jueves, marzo 03, 2011

JAIME ORNELAS DELGADO : Así es la burguesía

TENDAJÓN MIXTO
Así es la burguesía
JAIME ORNELAS DELGADO


Según informa el Instituto Nacional de Estadística, Geografía y Estadística (INEGI), el ingreso nacional per cápita al cierre del año pasado se mantuvo por debajo de los niveles previos a la crisis pese de la mentada recuperación de la economía que creció 5.5 por ciento en 2010.

En el cuarto trimestre de 2010 el Producto Interno Bruto (PIB) nominal se situó en 13 mil 137 billones de pesos y considerando el tipo de cambio promedio del periodo, de 12.39 pesos por dólar, el PIB per cápita alcanzó alrededor de los 10 mil 304 dólares al año, unos 859 dólares al mes, es decir, que a cada uno de los 110 millones de mexicanos le corresponden aproximadamente 127 mil 667 pesos al año ó sea 10 mil 639 pesos mensuales, nada mal para la miseria real en la que realmente viven más de 54 millones de personas en el país.

El ingreso per cápita que el INEGI ha calculado, es una de las llamadas mentiras estadísticas que Oscar Wilde describía de la siguiente manera: “Si mi vecino tiene dos pollos y yo no tengo ninguno, la estadística nos dice que tenemos un pollo cada uno”.


Es evidente que en México la concentración de la riqueza se ha agudizado bajo en neoliberalismo, y mientras en el país vive el hombre más rico del mundo tenemos deplorables niveles de pobreza, aquí nada más en la Sierra Norte o en la Mixteca.

Pero no se crea que la pobreza afecte a todos, ¡no que va! Hay algunos cuantos ricos, muy ricos, que hacen su fortuna aquí pero la envían al exterior como inversión o como ahorro. Los datos son escalofriantes, si no vea usted. De acuerdo a cifras proporcionadas por el Banco de México (Banxico) y publicadas por La Jornada, ciudadanos mexicanos enviaron a cuentas bancarias en el exterior nada más ni nada menos que 20 mil 758.4 millones de dólares en 2010, cantidad que superó en 40 por ciento a la transferencia de recursos con el mismo destino en 2009. Aún más, la suma de transferencias al exterior, que incluye los depósitos a cuentas bancarias y las inversiones realizadas fuera del país por ciudadanos y empresarios mexicanos, alcanzó el año pasado 31 mil 113 millones de dólares, 79 por ciento más que un año antes. Es decir, la crisis no les ha hecho nada a estos barones del dinero que siguen acumulando enormes riquezas mientras el grueso de la población se empobrece.

Si hacemos algunas comparaciones la información es demoledora: las transferencias al exterior por parte de mexicanos, tanto a cuentas bancarias como para realizar proyectos empresariales fuera del país, prácticamente duplicó en 2010 al ingreso de divisas por inversión extranjera directa, que fue de 17 mil 726 millones de dólares. Y seguimos llenándonos de pesimismo pues de enero de 2007 a diciembre de 2010, los cuatro primeros años de la gestión de Felipe Calderón en la Presidencia, las transferencias de personas y empresas mexicanas a bancos del exterior, sumaron 58 mil 444.2 millones de dólares, cantidad que comparativamente equivale al 51 por ciento del saldo de la reserva internacional de divisas al cierre del año pasado, que fue de 113,597 millones de dólares. Adicional a los recursos transferidos a cuentas bancarias en el exterior, los recursos enviados por mexicanos fuera del país para realizar proyectos empresariales sumaron el año pasado 12 mil 694 millones de dólares, 80 por ciento más que en 2009.

Finalmente, en los cuatro primeros años de esta administración la inversión directa que han realizado empresarios mexicanos fuera del país, sumó 29 mil 126 millones de dólares.

Todo lo anterior muestra que la burguesía, por ramplona que sea, carece de patria, y de matria como no. Su afán de maximizar sus beneficios la lleva a los destinos más extraños siempre en busca de la más elevada tasa de ganancia.

Ciertamente, al decir esto no estamos descubriendo el hilo negro. Ya desde 1848 el tantas veces enterrado, pero jamás superado, Calos Marx escribía en el Manifiesto Comunista al alimón con Federico Engels: “Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes”. Y ya ve usted, la burguesía mexicana no escapa a esta esplendida descripción que hacen Marx y Engels de esa clase social. Ni hablar, el genio es el genio y la clase destino. El genio es Marx, el destino de la burguesía.

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