viernes, octubre 26, 2012

El giro en Michoacán ¿rectificación o engaño? : Jorge Canto Alcocer


El giro en Michoacán ¿rectificación o engaño?
Jorge Canto Alcocer
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=200594

Tras el regreso de Peñita de su gira comercial por las Europas, las acciones represivas y las posturas intransigentes que habían mantenido los priístas que gobiernan Michoacán e integran el Senado dieron un violento giro, propiciándose, por un lado, la liberación de los últimos estudiantes michoacanos detenidos y, por el otro, la aprobación de los aspectos de la Reforma Laboral ante los que el charrismo priísta había jurado una resistencia “a ultranza”. En este último episodio, cupo a nuestro coterráneo Gamboita el haber hecho las veces de titiritero y lograr “convencer” a sus compañeros senadores de apoyar aquello que habían rechazado con calor discursivo en el ayer.
Como el caso de los “levantadedos” del PRI es viejo y trillado, poco espacio merece. Conocido es el camaleonismo que caracteriza a esos politiquillos chambistas que votarían por la santificación del diablo o por la ejecución de sus propios hijos –o de ellos mismos inclusive- si así se los ordenaran. Así entienden la “lealtad” quienes saben que todo deben al poder fáctico y ningún compromiso tienen ni con la población a la que supuestamente representan, ni mucho menos con un partido que hace décadas que abjuró de ideologías y principios para someterse vergonzosamente a los caprichos e intereses del “mandón” en turno.


Interesante, en cambio, es el giro en el caso michoacano. Recurriendo al expediente de la “inexistencia de pruebas”, un juez -seguramente aleccionado desde arriba- posibilitó la liberación bajo fianza de los últimos detenidos. Esa simple salida legal motivó de inmediato el cese de las protestas en varias partes del país, del paro educativo protagonizado por la CNTE, del alud de críticas contra el gobierno de Fausto Vallejo, y el inicio del diálogo entre la SEP y los estudiantes, antes criminalizados y ahora reconocidos como un movimiento social legítimo.
¿El retorno del mercader Peñita obró el milagro en las autoridades michoacanas? ¿Es ello muestra de rectificación? Este jueves, con el conflicto marchando por las vías institucionales y los normalistas preparando la “marcha de la victoria”, la cansada voz del repudiado gobernador Vallejo matizó los alcances de la apertura, al acusar, en el ridículo tono diazordacista, a “grupos radicales que pretenden desestabilizar Michoacán” de estar detrás de la legítima lucha de unos jóvenes que SÍ están comprometidos con la educación y el desarrollo de los pueblos indígenas, y están librando una ejemplar batalla contra la reforma regresiva.
El proceso judicial continúa contra casi medio centenar de estudiantes michoacanos, ya que su libertad fue producto de fianzas y no de exculpaciones. Con su hueco discurso, Vallejo y el Estado represor amenazan con la espada de Damocles, considerando así que la lucha será abandonada. No es, pues, ni un retroceso, ni una derrota del despotismo que retorna. Es el viejo juego del “palo y la zanahoria”, es decir, un engaño vil.
Tampoco es una muestra de apertura y democracia la reunión de los gobernadores de izquierda con el sonriente Peñita y el cínico Videgaray. Como puede leerse a partir de la declaración conjunta producto de la reunión, el nuevo espurio y los gobernadores de oposición se comprometieron a… nada. Sólo se tomaron la foto, intercambiaron cumplidos y se aseguraron un lugar en la falsa ceremonia en la que el falso presidente será entronizado.
Tiempo de sonrisas falsas y juegos palaciegos, será también tiempo de definiciones. Más allá del desplante inútil, la izquierda deberá continuar luchando por la transformación de México, por derrotar el perverso proyecto neoliberal que figura de manera primordial en la agenda de los nuevos usurpadores. Desde las trincheras estudiantiles o los espacios de poder conquistados, la lucha debe ser siempre frontal y con la mira puesta en el México del mañana.

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