Los Chuchos embusteros
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 28 de febrero (apro).- Un extraño desplegado, a plana entera, se publicó el jueves 24 en el diario El Universal, en el que se reprodujo la portada del semanario Proceso 1166, del 7 de marzo de 1999, junto a una sentencia rotunda: “Andrés Manuel López Obrador miente”.
Tal imputación a López Obrador se funda en la reproducción de fragmentos de una entrevista que tuve con él hace 12 años, poco antes de que dejara la presidencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en la que planteó una alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) para postular un candidato presidencial común, al que apoyaría aun si fuese Vicente Fox.
“No debemos tenerle miedo al pueblo. No estamos planteando que decline Vicente Fox para que apoye a (Cuauhtémoc) Cárdenas o a Porfirio Muñoz Ledo, o al revés. Estamos proponiendo que en una elección primaria el pueblo elija al candidato de oposición.
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 28 de febrero (apro).- Un extraño desplegado, a plana entera, se publicó el jueves 24 en el diario El Universal, en el que se reprodujo la portada del semanario Proceso 1166, del 7 de marzo de 1999, junto a una sentencia rotunda: “Andrés Manuel López Obrador miente”.
Tal imputación a López Obrador se funda en la reproducción de fragmentos de una entrevista que tuve con él hace 12 años, poco antes de que dejara la presidencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en la que planteó una alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) para postular un candidato presidencial común, al que apoyaría aun si fuese Vicente Fox.
“No debemos tenerle miedo al pueblo. No estamos planteando que decline Vicente Fox para que apoye a (Cuauhtémoc) Cárdenas o a Porfirio Muñoz Ledo, o al revés. Estamos proponiendo que en una elección primaria el pueblo elija al candidato de oposición.
”--¿Y si gana Vicente Fox?
“--Tendríamos que apoyarlo.”
Luego de citar otros párrafos sobre la alianza con el PAN para terminar con el partido de Estado –en una entrevista en la que de López Obrador reveló detalles de su ríspida relación con Ernesto Zedillo y de cómo logró abortar el fraude en las elecciones en Zacatecas, en 1998--, el desplegado concluye, en referencia al Estado de México: “Y entonces, ¿por qué oponerse a que el pueblo decida en una consulta su futuro de (sic) los próximos seis años?”
Firma como responsable del desplegado un tal Miguel Barbosa Huerta y para los interesados en leer la entrevista completa se remite a www.democratasdeizquierda.blogspot.com, creada el mismo mes de febrero y cuya única información es ese material periodístico.
¿Quién es este sujeto que pagó la plana en El Universal? Es nada menos que el coordinador nacional de Nueva Izquierda –la corriente del PRD conocida como los Chuchos, en alusión a sus principales dirigentes, Jesús Ortega y Jesús Zambrano– y expresidente del PRD en Puebla.
¿Pero por qué, además de no tener Barbosa Huerta el valor de presentarse en el desplegado como lo que es, la entrevista es publicada en un blog fantasmal, en lugar de hacerlo en la página de Internet de Nueva Izquierda?
La respuesta es sencilla: Porque los Chuchos son unos farsantes y, a la manera de como lo hacen sus compañeros de viaje de El Yunque, tratan de hacer creer que el reclamo a López Obrador proviene, no de ellos, sino de unos supuestos “demócratas de izquierda” que le exigen congruencia por rechazar la alianza PRD-PAN en el Estado de México si la apoyaba para el 2000.
Los Chuchos olvidan que quienes sabotearon la alianza en 2000 fueron los propios panistas, y cómo tras el triunfo de Fox, cuando se planteó la posibilidad de una coalición en Tabasco para ir dinamitando al régimen autoritario, éste y otros, como Diego Fernández de Cevallos y Felipe Calderón, prefirieron pactar con Roberto Madrazo, con la promesa de que aprobaría la reforma fiscal.
Se frustró, en esa coyuntura, la posibilidad de trascender la mera alternancia en la Presidencia de la República y se afianzó el contubernio PAN-PRI no sólo para aplicar la misma política económica, sino para garantizar los privilegios para la “oligarquía” que cometió el fraude en las elecciones de 2006 para imponer a Calderón.
Esto no lo digo yo, sino el partido que preside Ortega, que en el XII Congreso Nacional, celebrado del 3 al 6 de diciembre de 2009, aprobó un documento que no da lugar a dudas en su línea política, completamente violentada por sus complicidades con Calderón:
“La derecha con sus dos partidos cerró filas para evitar el avance de la izquierda y AMLO. El PAN está agotado como proyecto político en el corto plazo. La refuncionalización de la hegemonía de la derecha viene ahora con el PRI. Son el PRI y el PAN los dos partidos de la derecha y la oligarquía.”
Y añadió: “El PAN es una derecha desgastada, incapaz y deslegitimada. Las elecciones del 2009 marcan el fin político del gobierno calderonista. Se consolida el cogobierno de derecha con el PRI en el Congreso, en los gobiernos estatales, en la complicidad y corrupción. Como parte de este pacto del proyecto oligárquico y de complicidades, los casos de Oaxaca, Puebla y la protección a pederastas son algunos ejemplos de ello.”
El Congreso Nacional del PRD, que recordó que “el Ejecutivo usurpador ha gobernado para quienes impulsaron su campaña”, definió en su “Estrategia Política 2010-2012” el “objetivo estratégico (de) impulsar la unidad de las izquierdas y de las fuerzas democráticas y progresistas”, fincada en “establecer una política de claro contraste y diferencia con las derechas del PRI y del PAN”.
Y añadió: “El PRD requiere conformar un nuevo bloque histórico demócrata y antioligárquico que sustituya a la oligarquía que actualmente domina el país. Las alianzas electorales deberán resolverse tomando en consideración los compromisos programáticos y de gobierno de las y los candidatos. De preferencia en una alianza amplia se deben privilegiar los candidatos de la sociedad. Nunca una alianza deberá mellar el perfil político de izquierda de nuestro partido.”
Ortega se ufanó de la unidad derivada del Congreso Nacional, porque resultó un PRD “consecuentemente opositor a las posiciones conservadoras” y “alternativa frente a la derecha panista, frente al gobierno de Calderón y frente al riesgo que significa la regresión del priismo corruptor”.
De sobra conocido el carácter tramposo de Ortega y su facción, los periodistas le preguntaron si quedaban proscritas las alianzas con el PAN. “Ya lo he aclarado”, dijo, pese a que no había aclarado nada.
--¿Por qué no lo especificas?
--No voy a contestar lo que tú quieres que conteste.
Luego de afianzar el contubernio con el PAN, ya se sabe por qué Ortega no quiso contestar entonces y por qué, también, se niega a dar respuesta a una pregunta muy sencilla: Calderón, a quien él llamó espurio "por los siglos de los siglos”, ¿ya se legitimó por aliarse con el PRD?
Apuntes
Marisela Salazar, quien en días perdió a dos hermanos y una cuñada gracias a la impunidad: “Este señor que dice ser presidente nada más nos vino a militarizar y a poner federales. Es un asco, aquí es una muestra de lo que está pasando. Es una mierda, pronto va a acabar con todo. Exigimos que ya retire las tropas federales y que ya termine con esta pinche guerra sucia, el pueblo no la pidió”.
Comentarios: delgado@proceso.com.mx
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