lunes, octubre 08, 2012

Morena con registro de partido vs. la cultura política de ilegalidad y simulación : Jesús Solís Alpuche


Morena con registro de partido vs. la cultura política de ilegalidad y simulación
Por Jesús Solís Alpuche
Mérida, Yucatán

El próximo 14 de octubre se realizará el Congreso Estatal constituyente del Movimiento de Regeneración Nacional como partido político. Muchos de los que soñamos con la democracia participativa y un proyecto alternativo de desarrollo, con justicia y dignidad, estamos participando nuevamente en la construcción de lo que consideramos un medio posible de transformación pacífica que combine la lucha electoral y la lucha social por el cambio verdadero en el país.
Valen las siguientes reflexiones:
La fractura de la clase política, es tan extrema que no sólo ha generado una incapacidad para construir una estrategia que acote la corrupción y el crimen, sino también para acordar una agenda común y un camino que nos lleve a reducir drásticamente la violencia, causa del proyecto neoliberal impuesto cuyo efecto es el empobrecimiento creciente de la población, que sin rumbo, se hunde en la economía informal, la delincuencia y la cultura de “sálvese el que pueda”.
Esa fractura y esa incapacidad que se proyectan sobre el régimen, en medio de una violencia cada vez más atroz, con territorios balcanizados por el crimen, lo único que está haciendo es extender el territorio de la disputa y del dolor, efecto de un proyecto que hace impacto en la conciencia popular. 
Así, es falso decir que los ciudadanos tenemos opciones políticas dignas, y que MORENA es una de ellas en el actual marco electoral. No sólo el crimen, la inseguridad y la impunidad nos marginan, sino también nuestros usos y costumbres políticas como pueblo. Porque en los últimos años las campañas electorales sólo son negocio de los partidos, de los medios de comunicación, de las corporaciones privadas y públicas, que inflan figuras políticas que venden al pueblo a costos muy altos.
Todo en esta clase política va en sentido contrario de la democracia participativa. Gran parte de esa misma élite – sea del partido que sea– está coludida con el crimen, han mantenido el 90% de impunidad y nos negaron la reforma política, en materia de medios de comunicación, que habría revitalizado la participación ciudadana y blindado el proceso electoral.
Aun así, aceptamos unas elecciones ignominiosas cuya violencia, aumentó la criminalidad imposibilitando el cambio de régimen esperado. Nos llevaron a un callejón sin salida con una guerra sólo para mantenerse en el poder y simular que gobiernan, y pueden administrar la gran riqueza del país para nuestra desgracia. Lo peor es que esta simulación de gobierno, leyes y partidos, ha permeado la conciencia de nuestro pueblo. Hoy nadie cree en el sufragio efectivo y la legalidad electoral, que solo se acata en la medida de la vulnerabilidad económica. La cultura de la ilegalidad, la impunidad, la simulación y sus prácticas que rigen a la clase política, se está popularizado.
“El que no tranza no avanza” y las huestes del PRIANALVER, se disponen a reproducir el sistema establecido por la clase política neoliberal, se sienten parte del sistema y beneficiarios del poder, o encubiertos suficientemente para imitar las prácticas fuera de la ley, de los grupos fácticos, incluso rayando en el cinismo.
Los medios de comunicación e información electrónicos, como Televisa, están hasta las manitas en el narcotráfico, y el gobierno los encubre porque ellos encubren al gobierno. ¿Qué tipo de cultura y de valores pueden promover, sino los de la violencia, la impunidad y la corrupción como elementos naturales de nuestra sociedad? ¿Cómo el pueblo puede creer en la autoridad moral de un gobierno que mantiene una guerra en contra del crimen organizado, cuyos ejércitos son ex policías y militares, Identificados con los grupos y partidos diferentes del poder?
MORENA, por estas y otras razones, no puede ser un partido más en el espectro electoral. Sería un despropósito. Imposible de caminar hacia la ética de sus fundamentos. Sin la conciencia necesaria en el corazón de los integrantes, que se traduzca en una agenda común; sin proyecto de unidad nacional y una ruta clara, junto con los ciudadanos, a reducir drásticamente la violencia y construir una cultura de legalidad, justicia y de respeto mutuo como individuos, MORENA es pura retórica, y su registro sería pura estrategia de poder, más simulación y pragmatismo, un infierno, como el de los otros partidos, empedrado de buenas intenciones políticas.
Urge promover voluntariamente mecanismos de autorregulación que exijan a la clase política armonizar entre el respeto a la ley y la ética política; y los usos y costumbres de simulación e impunidad establecidas en nuestra cultura política nacional, sean estudiados y denunciados sistemáticamente, para que estas prácticas sean, social y electoralmente, repudiados por todo México. Promover que los núcleos de organizadores y participantes de asambleas y reuniones abiertas que se interesen en ello, realicen lecturas de documentos y materiales con temas de congruencia y ética política, social y pública. La base del desarrollo de la participación democrática estará en sesiones periódicas específicas de reflexión y análisis informados sobre los temas con dicha relevancia y la producción de materiales de divulgación que fortalezcan la moral unitaria de integración y trabajo organizativo. Sólo así la lucha de MORENA seguirá siendo factor decisivo en la gran trasformación que el Estado y el país necesitan.
chantzacan@hotmail.com

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