el 31 de enero de 2011, fue superior a 53 mil 300 millones de dólares, lo que equivale a un salto de 95.5 por ciento.
A la par del incremento en la deuda externa, la emisión de bonos de deuda del gobierno mexicano en el mercado nacional ha servido de refugio para la llegada de miles de millones de dólares. Convertidos a pesos, esos recursos ascienden a 717 mil 500 millones, que ubica a los inversionistas extranjeros como los principales tenedores de valores gubernamentales, o cual es lamentable (La Jornada, 15 de marzo de 2011).
Finalmente, una “buena noticia”, frente a más de 40 millones de personas que en México viven en condiciones de pobreza, hay 11 personajes que acumula 125 mil 100 millones de dólares, es decir el 12.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
¡Qué oportuno!
Ahora, cuando millones de mexicanos se organizan para enfrentar por la vía político–electoral al gobierno y a los partidos neoliberales reaparece, muy oportunamente, el subcomandante Marcos despotricando ¿contra quién?, ya imaginará usted... Efectivamente, contra López Obrador. ¡Faltaba más!
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